Director: Alfonso Cuarón
Duración: 91 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Sandra Bullock, George Clooney, Ed Harris, Orto Ignatiussen, Phaldut Sharma, Amy Warren, Basher Savage, entre otros.
" Durante un paseo espacial fuera de su nave reparando un satélite, dos astronautas sufren un grave accidente y quedan flotando en el espacio. Uno de ellos es la doctora Ryan Stone, una brillante ingeniera que está en su primera misión espacial. Su acompañante es el veterano astronauta Matt Kowalsky. La misión exterior parecía rutinaria, pero una lluvia de basura espacial les alcanza y ocurre el desastre: el satélite y parte de la nave quedan destrozados, dejando a Ryan y Matt completamente solos, momento a partir del cual intentarán por todos los medios buscar una solución para volver a la tierra."
Hace tiempo que tengo ganas de ir al cine a ver una película y que me guste tanto, como para calificarla con un 10 al llegar a casa. Me gusta pensar en ese ritual, y me gusta pensar que el cine contemporáneo puede tener la cualidad de emocionarme como espectador, como me gusta pensar que se emocionaría un amante del cine cuando vio por primera vez Sunrise de Murnau en 1927, el final de Space Odyssey en el 68 o como yo me impresioné sentado en mi sillón cuando vi la primera escena de Saving Private Ryan.
El cine como arte y entretenimiento, como vehículo de expresión donde el director maneja con pericia el aspecto formal para jugar con las emociones del espectador. Por alguna razón, sigo esperando esto del cine, sigo queriendo guardarle alguna clase de estima al cine contemporáneo, y quiero seguirlo haciendo, pero cada vez se me hace más difícil.
Con esa mentalidad fui a ver esta película, armado de esperanza. Si, era probable que me esperara algo comercial, plano, predecible y pasteloso; sin embargo también creía que en algún punto por qué no podía ser innovador, entretenido y bien hecho.
El punto es que la película es otro de esos casos de sobrevaloración, y cuando llego a ver las altísimas notas de diversas páginas, así como las maravillosas críticas por parte de diversas personas, me empece a preguntar si vivo en otro planeta. En internet es fácil encontrar comentarios y artículos sobre productos que aparentemente son hechos por ciudadanos anónimos independientes, pero que en realidad parecen pagados para poner el producto por las nubes destacando sus virtudes, si es que las tuviera. Esto parece que ocurre con esta cinta, porque no es ni la mitad de lo que se comenta.
Pero bueno, vista la unanimidad con que la película esta siendo tildada de obra maestra cinematográfica, procuraré analizarla como tal, y no como mero entretenimiento, plano en el que satisface con holgura.
La vertiginosa puesta en escena capta bien la épica rutina del astronauta. Movimientos cadenciosos, sensación de peligro dormido, etérea ingravidez. Todo condensado en un largo plano-secuencia inicial que, técnicamente impresiona. La toma de contacto es apabullante.
Luego llega el primer 'pero', cuando ese silencio empieza a ser enturbiado por unos diálogos tan lineales, tan obvios tan infantiles. Estamos ante una película estéticamente potente, y su naturaleza (parece que) es eminentemente visual, ¿por qué no dejar entonces que las imágenes hablen por ella? Dichas conversaciones carecen de abstracción o valor simbólico; sólo es jerga técnica en el mejor de los casos. Molestan. Obstaculizan la inmersión. Tal vez hubiera sido mejor utilizar el impenetrable silencio como elemento de angustia, en lugar de sacrificarlo por diálogos tan banales.
Aquí el espacio es un medio físico, pero nunca un medio artístico. El espacio en la película, siendo objetivo, no tiene mucha importancia en la esencia de la misma. La obra es en realidad una historia de supervivencia. No indaga en las entrañas del misterio del universo. De tal manera que comparte esquema con diversas películas, en las cuales el centro de la acción es la hazaña de una persona aislada procurando sobrevivir y regresar al mundo. Es en ese sentido, un entramado argumental fácilmente modificable o replicable. No existe la autenticidad intelectual de la obra maestra, aquí el espacio no tiene ni la profundidad ni la entidad que tiene en otras verdaderas obras maestras de la ciencia-ficción. Comparar esta película con la obra de Kubrick y C. Clarke, en los términos en que se está haciendo, me parece una estupidez. Si, es cierto que ambas se desarrollan en el espacio, pero Gravity no habla sobre el origen, el futuro y la naturaleza de la humanidad. En pocas palabras, no se me ocurren dos películas que, compartiendo tantos elementos, sean más diferentes que estas dos.
Respecto al truco de catalogarla como una obra maestra. Quizás lo sea, pero en el mismo sentido en que lo fue 'Avatar'. Obras maestras con fecha de caducidad: la fecha en que se dé un nuevo avance tecnológico. Películas elaboradas en esos términos, podrán ser obras maestras de la técnica, pero nunca del Cine; para serlo, la imagen debe ser un reflejo tras el que se esconde un autor, no una computadora.
De acuerdo, la película ha sido definida por el propio Cuarón como una "obra de ficción" y utiliza la manipulación para hallar la emoción. Ojo, que si me creo y compro el argumento, el tecnicismo no es mi problema sino la profundidad del conjunto. El mensaje de esta película es obvio, y por supuesto no opta ni por ser la cuestión más importante de ella, y dice así: " no te rindas nunca, lucha por tu vida y que los sacrificios de los demás no sean en vano. Sé fuerte." No hay más. La apología al héroe de siempre.
La película no alimenta el intelecto. No es un cine que a mi me llene. Su imagen es enorme, pero carece de densidad. En resumen: la tecnología avanza y se come la historia cada vez más en Hollywood. Esperemos que la forma y el fondo terminen equilibrándose con el tiempo y el formato encuentro su sitio, acoplándose sin fisuras en historias interesantes con personajes a los que merezca la pena seguir.
* Ese plano final contrapicado de Sandra Bullock, que en ese preciso instante es la amazona renacida levantándose de la arena con la música épica sonando en el fondo, me parece una de las escenas más insoportables de la historia del cine.
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