Director: Jee-woon Kim
Duración: 120 minutos
País: Corea del Sur
Elenco: Kang-ho Song, Byung-Hun Lee, Woo-sung Jung, Je-mun Yun, Seung-su Ryu, Young-chang Song, Byung-ho Son, Dal-su Oh, Chung-Ah Lee, Kwang-il Kim, Dong-seok Ma, Kyeong-hun Jo, Hang-soo Lee, Hyun Joong Kang, Sung-min Lee, y otros mas.
" Una historia ocurrida en la década de los cuarenta cuando dos forajidos se cruzan con un cazarrecompensas en Manchuria y la rivalidad que florece entre ellos por poseer un supuesto mapa de un tesoro escondido, mientras son perseguidos por el ejercito japones y unos bandidos chinos."
Esta película es fantástica, estimulante y divertida. Sin embargo, hay que decir que más allá de eso no se trata de una encumbrada pieza de arte dramático. Y siendo sincero, tampoco creo que este buscándolo, sus objetivos claramente están muy alejados de tan ambiciosa meta.
Y la verdad es que no es difícil entender porque esta cinta fue tan popular en su país en aquel momento, dado que los papeles principales fueron entregados a algunos de los actores favoritos del publico coreano. Pero quien realmente se roba las escenas en cada oportunidad es el hombre que le da vida al personaje del denominado como Raro, quien cuenta con algunas de las mejores lineas en los diálogos, además de la ambigüedad moral de su personaje, en lugar de ser el bueno o el malo que se presentan de forma inflexible; simplemente se dedica a hacerse querer por la audiencia, y por supuesto hay que mencionar que le ayuda bastante en el asunto el tiempo de pantalla extendido dedicado a su presencia.
Pero más allá de eso, esta obra supera con creces a muchos proyectos de aventura o de acción que resultan genéricos e insípidos preparados por Hollywood en los últimos tiempos, y sin perder el sabor coreano en lo que esencialmente sería un western, agregando un componente diferente a un género que la mayoría en la actualidad no quiere ni acercarse.
La historia es bastante sencilla, cuenta con toda una serie de sujetos (que incluye a los personajes principales, el ejercito japones, algunos luchadores coreanos por la libertad de ese país y algunos mafiosos de Manchuria) tras el mapa de un supuesto tesoro que apunta a antiguas dinastías chinas que fue enterrado en las desérticas tierras de Manchuria; el cual luego de ser robado y terminar en posesión del mentado Raro, convierte a la película en un asunto atractivo y enérgico de principio a fin. En una creación que ofrece un conjunto de secuencias de acción que implican persecuciones masivas e impresionantes escenas que gozan de una gran cantidad de disparos.
Las referencias y la inspiración que se encuentran basadas en el clásico del spaghetti western de Sergio Leone, The Good, The Bad and the Ugly es innegable, pero al mismo tiempo se trata de una película distinta. El director crea una historia llena de diversión, encontrando el equilibrio entre la comedia y la acción estilizada. Sin embargo, trata de establecer muchos elementos y personajes en la historia, aunque todos ellos más bien en conjunto resultan intrascendentes, ya que el centro de la atención de todo el relato cae firmemente sobre los tres protagonistas.
Algunos de los elementos positivos de la cinta incluyen la excelente cinematografía y el trabajo realizado con la cámara, que combina escenas de acción como si de un videojuego se tratara, ofreciendo a la audiencia una perspectiva cercana a la de una tercera persona, en la cual se tiene la oportunidad de ir siguiendo a los personajes en la ejecución de toda clase de maniobras y movimientos, mientras que la ecléctica banda sonora se dedica a brindarle música simple para los oídos.
Jung Woo-sung quien le da vida al Bueno tal vez debe ser quien obtuvo la intervención más corta del trío, con un tiempo en la pantalla limitado a verse gallardo y fresco gracias a la camisa desabotonada que viste todo el tiempo, acompañada de su esplendida escopeta doble. Como cazarrecompensas es solicitado por el grupo de coreanos que luchan por la libertad para ayudarles a recuperar el mapa, lo que también le da la oportunidad de acercarse a Malo para tratar de detenerlo. El personaje no dice mucho, ni hace mucho más que dedicarse a despachar a los malos, y hablando francamente, cae directamente en la parte más cercana a la formula del sujeto fuerte y silencioso de toda película del género. Vamos, algo muy parecido a la labor realizada por Clint Eastwood en el inolvidable clásico antes mencionado.
Por otra parte,en lo que respecta a Lee Byung-hun, quien había colaborado con el director desde sus primeras creaciones, presenta de manera muy convincente su papel como el villano principal de la narración. Se nos muestra como un hombre despiadado y altamente competente en lo que hace, no se inmuta en ningún momento cuando reparte el castigo a sus oponentes, y gracias a este papel, le anunció al mundo que podía ser igualmente hábil cuando se trataba de representar a un infame en la pantalla. Aunque los elogios bien podría ir hacia el encargado del maquillaje, quien trató de lograr que se viera realmente desagradable, usando para ello de muchas cicatrices faciales que intentaron disfrazar su aspecto naturalmente afable. Y las fanáticas femeninas entre el público que se acercan al cine en busca de ojos llenos de bondad, se alegrarían completamente al notar que aparece en una escena sin camiseta, y en mi caso llegar a pensar que con ese abdomen avergonzaría a muchos tipos obesos que abundan en esta nación. Momento para empezar a hacer ejercicio, muchachos.
Pero con toda honestidad, me parece que esta película le pertenece de manera firme a Song Kang-ho por el trabajo realizado con su carismático papel como el Raro. En esta oportunidad, el tipo se roba el espectáculo dejando de lado al par de chicos bonitos con su sola presencia, y de alguna manera queda la impresión de que la experiencia fue una especie de día de campo con este papel de hombre de espíritu libre.
En fin, con una acción bien diseñada (diseñada para regodearse) y ser descarada sin ninguna clase de reparo, esta obra merece ser altamente recomendada por su fusión de escenas que comprenden fuegos cruzados, secuencias con cuchillos y comedia en grandes dosis, a pesar de algunas inconsistencias que calificaría de perdonables.
Cabe hacer énfasis en el último acto que se vuelve bastante indulgente al tratar de alcanzar el espectáculo que bien podría haberse vuelto un poco repetitivo. No obstante que el final consigue el enfrentamiento más que la compensación en lo que es nada mas que un pequeño obstáculo en una película muy agradable.
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