Directores: Nick Broomfield / Joan Churchill
Duración: 93 minutos
País: Reino Unido / Estados Unidos
Elenco: Aileen Wuornos, Nick Broomfield, Terry Humphreys-Slay, Leitha Prather, Shirley Humphreys, Joe Hobson, Steve Glazer, Arlene Pralle, Dawn Botkins, Tyria Moore, Uriel Blount, Danny Caldwell, Jerry Moss, Michelle Chauvin, Jeb Bush, entre otros.
" Este documental analiza a Aileen Wuornos, una mujer condenada por asesinar a siete hombres mientras trabajaba como prostituta en Florida. Se trata de la segunda parte realizada por el mismo par de directores. Con su inminente ejecución en el horizante, Nick Broomfield regresa a Florida para completar la historia. Su argumento siempre fue que los asesinatos ocurrieron en defensa propia, aunque siempre se declaró inocente o no imputable de la mayoría de los crímenes. Los directores pudieron filmar entrevistas que revelan su estado de ánimo y cuestionan su competencia mental. "
Este documental proporciona una interesante pieza de información y acompañamiento a Monster, la película que le valió a Charlize Theron el premio de la Academia a la mejor actriz en 2003. En realidad, se trata de una segunda entrega a manera de crónica que el cineasta británico Nick Broomfield junto con Joan Churchill (quien no goza de un rol preponderante en la pantalla) realizaba sobre Aileen Wuornos, una prostituta que fue ejecutada en Florida en el año 2002 por los asesinatos de siete de sus clientes, ocurridos a finales de los años ochenta.
La primera cinta acerca del tema fue lanzada en 1992, durante el primer juicio al que se enfrentó Aileen. Ahora, diez años años después, los mismos realizadores estaban de vuelta filmando los últimos días en la vida de la peculiar mujer, tratando básicamente que ella revelara la pura verdad sobre lo que realmente sucedió hace tantos años.
Ahora bien, Broomfield en ningún momento de su creación pretende ser totalmente justo e imparcial en su presentación del caso. Es evidente que simpatiza con Aileen y no se muestra tímido al expresar su propia oposición a la pena de muerte, señalando que en los países en donde se emplea esta drástica medida el indice de asesinatos no suele disminuir. Sin embargo, lo fundamental en este relato es que el filme que realizó ofrece un vistazo muy elocuente al interior de la mente de un asesino, así como el papel que desempeñan tanto el sistema legal como los medios de comunicación en casos tan chocantes y que gozan de una cobertura mediática tan grande como este.
De tal manera que Broomfield pasa gran parte de su tiempo visitando la casa que habitó Aileen en su infancia, entrevistando a personas cercanas a ella, elaborando una crónica de los eventos acontecidos en el juicio y documentando el tiempo que Aileen ha permanecido en prisión. Pero, las escenas más convincentes en un sentido estrictamente narrativo, son aquellas en las que él mismo entrevista a la protagonista de su obra. Así que, la incita a abrirse ante la cámara para que confiese si cometió los asesinatos en defensa propia como en algún momento aseguró, o si acabó con la vida de las víctimas simplemente para robarles su dinero como la defensa brillantemente argumentó en el juicio. Por lo que el principal punto de discusión entre el cineasta y la mujer frente a la cámara se centra en el primer homicidio.
Como resultado, a través de imágenes obtenidas en el juicio, Broomfield muestra cómo, en el estrado de los testigos, Aileen se atrevió a contar una historia tan verosímil y convincente de cómo se produjo ese primer asesinato. Según Aileen, su primera víctima la estaba atacando y violando, lo que la llevó a buscar en su bolso, tomar una pistola y dispararle al hombre. De hecho, esta es la forma en la que mencionada cinta Monster retrató en su metraje dicho evento. Sin embargo, en 2002, el director lograba evidenciar un relato muy diferente, ya que Aileen decidió confesar a la cámara que la historia que había relatado se trataba de una completa mentira que se le ocurrió solamente para generar simpatía hacia su persona por parte del jurado (lo cual claramente no funcionó). No obstante, más adelante en la película, Aileen revierte la historia de nuevo y expresa que el primer asesinato fue de hecho, como ya lo había afirmado, un acto de defensa propia.
