Director: Garry Marshall
Duración: 119 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Richard Gere, Julia Roberts, Jason Alexander, Laura San Giacomo, Ralph Bellamy, Alex Hyde-White, Amy Yasbeck, Elinor Donahue, Hector Elizondo, Judith Baldwin, Jason Randal, Bill Applebaum, Tracy Bjork, Gary Greene, Billy Gallo, Abdul Salaam El Razzac, Hank Azaria, Larry Hankin, entre otros.
" Un apuesto y millonario hombre de negocios llamado Edward Lewis, contrata a una prostituta de nombre Vivian Ward, durante un viaje a Los Angeles. Tras pasar con ella la primera noche, Edward le ofrece dinero a Vivian para que pasa con él toda la semana y le acompañe a diversos actos sociales."
Pretty Woman es una comedia romántica al estilo de los años cuarenta con un toque moderno, que supuso un refrescante antídoto para las películas de aquellos machos recalcitrantes que dominaron la producción de Hollywood en los años ochenta. El hecho de ser una de las películas más taquilleras de aquel 1990, volvió a popularizar las denominadas películas de citas.
Para mantener su imagen en un sitio que le resultase beneficioso y casi hasta saludable, Walt Disney Studios lanzó este filme bajo el paraguas de su compañía auxiliar, la conocida Touchstone Pictures. Pero la obra, un largometraje sobre una prostituta que se convierte en princesa después de conocer al príncipe californiano en turno, no es más sórdido que las cintas animadas creadas por Disney que suelen estar dirigidas a los niños. Es decir, el mensaje, los valores y los arcos narrativos empleados son todos iguales.
Pero veamos, ¿en qué consiste la trama del filme? Es simple: Richard Gere interpreta a un millonario que está deprimido porque su padre no lo ama. Desilusionad, se prepara para desmantelar y reducir el tamaño de su imperio corporativo de dimensiones gigantescas. Por suerte, conoce a una prostituta personificada por Julia Roberts. Entonces, el príncipe resuelve colmarla de dinero, riquezas y ropa fina, por su parte ella le enseña a ser un buen hombre de negocios que en un futuro próximo se dedicara a dar empleo a los constructores de barcos. De tal manera que, ella lo rescata de la depresión y del capitalismo tóxico (haciendo un guiño a estas épocas aciagas); en lo que respecta a Edward, el la rescata de los tugurios, la prostitución y, ergo el capitalismo tóxico. En otras palabras la pareja ya no jode a la gente, ya sea practicando el servicio de la prostitución o como asaltantes corporativos, sino que de ahora en adelante participaran en lo que parecen ser transacciones morales. Por lo tanto, se casan, viven felices para siempre y él construye barcos de guerra.
Como sucedía con aquella cinta de nombre Indecent Proposal lanzada por aquellos inicios de los noventa, los super millonarios son inicialmente sujetos malévolos, pero después a medida que avanza la trama se revelan a sí mismos como bondadosos y decentes. Mientras tanto la prostitución como oficio es favorable, limpia, rentable, divertida y simplemente otra opción de carrera. Por lo que las mujeres, como prostitutas, suelen tomar sus propias decisiones y son totalmente independientes, fuertes y gozan del control de sus cuerpos y sus propias elecciones. Para demostrarlo, se utiliza una especie de porno suave y la estética predominante ante ello es la que se inclina ante la abundancia, las riquezas, el materialismo y el dinero. Desde luego el objetivo final es siempre la felicidad conyugal monógama, dado que las mujeres se rebajan con gusto para estar con sus ricos proveedores y el amor suele conquistar todas las dificultades y es muy perseverante.
Vivian es una prostituta y nada más. No sabemos casi nada de su vida, ni los motivos por los que ha tomado el camino de la prostitución, pero es de modo notable hermosa y se destaca entre las otras chicas que, junto a ella, esperan a algún cliente que decida llevárselas. Por casualidad, su camino se cruza con el de Edward Lewis, un millonario que hizo una fortuna comprando y desmantelando empresas fallidas. No estamos seguros de por qué decide contratarla, parece una decisión tomada a la ligera, pero el asunto es que le cambia la vida a esa mujer de una manera que recuerda a Breakfast at Tiffany's.
Por supuesto que esta comedia romántica parte de suposiciones poco realistas. Incluso los millonarios que contratan prostitutas no creo que deban salir a la calle a buscarlas o a relacionarse con ellas. Por otro lado, una prostituta de ese tipo nunca se vería tan limpia e inmaculada como Julia Roberts en esta historia. Aquí hay algunas fallas en el realismo que pueden comprometer la historia, dependiendo de la importancia que cada uno les dé. Pero, en última instancia, digamos que es una película de ensueño, casi una fantasía. Por ese motivo se insiste en aquello de ¿Cuál es tu sueño? Todos en Los Ángeles tienen un sueño. Esa frase es lo que manifiesta un hombre en la calle durante el cierre de la historia, y este elemento casi puede ser la moraleja de la fábula: hay sueños que, con un toque de suerte, pueden hacerse realidad.
En mi caso, destacaría la actuación de Julia Roberts, cuya participación en este filme propició que la actriz pudiera dar el salto hacia el estrellato, lo cual fue bastante justo. Desde luego posee talento y presencia, como se vería en creaciones posteriores (Nothing Hill, Erin Brockovich, etc.). En lo que respecta a Richard Gere termina por construir una buena pareja romántica con ella y se vuelve creíble en el papel de un millonario que se ha enamorado y parece necesitar la atención femenina. Ambos dominan la película y dan vida a los mejores momentos, que van desde escenas románticas y conmovedoras hasta las más divertidas que podemos ver. Junto a ellos, un reparto secundario capaz pero discreto, donde Héctor Elizondo asume el papel de un hotelero rígido y profesional.
A mi entender, esta película siempre será una apuesta arriesgada, aunque solo sea por el fuerte prejuicio que la sociedad sigue teniendo hacia la prostitución. Y creo que algunos a lo largo de los años han escrito duras criticas a esta creación solo por involucrar a una prostituta en la historia. Pero las prostitutas no son criaturas viles, contaminadas y enfermas que deban vivir al margen de la sociedad.
A menudo se trata de mujeres (y claro, algunos hombres) que no han tenido suerte en la vida o han tomado decisiones equivocadas, o se trata de inmigrantes que han sido engañados y están tratando de ganar dinero sin dañar a nadie, con frecuencia bajo la cruel dictadura de proxenetas que solo piensan en las ganancias. Por lo tanto, darle un toque de glamour al asunto es un error, pero satanizarla es aun peor. Es una señal de una mente pequeña y falta de valores y de empatía por todos aquellos que han sido menos afortunados que nosotros. Peor que vivir de hacer dinero con el propio cuerpo debe ser matar o robar, y no faltan cintas que le den glamour al robo y al asesinato sin que a nadie le importe.
Comentarios