Dirección: Serif Gören / Yilmaz Güney
Duración: 124 minutos
País: Turquía / Suiza / Francia
Elenco: Tarik Akan, Serif Sezer, Halil Ergün, Meral Orhonsay, Güven Sengil, Necmettin Çobanoglu, Semra Uçar, Güngör Bayrak, Hikmet Çelik, Sevda Aktolga, Tuncay Akça, Hale Akinli, Turgut Savas, Hikmet Tasdemir, Engin Çelik, Osman Bardakçi, Enver Güney, Erdogan Seren, entre otros.
Un duro retrato de Turquía, sus habitantes y sus autoridades, mostrado a través de las historias de cinco presos a los que se concede una semana de permiso para salir de casa, y los problemas que encuentran para adaptarse al mundo exterior.
Debo admitir que tenía poca experiencia con el cine turco y con el de Oriente Medio antes de ver esta película, y me siguen dando ganas de ver más obras provenientes de aquella parte lejana del mundo. En este caso se trata en esencia de un diario de viaje con historias separadas por completo de varios hombres y sus encuentros en distintos lugares de Turquía durante un permiso temporal que reciben de parte de una prisión gubernamental en la que se encuentran recluidos.
Por ejemplo, uno de estos hombres que es kurdo (una de las minorías étnicas más grandes del Oriente Próximo) y otro quiere apoderarse de su mujer, que le deshonró al tener una aventura mientras su marido se encontraba en prisión.
Todas estas líneas argumentales permanecen como ya lo he mencionado por separado a lo largo de la narrativa, y es en esta peculiar estructura (muy diferente a la de una cinta americana como Magnolia donde las historias se interconectan de alguna manera) donde reside la mayor fuerza y del mismo modo la gran debilidad de la pelicula.
A mi parecer el punto fuerte de toda esta historia es que para un occidental como yo es una manera estupenda de obtener una buena introducción general a varios aspectos de la sociedad turcas. Sin embargo, la citada debilidad es que la primera mitad de su metraje es en extremo complicado de seguir; ya que no se tiene la oportunidad de conocer a ninguno de estos personajes, porque el director pasa de modo constante de una historia a la siguiente, lo que me causó una gran confusión.
Eso si, a pesar de los defectos, los directores Gören y Güney demostraron un verdadero talento cinematográfico. Para mi se trata de una de las películas más duras que haya visto en mi vida, a la altura de otras como la brasileña Pixote en su inquebrantable brutalidad.
Cabe señalar que estos dos directores lograron retratar la Turquía de los años ochenta que vivía bajo una dictadura militar como un verdadero infierno en la tierra; es decir una sociedad anclada en la Edad Media y obsesionada con unas costumbres islámicas rígidas, arcaicas y a veces brutales.
Ahora mal sin bien, con ese tono de denuncia que posee dudo que esta pelicula se haya proyectado nunca, en algún país árabe que se jacte de garantizar un mínimo de libertades entre sus habitantes.
También imagino que será una cinta en especial difícil de ver para las mujeres, ya que el tradicional castigo islámico que sanciona la infidelidad femenina aquí se presenta de forma bastante gráfica.
En mi particular experiencia con el filme me encontré con varias escenas angustiosas que permanecen congeladas en mi mente, en especial una en la que uno de estos prisioneros que protagonizan el relato debe viajar a pie con su mujer y su hijo a través de un páramo ártico que es más que evidente se halla aislado.
Es en escenas como la aludida durante la segunda mitad del metraje donde la historia se vuelve en términos de la experiencia cinematográfica una hazaña envolvente. Dichas escenas son tan excepcionales que me sentí un poco decepcionado por el hecho de que en general no fuese mejor de lo que es; es decir creo que tenia el potencial real para convertirse en una obra maestra, pero según veo da demasiados pasos en falso que son casi de un nivel propio de un novato.
Por suerte, los mentados pasos en falso no son por falta de ambición.
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