Director: Abel Ferrara
Duración: 103 minutos
País: Italia / Estados Unidos
Elenco: Christopher Walken, David Caruso, Laurence Fishburne, Victor Argo, Wesley Snipes, Janet Julian, Joey Chin, Giancarlo Esposito, Paul Calderon, Steve Buscemi, Theresa Randle, Leonard L. Thomas, Roger Guenveur Smith, Carrie Nygren, Ernest Abuba, Frank Adonis, Vanessa Angel, Frank Aquilino, entre otros.
" Recién salido de la prisión, Frank White se reúne con su antigua banda para retomar su posición como "señor de la droga" de la ciudad. Se enfrentarán en sangrientas batallas al resto de capos de la ciudad y lucharán por estar en la cima. Incapaces de volver a poner a Frank entre las rejas, la policía también les declarará la guerra."
Esta es una película que podría calificarse como extraña. En los datos curiosos acerca de la cinta, que pueden servir para armar trivia y que se hallan en dicha sección de una reconocida página de la red dedicada al cine y a la televisión, se indica que el director y el escritor pasaron cinco años trabajando en el guion; sin embargo la historia es demasiado inconexa y no posee una trama que pudiera llamarse sólida. En términos básicos, la historia sigue la vida del capo de la droga Frank White (a quien interpreta Christopher Walken) después de que sale de prisión y vuelve a entrar en el mundo criminal para reclamar su imperio de las drogas. Sin embargo, en este punto queda más que claro que no existe mucho desarrollo de los personajes y muchos de ellos pueden ser definidos como unidimensionales. Y si se quiere, la propia obra bien podría juzgársele por ser demasiado estilizada.
El director Abel Ferrara es uno de los realizadores más singulares de toda la industria y estoy seguro de que eso tiene mucho que ver con la etiqueta de cineasta de culto que lleva a todas partes. He visto la mayoría de sus películas y debo decir que, si bien creo que realiza un trabajo brillante en términos de estilo, también suele carecer de credibilidad a la hora de contar una historia. Es decir, Ferrara se siente atraído por la controversia y, en mi juicio, siempre me ha parecido que está más interesado en comenzar toda clase de problemas que en ofrecer una obra sólida. En este caso, se trata de una cinta típica de gánsteres, pero la controversia que la rodeó en su momento, que incluyo en aquellos años obtener una calificación de X, es lo que la vuelve tan única y, al final también muy entretenida.
Como sea, de alguna manera todos los elementos funcionan y este filme, aunque no podría ser designado como un clásico, bien podría considerarse si como un filme de culto por atesorar una gran cinematografía, magnificas interpretaciones, secuencias de acción cargadas de tensión, además de su decisión de tomar toda clase de riesgos cinematográficos y su absoluta frialdad. Es decir, para una cinta filmada a finales de los ochenta (aunque estrenada en 1990), se trata de una creación adelantada a su tiempo.
La segunda mitad de esta película deben ser sin duda los mejores momentos de la carrera de Ferrara y eso dice mucho considerando los problemas en los que se ha metido a lo largo de los años. El drama es muy intenso, y por una vez, vemos de qué están hechos estos tipos. El director usa un tinte azulado a lo largo de estas escenas, que solo agrega un poco de horror a todo el asunto y la recompensa final es muy apropiada sin que haya tributos heroicos o mensajes llamativos. Estoy consciente de que muchos fanáticos de Ferrara señalan que sus detractores simplemente no entienden al hombre, pero creo que es el director que solo pretende mostrar una parte monstruosa de la realidad y por ende escupir en la cara de los espectadores. En esta película, ese escupitajo ciertamente deja una marca y el director baja el telón dejando en la pantalla una función bastante impresionante.
Christopher Walken regala una gran personificación como el despiadado Frank White. Resultaría llamativo si se diera el caso en el que muchos espectadores que solo conocen a Walken por sus apariciones más recientes como el tipo raro pero que suele ser genial se sorprenderían por la actuación multifacética que ofreció en esta oportunidad. También debe tenerse en cuenta la actuación del difunto Victor Argo (un actor reconocido por haber trabajado tanto con Ferrara como con Scorsese) como el némesis de White en la fuerza policial, un tipo llamado Roy Bishop. El señor Argo brinda una nota perfecta, aunque matizada de un policía cansado que ya lo ha visto todo y que está decidido a atrapar a su hombre.
Por otro lado, Wesley Snipes y Laurence Fishburne estaban aun al comienzo de sus carreras cinematográficas al momento de aparecer en el filme, no obstante se puede ver con claridad las aptitudes que los convertirían mas adelante en estrellas. Ambos aportan profundidad y realismo a sus personajes que, por lo demás, son sujetos estereotipados. En lo que respecta a David Caruso también realiza un gran trabajo con su personaje. Quizás, una de las deficiencias de la cinta es que no hay una protagonista femenina poderosa. Y es que, el protagonista tiene una relación con una de sus abogadas, una tal Jennifer, pero el singular guion omite muchos detalles al respecto (por ejemplo, en primer lugar por qué están juntos). De hecho, todas las mujeres que aparecen en la película son una especie de floreros, lo que se suma a la realidad tan estilizada que concibe la cinta.
Este filme sin duda podría haber sido una de las mejores películas de gánsteres jamás realizadas, pero el guion en términos prácticos no va hacia ningún sitio a lo largo del metraje y por lo tanto quedan demasiadas preguntas sin respuesta. La principal grandeza de Ferrara es el estilo que plasma en la pantalla, su estilo tan particular y la atmosfera de fealdad que logra crear, y que en su mayor parte atesora la película.
No hay duda de que la cinta consigue todo lo que propone conseguir y por ello termina por escandalizar e indignar a la gente. Sin embargo, realmente desearía que el director hubiese concebido un mejor guion para así mezclarlo con tan sugerente estilo, porque no puedo dejar de manifestar que aunque siento que esta obra es muy buena, no puedo evitar sentirme un poco decepcionado porque hubiese podido ser mejor de lo que es.
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