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Mostrando las entradas de mayo, 2017

Una mirada sin mesura

Siempre había querido escribir sobre esto de las redes sociales y la estupidez que las gobierna. O tal vez debería decir:  sobre la gente estúpida que las usa . Debo manifestar que no lo había hecho porque generalmente cuando no tengo nada nuevo o distinto que se pueda opinar sobre alguna cuestión, prefiero no expresar nada, prefiero quedarme callado. Y bueno, sobre eso de las redes sociales se ha escrito, estudiado y hasta debatido si son buenas o no, si son útiles o no, si son una forma de expresión de una amplia gama de patologías y toda clase de intercambio de opiniones, que hacer un juicio sobre ellas en este punto no resulta nada original. Generalmente el resultado en el recuento de puntos de vista de diversos especialistas al respecto, no suele ser muy positivo. Desde ahí ya empezamos mal. Como probablemente lo que yo pueda señalar sobre ellas tampoco resulte muy novedoso, más bien quisiera relatar un poco sobre mi experiencia en la materia. Hablo de ellas en plural, aunqu

Chris Cornell - Sunshower

Ante la muerte de Chris Cornell  ocurrida el día de ayer, me puse a reflexionar sobre como su obra había influido en mi existencia. Para empezar, debo señalar que su fallecimiento me tomó bastante por sorpresa. En primer lugar, porque antes que cualquier cosa era un hombre joven y uno de los pocos sensatos que continuaba activo dentro del rock (contrario a sus contemporáneos, siempre me pareció un hombre con la cabeza bien amueblada). En segundo porque la sentí muy cercana, como si alguno de mis amigos más incondicionales e íntimos me hubiese dejado. Fue entonces cuando caí en cuenta que su obra me había acompañado en diversas etapas de mi vida. No importaba si el tema se trataba de  Soundgarden, Audioslave  o de su propia labor como solista. Sus canciones han marcado mi alma y cuando esto sucede, ya no hay vuelta atrás, el artista permanece ahí para siempre. Como sea, mientras me encontraba en ese proceso fue que llegué de manera casi obligatoria a Sunshower , una canción q

El placer de derribar ídolos

Durante la semana pasada estuve pensando bastante el tema sobre el que iba a escribir en un nuevo texto que se convertiría en una nueva oportunidad para este blog. Me lo preguntaba con sobrada frecuencia y no acertaba con ninguna respuesta adecuada. Y justo cuando me hallaba más angustiado, tropecé con una columna sobre un tipo que hablaba en dicha publicación sobre eso de derrumbar ídolos  y cosas por el estilo. Esto me provocó pensar en los que he tenido (ídolos) y en cómo he tenido que derribarlos (en algunos casos del enorme pedestal que les construí), y al final el asunto ocasionó que me pusiera a reflexionar sobre otro tema que considero más importante y que casi ha sido durante algún tiempo alguna clase de obsesión: el fanatismo. Sí, lo sé, todo suena casi irónico. Enseguida una definición de mi eterna inquietud: fanatismo. Defensa apasionada de creencias, opiniones, ideologías, etc. Tomando como base esa definición, puedo aceptar sinceramente que yo también he teni

Atraer todas las miradas

La semana pasada ocurrió que en un programa de radio que he estado siguiendo con cierta periodicidad hace algún tiempo (gracias al internet y a su famoso canal de vídeos, de otra manera esto no sera posible), que uno de los conductores (cuyas opiniones suelen ser de las más reprobadas por el público que los acompaña) declarara con un tono un tanto irónico que la ciudad donde vivo es simplemente fea, muy fea.  Sinceramente desde que entré a su canal y leí el titulo quedé impactado. No sé, en algún momento pensé que se trataba de alguna clase de broma. Y no necesariamente porque la aseveración no sea cierta, sino más bien porque a esta "urbe" prácticamente no se le presta mucha atención (o más bien debería decir nula) en algún medio nacional. Después de observar todo el vídeo y entender el contexto en el que este tipo lo expresó, me vinieron a la mente durante el transcurso de la semana toda clase de reflexiones al respecto y es precisamente sobre ellas de lo que deseo esc

These Are My Twisted Words

Debo aceptarlo con toda humildad: desde que leí las columnas de Jordi Soler quien escribe en famoso diario nacional, ya no me siento una persona tan solitaria y extraña en este hermoso planeta. Y es que aquellas columnas en las que hablaba sobre " la economía del espíritu, "contra el pensamiento positivo" o "la formula de la felicidad" me hicieron darme cuenta que por lo menos otra persona en este vasto universo no estaba satisfecha con la manera como se piensa en este mundo ridículo de la actualidad. Y eso es un gran avance. Y es que, siendo sinceros toda esa enorme cantidad de gente (la cual sigue incrementándose) que se la pasa hablando de comer sano, hacer yoga y que se inscribe en cursos de coaching o cosas por el estilo, ya me tiene harto. Son como una tribu de imbéciles, seguidores del cliché (como Soler les llama) que quieren contagiar a los demás de sus supuestos descubrimientos y epifanías brindadas por un guru que se viste completamente de blanco y