Director: Ben Affleck
Duración: 120 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Ben Affleck, Bryan Cranston, Alan Arkin, John Goodman, Victor Garber, Tate Donovan, Clea DuVall, Scoot McNairy, Rory Cochrane, Christopher Denham, Kerry Bishé, Kyle Chandler, Chris Messina, Zeljko Ivanek, Titus Welliver, entre otros.
" Irán, año 1979. Cuando la embajada de los Estados Unidos en Teherán es ocupada por seguidores del Ayatolá Jomeini para pedir la extradición del Sha de Persia, la CIA y el gobierno canadiense organizaron una operación para rescatar a seis diplomáticos estadounidenses que se habían refugiado en la casa del embajador de Canadá. Con este fin se recurrió a un experto en rescatar rehenes y se preparó el escenario para el rodaje de una película de ciencia-ficción, de título Argo, en la que participaba un equipo de Hollywood. La misión: ir a Teherán y hacer pasar a los diplomáticos por un equipo de filmación canadiense para traerlos de vuelta a casa."
El director Ben Affleck se presenta en el terreno internacional y narra en su tercer película la historia real de una misión secreta de la CIA para rescatar a seis norteamericanos atrapados en Irán durante la revolución de aquel país a finales de los 70 y principios de los 80 en la que cayó el Shah. Sin embargo, por muy interesante que todo esto pueda sonar, la cinta no hace más que consolidar la idea de que Affleck no es más que un director promedio, es decir un realizador que puede lograr una película decente, pero que igualmente carece de creatividad, visión y tacto.
Lo que sorprende al analizar las críticas de esta película es la diversidad de opiniones y lo extremo de todas ellas. O es muy buena o es muy mala. Pero esto no es solo un problema de esta obra, suele pasar con todas las películas de contenido bélico donde los Estados Unidos de América están implicados.
El actor convertido en director se ha llevado a casa hasta la fecha una multitud de premios, algunos más merecidos que otros, y los reconocimientos que aún puede que le queden por llegar. Affleck dirige bien, tiene buen ritmo, sabe hacer una película, está madurando, creciendo, evolucionando y nadie puede negar que progresa a pasos agigantados.
Sin duda, la premisa de Argo es sumamente intrigante. En los primeros minutos Affleck logra generar una tensión ascendente mientras los Iraníes empiezan a atacar la embajada norteamericana y captura a la perfección la angustia de los diplomáticos mientras ven su futuro cada vez más incierto.
Estamos ante una película que es lo general muy completa, intensa y agobiante, excepcional la dirección artística y el trabajo del casting, que consiguieron unos actores prácticamente idénticos a los personajes reales y una ambientación tan asombrosa que parece que en algún momento se está viviendo en aquella década. Eso no es en absoluto sencillo, y me parece especialmente destacado, tanto como la capacidad del director, de mirada clásica y al mismo tiempo comercial, sin excesos ni juegos porque no los necesita, ya que cuenta con una historia sólida.
Y pese a ello, veo a la cinta como un producto inestable, que por momentos va cambiando de cara para ofrecernos unas veces la más interesante y sorprendente y otras la más repetitiva y lamentable. Por suerte, creo que en general apreciamos más la parte positiva que la negativa. La primera de ellas aparece al principio de la historia, en forma de revés en la cara, de una gran intensidad que hace pegarte al asiento expectante. Evoluciona adecuadamente, y es entonces cuando el personaje de John Goodman estimula la cinta con su magnética presencia. Luego llega el momento de apogeo cuando Alan Arkin se incorpora en la trama, de tal forma que la película se convierte en un tenso thriller político y una demoledora crítica a la comercialidad corrompida de Hollywood de la mano de dos personajes cinematográficos ingeniosos, vivaces y cargados de odio hacia la Industria y sus artimañas.
Sin embargo, Affeck no consigue mantener esa sorpresa y la explosión de tensión que había supuesto la introducción y el desarrollo inicial de la historia, así que se ve obligado a repetir fórmulas y a tomar cosas prestadas de otras obras del género. La tensión final contrasta terriblemente con la expuesta al principio del filme. Si al comienzo se palpa la angustia y el realismo, al final todo es convencional.
Es cierto que en el cine, y el arte en general, se intenta darle un "toque" de ficción a la realidad, pero Affleck se esmera tanto en hacer una película realista que desconcierta cuando arroja ese realismo a la basura y recurre a los recursos ya mencionados y que son poco creíbles en el contexto para aumentar el suspenso, como una persecución fuera de lugar.
También peca la cinta en la simplificación del conflicto en el que está inmersa. Aunque su atmósfera le da una sensación de ser políticamente importante, sobre todo después de una pequeña lección de historia al comienzo, la obra no logra expresar las complejidades de la situación política en Irán y cae en el maniqueísmo de héroes y villanos con la cual los iraníes terminan siendo una masa de hombres barbones iracundos que no saben hablar sin gritar, y que cuando lo hacen no lo subtitulan, no vaya a ser que digan algo coherente.
Y ese es uno de sus grandes problemas, cae en la trampa de que una película es como una receta que debe tener ciertos elementos para funcionar: un héroe y un villano, una persecución para generar suspenso, o una historia familiar para su protagonista que es usada como pretexto para hacernos sentir simpatía con el protagonista y que aunque la película enfatice su importancia, luego termina siendo dejada de lado, lo cual no deja de ser sino simplemente desconcertante.
En resumen, esta creación de Affleck no es, después de todo, una mala película. Tras mofarse de lo falso y comercial, la cinta incurre en eso mismo. Ofrece un tópico tras otro e incluso se permite un plano cursi de amor conyugal con la bandera al viento. Simplemente en muchas ocasiones el dólar manda y el show debe de seguir. Dignísima evolución de un buen director sin mayor error que el de tener escasas habilidades como actor.
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