Director: Nick Broomfield
Duración: 87 minutos
País: Reino Unido
Elenco: Aileen Wuornos, Nick Broomfield, Arlene Pralle, Steve Glazer, Jesse "The Human Bomb" Aviles, Merle Cannonball, Brian Jarvis, Stéphane Markcovich, Michael McCarthy, Dick Mills, Tyria Moore, Mike Reynolds, entre otros.
" Transcurre el año de 1992, la localización de esta historia es Florida en los Estados Unidos. Luego de ser arrestada, se alega que Aileen Wuornos es la primera asesina en serie del mundo."
Una persona puede asesinar por distintas causas, entre las cuales se podrían mencionar el odio, la mezquindad, la apatía, la ira o la mera desesperación. Cualquiera sea la razón para cometer tan atroz acto, el asesinato nunca se puede tolerar excepto (se nos suele asegurar) como un acto de defensa propia.
Sin embargo, ¿ qué podemos manifestar acerca de una persona que se coloca de forma repetida en situaciones poco menos que peligrosas, y luego no en una ocasión, sino en siete veces es capaz de quitarle la vida a otra persona, y en cada una de ellas afirmar que actuó en forma de lo que califica como defensa propia? Es más, justo como la concerniente protagonista de tan compleja situación que se ha descrito y del correspondiente documental sobre el que versa esta reseña, se queja de forma vehemente a lo largo del metraje: Todo está en los números.
Pero veamos, nadie podría ser capaz de dudar acerca del hecho que esta mujer tuvo una vida miserable, en la que precisamente existió una larga historia tanto de abandono como de abuso por parte de aquellos que tenían la obligación de cuidarla. También puede afirmarse que aquellos hombres a quienes mató eran tipos despreciables y repugnantes que no se preocupaban por ella, y que, si hubiesen tenido la oportunidad le hubieran quitado la vida si ella no los hubiera asesinado primero. Sin embargo, al usar un poco la lógica todo el relato genera una gran interrogante, ya que una vez cometido el primer crimen siguió colocándose en tales situaciones de manera repetida, no importando cuales fueran las circunstancias, y ahí es donde su afirmación de autodefensa bajo la lupa de lo prudente, se vuelve a mi entender completamente absurda.
Ahora mal sin bien, el documental la retrata como una persona enojada con el mundo a causa de todo el maltrato que padeció antes aludido, sin embargo de modo implacable siguió tropezando con la misma piedra como si de un adicto se tratara a la hora de tomar todos los pésimos consejos de otros, que solo buscaban explotarla por sus propias y lamentables razones egoístas. En primer lugar, decidió escuchar a una mujer cristiana a la que en mi caso solo podría calificar como subnormal, que la convenció de forma casi inconcebible de que Jesús perdonaría todos sus pecados si ella admitía por completo todos sus crímenes en la corte.
Obviamente Aileen en su enorme ingenuidad terminó por hacerlo al pie de la letra, solo para darse cuenta más tarde de la estupidez que había significado tal consejo. Y para su mala fortuna o idiotez, lo mismo ocurre con la representación legal que había conseguido para su caso. De tal forma que, yendo de mal en peor, determinó escuchar a un narcisista de incapacidad e inutilidad incalculable para que la defendiera, cuando en realidad el hazmerreir de abogado aquel, únicamente estaba interesado en su propia carrera (y es evidente que en la mayor cantidad de efectivo que pudiera reunir con el infame caso) que en salvar la vida de su defendida. En algún punto es desolador percatarse de que para todos los involucrados, esta mujer valía más muerta que viva. Y como algunos ya sabemos, su vida terminaría siendo ejecutada con la inyección letal, mientras el público comía palomitas de maíz y miraba por televisión o en el cine, la versión de Hollywood de su penosa historia.
Sin embargo, la pregunta más trascendente en este caso (porque es indispensable hacerla), es en primer lugar ¿Cómo se convirtió esta mujer en una asesina en serie? ¿Qué existe en la cultura occidental que nos llevaba (o nos sigue llevando) a hacer de la vista gorda ante la pobreza, la negligencia y el abuso parental, y no obstante culpamos de todo el problema a quienes manifiestan sus frustraciones ante tales maltratos, a través de comportamientos antisociales?
Dicho de otra manera, teniendo en cuenta sus antecedentes, ¿por qué debería sorprendernos que haya resultado ser una persona con un determinado carácter y una peculiar conducta que terminó por cometer tales homicidios?
Al final, su existencia no significó nada para nadie hasta que cruzó el limité y se desplomó en el barranco, y después de ello solo importó en el sentido de ser una historia que solo valía para ser explotada y para que otros lucraran con ella.
Sin duda hay fallas en este documental en términos más de forma y no tanto de fondo, pero sigue siendo una historia muy triste de la que ahora ya he escrito en un par de ocasiones, y también es una biografía cuya innegable brutalidad en mi caso es muy difícil de ignorar.
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