Director: Hal Hartley
Duración: 107 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Adrienne Shelly, Martin Donovan, Rebecca Nelson, John MacKay, Edie Falco, Gary Sauer, Matt Malloy, Suzanne Costollos, Jeff Howard, Karen Sillas, Tom Thon, Hannah Sullivan, Marko Hunt, Kathryn Mederos, Bill Sage, Julie Kessler, Robby Anderson, Chris Cooke, entre otros.
" Aclamada cinta de cine independiente, singular combinación de melodrama y comedia romántica al mismo tiempo, que narra la historia de una joven embarazada que encuentra a su alma gemela en otra persona con problemas para adaptarse a la sociedad que les rodea. Una historia acerca del sexo, el amor, la televisión y la confianza que apenas fue estrenada obtuvo la etiqueta de película de culto."
Quiero suponer que ver Trust a cierta edad en la vida puede ser tanto estimulante como decepcionante. Es decir, sobre ella algunos podrían señalar que los personajes resultan artificiosos e intelectuales en exceso, o que el conflicto entre padre e hijo no da la impresión de ser demasiado verosímil (aunque cuenta con la amargura habitual de un joven universitario en sus primeros años). Además, los gestos y los diálogos pueden ser calificados de rebuscados y pretenciosos en algún sentido. A mi entender todo eso no importaría, puesto que se estarían perdiendo del punto de este filme, la intención de su creador. Para mi gusto, la película no pretende ser realista (aunque suene a disparate), pretende transmitir las turbulencias emocionales de un joven adulto que lucha por liberarse y escapar al final de la orbita de sus padres.
La historia se abre con una chica ignorante y berrinchuda, que es casi un estereotipo de estudiante de preparatoria llamada María que justo en ese instante lleva a cabo una rabieta mientras realiza pequeños ruegos a sus padres a los que escandaliza de forma deliberada al explicarles sus planes de futuro, que implican el casarse con su novio deportista. Ella les explica que tendrá que hacerlo porque está embarazada y luego se esfuma antes de tener la oportunidad de darse cuenta de que la sorpresiva noticia le ha provocado un ataque al corazón a su padre (quien por cierto, termina muriendo).
Desde que desaparece de escena, tenemos un poco más de tiempo para familiarizarnos con ella, antes de que su aparente mundo perfecto empiece a desmoronarse a su alrededor. Durante el día, la muchacha decide ir a comprar ropa y solo se detiene en la escuela a la que se supone que asiste para hablar con su novio. Sin embargo, el peculiar sujeto está mas preocupado por el próximo partido de futbol que por cualquier cosa que ella pudiese contarle; al final la noticia del embarazo solo consigue enfadarlo y entonces le deja claro que no se hará cargo del niño. De manera progresiva las cosas empeoran para ella cuando la echan de su casa, cruza algunas palabras con una mujer demente mientras está sentada en una banca en la parada del autobús y casi es violada antes de retirarse a una casa abandonada donde intenta ahogar sus penas con un six pack de cervezas.
Justo en ese aciago instante, María conoce a Matthew, un talentoso empleado que está tan insatisfecho como ella con sus insensatos jefes y con su exigente padre, tanto que ha desarrollado para su mala fortuna un desagradable y peligroso comportamiento violento. En un principio, parecen ser una excelente pareja, ya que la recién desilusionada María se ha vuelto tan reacia a las tonterías como Matthew. Los dos se van conociendo poco a poco y cada uno se da cuenta de que el otro satisface un deseo innato que hasta ese momento había sido satisfecho. Por desgracia, las circunstancias continúan separándolos y el impetuoso Matthew confía en las personas equivocadas.
El guionista y director Hal Hartley infunde a esta cinta un ingenio cínico de modo singular que encaja a la perfección con el material presentado, para conseguir crear una obra que es la vez tan divertida como emocionalmente atractiva. Además, la película es eficaz desde el punto de vista temático, ya que explora las actitudes de los personajes y cómo se han desarrollado dichas actitudes. En concreto, vemos cómo se abusa y se subvierte la confianza que los personajes depositan en otras personas, en especial en los miembros de sus respectivas familias, y cómo esto ha moldeado su carácter a lo largo del tiempo.
La trama y los incidentes fluyen con naturalidad y a menudo acaban en lugares inesperados. Hay muchas sorpresas, muchas de ellas de tinte cómico. La historia consiste en juntar a los personajes y ver cómo reaccionan. Por ejemplo, el momento en que la protagonista genera un desorden en una cocina ajena provocó que me preguntara, ¿Cómo reaccionará el padre cuando se encuentre con este desmadre?.
Por otra parte, los diálogos (que recuerdan a los de Stoppard o Mamet) son cortantes, enigmáticos y desafiantes. Y casi siempre se vuelven entretenidos. Las personas aprenden unas de otras y cambian, y tal vez sea posible que mejoren. Por ello, aseguraría que la atención en la película no debe centrarse tanto en la trama, sino más bien en una determinada actitud ante la vida: ¿Cuánta confianza debemos depositar en la familia, en los amigos, en los compañeros? En otras palabras, la gente no tiene secretos ni historias, tiene quejas casi metafísicas y sueños frustrados. En ese sentido, tanto Martin Donovan como Adrienne Shelly no solo fueron jóvenes actores carismáticos, sino que interpretaban y reaccionaban con sutileza y concentración. Como sea, ambos gozaban de una química entre si y consiguen mantener esa intensidad sin ir demasiado lejos. Por ello, felicidades al señor Hartley por no intervenir en el asunto y buscar la simpatía fácil o convertir sus motivaciones en cuestiones demasiado evidentes.
Dicho de otra forma, esta creación es una de esas peculiaridades que no solo encapsulan una época y un lugar determinados, sino que también posee la cualidad de presentar algunas verdades genuinas sobre el comportamiento humano y con ello ofrece una experiencia de visionado siempre sugerente.
Como dato curioso y hasta cierto punto irónico me sorprendió mucho enterarme de que Adrienne Shelly había sido asesinada en el año 2006, un hecho lamentable su terrible muerte acontecida justo en el mejor momento de su existencia.
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