Director: Kim Ki-duk
Duración: 103 minutos
País: Corea del Sur/Alemania
Reparto: Oh Yeong-su, Kim ki-duk, Kim Young-min, Seo Jae-kyeong, Ha Yeo-jin, Kim Jong-ho, Kim Jung-young, Ji Dae-han, Choi Min, Park Ji-a, Song Min-Young.
" Dos monjes viven en un monasterio aislado. Bajo la atenta mirada del más viejo, el más joven ve pasar las estaciones de la vida. "
Una película filosófica y contemplativa del director Kim Ki-duk, drama humano y cuento budista pero con moraleja amable y universal. Maneras de entender la vida mediante dosis de neblina y muchos silencios. Formalmente hace coincidir la estructura de la película con las estaciones del año, mostrándonos a través de ellas las etapas de la naturaleza y también de la vida del ser humano en sus aspectos biológicos, morales y espirituales.
La cinta se divide en cuatro grandes partes y una quinta a manera de conclusión de menor duración. En general la obra recorre la vida de una persona aislada del mundo junto a su maestro que le alecciona sobre cuestiones de la vida. Su tranquilidad espiritual se verá alterada cuando entra en contacto de forma involuntaria con el mundo exterior al recibir la presencia de una mujer. Cada estación significa una prueba o una barrera que el protagonista debe superar para consagrar su alma, pasando por la inocencia o el amor hacia una mujer, hasta la soledad que un monje budista debe tener para vivir en paz consigo mismo y con su entorno. Es así que nos encontramos sin duda alguna, ante un ejercicio cinematográfico que resalta ciertos aspectos básicos de la religión budista a través de una simbología muy clara y constante a lo largo de todo el metraje.
Se trata de un proyecto minimalista, con un reducido grupo de actores y prácticamente un solo escenario donde se desarrolla toda la acción, para contar una historia universal, una alegoría del ciclo de la vida, por medio de una historia que registra la tradición y raíces propias de la cultura oriental. Al mismo tiempo, se trata de una cinta ampliamente comercial y asimilable por cualquier espectador ajeno a dichas tradiciones.
En fin, recomendable para un rato agradable y relajante.
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