Llegados a este punto, solo podría asentir que se trata de una película deprimente e inquietante en varios niveles. En primer lugar, porque como ya lo había citado el filme nos pone cara a cara con la mentalidad casi insondable y ambigua de una persona que es capaz de asesinar a sangre fría. Es decir, Aileen se presenta a veces como una persona tan cálida y racional, como un ser humano que puede ser honesto al momento de hablar su culpa y el arrepentimiento por el dolor que ha causado en los familiares de las víctimas. En otros momentos, aparece una mujer que explota sin motivo lógico, desplegando toda su ira tanto a amigos como a sus enemigos, maltratando a cualquiera con una impresionante verborrea, criticando a los malvados o a todos aquellos a los que siente que la han ofendido, y culpando a todos, excepto a sí misma, por el destino con el que le ha tocado hacer frente. En segundo lugar, el filme lleva a cuestionarse si se puede ser capaz de saber realmente si una persona está diciendo la verdad, incluso estando bajo juramento en un juicio. El tercer punto, es que lleva a preguntarse cuánta gente existe allá afuera, cuyas vidas y educación pueden llevar a que se desarrolle este peligroso comportamiento antisocial. Y cuarto, la evidente e intensa paranoia que Aileen padece incluso hasta el día de su ejecución. En otras palabras, esa mujer estaba convencida de que la policía conocía todo sobre sus asesinatos mucho antes de ser atrapada, por lo que le permitieron seguir cometiendo asesinatos para poder enriquecerse con su historia. Esto claramente plantea diversas dudas sobre cuán sana mentalmente hablando, estaba realmente cuando el estado de Florida la envió a su muerte.
Aunque, para el final del relato, Broomfield se muestra totalmente seguro de que Aileen era esencialmente una mentirosa patológica y muy probablemente culpable de asesinato en primer grado, no permite que el resto de las piezas que forman parte del caso sean percibidas de manera tan ligera. Por ejemplo, se apresura a señalar que la defensa que se le otorgó en el primer juicio fue de mala calidad, así como la forma en que muchos de sus amigos más cercanos e incluso algunos oficiales de la ley de Florida ganaron un poco de dinero al vender su historia a varios medios de comunicación. Dicho de otra manera, la obra nos regala por añadidura una grave acusación para todos aquellos personajes involucrados en este caso.
A pesar de todo esto, el filme sigue siendo una clara de muestra de lo que puede llegar a ser un ejercicio cinematográfico escalofriante, ya que no está totalmente claro qué es verdad y qué no en los hechos que nos entrega; no obstante si hay dos cosas que me parecen incuestionables en todo el asunto. En primer lugar, no hay duda de que Aileen mató a esos hombres y que (en mi opinión) la defensa propia no es recurso válido para modificar lo sucedido. En segundo lugar, por lo exhibido, Aileen no gozaba de su sano juicio y no debería haber sido ejecutada, sino que debería haber sido encarcelada de por vida.
En resumen, es un documental oportunamente ejecutado, más allá de todas las interrogantes que se quedan sin respuesta y algunos puntos de vista que comparto y otros en los que difiero con el realizador, el resultado es un obra alarmante que me llevó a pensar en los sistemas que utilizan algunos estados del país vecino del norte, que parecen tratar la pena de muerte con tanta facilidad e indiferencia. Como bien lo señala el director en referencia a la prueba de competencia psicológica: te lleva a preguntarte qué tienes que hacer para no aprobarla.
Después de esta película, Broomfield fue entrevistado por algún periódico estadounidense y declaró: Cuando me mude a los Estados Unidos en la década de los setenta, estaba realmente seguro de que se llegaba a la tierra de los libres. Para mí, esa película marcó el final de esa creencia. Sin duda, ese debe ser el mérito de este filme, que muchos de los espectadores serán estremecidos de la misma manera que su creador.
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