Director: Alexander Payne
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Matthew Broderick, Reese Witherspoon, Chris Klein, Jessica Campbell, Phil Reeves, Molly Hagan, Delaney Driscoll, Mark Harelik, Colleen Camp, Frankie Ingrassia, Joel Parks, Matt Malloy, Holmes Osborne, Jeanine Jackson, entre otros.
" Las elecciones del presidente del consejo estudiantil en un instituto americano sirven de pretexto para realizar una ácida y demoledora crítica del sistema político de ese país, así como de los valores dominantes y en general, de la conducta de los seres humanos."
Por si alguien no lo sabe (aunque si ha visto la película lo debería de saber) MTV Films fue la compañía que produjo esta obra. Y lo señalo de inicio porque igual que muchas veces me parece que esa cadena es el mayor ejemplo del vacio y la estupidez actual, a veces suele tener sus aciertos.
Muchas veces hay cintas que sobresalen (debido a su calidad) por encima de otros productos, sin embargo para gran parte del público pasan desapercibidas. Este proyecto de Payne es un ejemplo muy claro de este tipo de casos, donde el realizador consigue una comedia brillante, subversiva y con un tono sarcástico directo y sin concesiones.
La historia es simple. Tenemos la oportunidad de meternos en la intimidad de una escuela gringa, donde distintos alumnos se postulan para presidentes de la asamblea de estudiantes. Esta situación que aparenta ser inocente en un inicio, se tornará, conforme va avanzando el metraje, en un relato muy curioso debido a la delirante y sorprendente manera en que se transforman las circunstancias de cada uno de los protagonistas en la carrera hacia el objetivo de todos ellos: ganar la elección.
Lo mejor de la cinta son, sin lugar a dudas, sus personajes. En ellos podemos apreciar distintos estereotipos que se pueden hallar en cualquier escuela, eso si, en un ligero tono sarcástico que como espectador puede llevarte a situaciones de lo más graciosas e incluso podría nombrar algunas como páteticas. Sobresale una espléndida Reese Witherspoon, que me sorprendió por su calidad interpretativa, le acompaña Broderick que conforme pasan los minutos en el film, va incrementando el potencial de su actuación. Ellos dos como protagonistas, cobijados por un reparto muy bien escogido, dotan a la obra de una gran fuerza.
He de decir que Payne es uno de los directores en los que más confío. Mi seguridad en su labor cinematográfica se debe a otra creación suya de la cual ya me pronuncié a favor hace algún tiempo, Sideways. Y en su trabajo, la calidad de sus guiones es notable y además sabe imprimir un ritmo distinto a sus películas, sabe darle a cada recuadro una gran importancia. Si esta creación suya hubiese caido en otras manos, sería un filme soporífero y convencional. Pero aquí no hay buenos ni malos, sólo víctimas de un sistema implantado por la fuerza, el mismo que ha generado que en la sociedad norteamericana el máximo valor sea la competitividad. Y aquí para colmo de males, ya andamos por las mismas.
Todo se trata básicamente de destapar el mosaico tan nauseabundo que es el sistema educativo norteamericano, donde los valores se contradicen y los errores se pagan.
Resumiendo, si se te presenta la oportunidad de mirarla, hazlo, sin esperar demasiado y acabarás sorprendiéndote.
Y no lo olvides, vota. Tú puedes marcar la diferencia y manifestar que candidato es mejor o peor. Ah... no, de eso no se trataba esta vez, pero bueno, imagino que habrás visto la película y tendrás tu respuesta. En fin, ácida metáfora de una sociedad.
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