Director: Peter Farrelly
Duración: 107 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Jim Carrey, Jeff Daniels, Lauren Holly, Mike Starr, Karen Duffy, Charles Rocket, Victoria Rowell, Joe Baker, Hank Brandt, Teri Garr, Brady Bluhm, Cam Neely, Felton Perry, Brad Lockerman, Rob Moran, entre otros.
" Lloyd y Harry son dos amigos bastante idiotas cuyas vidas son un auténtico desastre. El primero trabaja como chofer de una limusina, mientras que su amigo se dedica a transportar perros. Un día sus existencias se complican aún más cuando Lloyd se enamora de una chica adinerada que desaparece dejando olvidado un maletín. A partir de ese instante, Lloyd embarcará a Harry en un viaje por todo el país para devolver el maletín a su amada."
Los Hermanos Marx. Laurel y Hardy. Abbott y Costello. Cada generación tuvo su dosis de estupidez. Los años noventa tuvieron a Jim Carrey. Y con él apareció el fenómeno que significó esta película, una historia simple sobre dos completos idiotas que viajan hacia Aspen en busqueda de una mujer y la felicidad.
El relato comienza cuando Lloyd lleva a una mujer joven de nombre Mary Swanson al aeropuerto. Se enamora de ella en los pocos minutos que comparten en la limusina, luego de dejarla en su destino, mientras se encuentra afuera, se percata de que ella olvida su portafolio en el piso del aeropuerto. Así que se apresura a recuperarlo, atraviesa la seguridad que está a la entrada del tunel que lleva hacia el avión, únicamente para terminar cayéndose en la pista de aterrizaje.
Luego de la misión fallida, regresa a su departamento, convence a su amigo Harry de viajar hacia Aspen para devolver el portafolio a Mary. Harry, el más listo (o debo decir ¿el menos tonto?) de los dos camaradas, al principio vacila, y luego de mala gana acepta hacer el viaje para acompañar a su inseparable compañero. Poco saben ellos que en realidad el portafolio que llevan consigo, contiene el dinero del rescate que Mary trataba de pagar para conseguir que su marido fuese liberado y volviera de inmediato con ella. Es así como, con marca personal mordiéndoles la cola durante toda la aventura Lloyd y Harry se embarcan hacia Aspen solamente para crear destrozos en todos los lugares que visitan.
El ritmo tan homogéneo y constante que alcanza la cinta es muy significativo en una comedia como esta. Eso lo genera la gran química y armonía que Carrey y Daniels le impregnan a cada escena en la que aparecen juntos. Si no es así, revisen la escena donde están juntos en la fiesta de la sociedad de conservación de los animales, parados ahí en el bar, con sus trajes tan brillantes y tan ridículos al mismo tiempo. La postura que tienen, su modo de hablar y la manera de interactuar entre ellos, como si en verdad fueran los dos mejores amigos que existen en el mundo, dos imbéciles sin una pista en sus mentes que les descubra quienes son en realidad.
El filme estuvo dirigido por los hermanos Farrelly, (aunque en los créditos solo aparezca el nombre de Peter) a quienes seguramente recordarán por ser quienes nos presentaron aquella otra comedia hilarante There's Something About Mary y que este país dieron por llamar desacertadamente Loco por Mary. Y siendo totalmente honesto, la cinta que me ocupa hoy es mucho mejor que 'Mary'. Y es que mientras Mary era una comedia de verano que sacaba algunas carcajadas con sus ordinarias bromas sexuales, Dumb & Dumber es una íntegra gema cómica, que con mucho tino logra mantenerse en la delgada línea entra lo insípido y el buen sabor de boca que debe dejar una obra cuyo principal objetivo es hacerte reir. Mary la cruzaba y no regresaba jamás.
¿Esta película es estúpida? Sí, absolutamente. ¿Llegará a ofenderte en algún momento? Quizás, si es que eres un esnob. Porque estoy seguro que algunos críticos elitistas del cine se quejarán siempre de que no hay nada de sustancia o de mérito artístico en este proyecto.
No creo que eso importe. Esta película se propone entretener y lo hace maravillosamente. Hace muchos años, solía críticar negativamente a cintas del mismo género que nada más querían enseñarnos el retraso mental por gusto, sin nada de estructura; en este caso la diferencia estriba en que Dumb & Dumber maneja muy bien esos aspectos. Todo tiene su razón, entretiene y es boba sin perder una esencia y un estilo propios. De alguna extraña forma, nos podemos sentir atraídos hacia esos papanatas, de algún modo les encontramos el gusto a las tonterías que realizan a cada instante. O por lo menos, ese es mi caso.
Al final, es solamente una película graciosa que está bien hecha y que es recordada por todos nosotros, mucho más que otras de sus contemporáneas, las que conformaban toda aquella ola insoportable de 'comedias estúpidas' de los noventas. Dos pulgares arriba.
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