Director: Abbas Kiarostami
Duración: 98 minutos
País: Irán
Elenco: Hossain Sabzian, Mohsen Makhmalbaf, Abolfazl Ahankhah, Mehrdad Ahankhah, Monoochehr Ahankhah, Mahrokh Ahankhah, Nayer Mohseni Zonoozi, Ahmad Reza Moayed Mohseni, Hossain Farazmand, Hooshang Shamaei, Mohammad Ali Barrati, Davood Goodarzi, Haj Ali Reza Ahmadi, Hassan Komaili, Davood Mohabbat, Abbas Kiarostami, entre otros.
" Basada en un hecho real, esta interesante película se presenta en apariencia como una mera reconstrucción documental de los sucesos que llevaron al juicio del pobre Hossein Sabzian por intentar cometer un fraude al hacerse pasar por un afamado director de cine."
Aunque es muy probable que no sea una de las películas más trascendentales o más profundas que se hayan realizado en la historia del cine (como lo aseguran una gran cantidad de críticos), esta creación de Abbas Kiarostami es sin duda un logro notable, una cinta muy interesante y, en gran parte de su metraje un filme que resulta fascinante.
La cuestión sobre ella es que, ya sea que se trate de un pseudo o un documental a medias, Kiarostami mantiene todo el asunto en un tono muy ambiguo. Es decir, la historia que decide contarnos resulta ser auténtica, pero la forma de narrarla se vuelve bastante impredecible. El protagonista de ella es un tal Hossain Sabzian que era un hombre desempleado, divorciado y que en pocas palabras en la pantalla se presenta como un ser humano patético. Además, se trata de un sujeto que disfruta mucho del cine y, cuando se le aparece la oportunidad, le asegura a una mujer llamada Mahrokh Ahankhah a la que se topa en el transporte publico que él es el famoso director de cine Mohsen Makhmalbaf. Para la fortuna del estafador, tanto la mujer como su familia hace poco que han disfrutado de una de sus películas y ella decide invitarlo a su casa a cenar.
Estando en casa de la familia Ahankhah, el embaucador determina continuar con su farsa y comienza a mentirles acerca de querer realizar una película protagonizada por la familia en su totalidad, usando desde luego su hogar como escenario para la trama. Para ello, revisa la casa y sus alrededores en busca de futuras locaciones e incluso resuelve pedirle dinero prestado al hijo menor para que el filme pueda ser producido. La peculiar relacion entre timador y timados continua, pero pronto se enteran del fraude que está cometiendo. De tal forma que lo arrestan y lo llevan ante un tribunal por cargos de fraude.
Ahora bien, una buena parte de la narrativa que he descrito no se muestra en la pantalla. El argumento de la obra comienza con el arresto de Sabzian visto desde el exterior. Como sea, no se si más adelante era posible comentarlo o si de plano no hubiese sido posible concretarlo en esta breve reseña, pero me gustaría expresar mi querencia por las dos escenas en el arranque en las que la cámara se centra en una lata vacia de pintura en aerosol alargada y de color verde que rueda calle abajo. Desde luego, no estoy seguro si esta cotidiana imagen podría suponerse que representa algo en el relato o solo fue un capricho del director; sin embargo la cámara logró capturar el momento de un modo maravilloso mientras rueda sobre un par de hojas secas, las levanta y las lanza a unos pocos centímetros en el aire.
Mientras la singular trama avanza, vemos al propio Kiarostami preguntarle a Sabzian si puede ser posible que documente su futuro juicio en una película. Por supuesto, como el gran amante del cine que es el extraño charlatán, está de acuerdo en que suceda.
Consideremos ahora que la mayor parte de la cinta tiene lugar en el juicio, donde Sabzian se dedica a defenderse y el miembro más joven de la familia Ahankhah se enfrasca en procesarlo. Por supuesto, hay un juez que preside todo el evento. Y es evidente que nunca se sabe realmente si las imágenes del juicio son legitimas o una recreación de ellas. En ese tema en particular, he leído un poco sobre la película, y ambas circunstancias son reivindicas por diferentes críticos. En lo personal, creo que todo es una recreación por un par de razones diferentes (que en este caso no tengo ganas de repasar, dado que no me parece que sea un asunto tan importante).
Más adelante, la narrativa en un par de ocasiones hace uso del recurso del flashback. Entonces vemos al señor Sabzian y a la señora Ahankhah en el autobús en su primer y fatídico encuentro. También volvemos al momento del arresto, pero esta vez lo experimentamos desde el interior de la casa de la familia que estuvo a punto de ser engañada. Durante el juicio, Sabzian explica sus razones para hacerse pasar por el renombrado director Makhmalbaf, que en realidad son muy conmovedoras.
A su vez, destacaría que el filme posee también un ligero toque de humor que se muestra de forma muy sutil y que se abstiene de burlarse del propio tema del que se ha dispuesto a hablar. Habría que decir también que se plantean algunas interrogantes sobre el culto a la identidad y sobre el poder del cine. Sin embargo, me parece que debido a lo corto del metraje, ambos temas no son completamente explorados. Creo que la mayor falla de la obra, el mayor problema de Kiarostami es lo que podría denominar la inquebrantable fe que atesora en la absoluta ambigüedad con la que decidió cargar a su creación. Dicho de otra forma, la idea es interesante y en la forma de abordarla se vuelve bastante eficaz, pero no debe tomarse con demasiada seriedad, con un exceso de profundidad. Es decir, otras cintas han explorado el género documental con el mismo o un resultado más provechoso.
Por citar un claro ejemplo de lo que menciono, tenemos la ultima producción de Orson Welles, F for fake, que es una cinta mucho más entretenida que la obra de Kiarostami, aunque también tiene sus flaquezas. En mi experiencia, la mejor pelicula de este estilo que he visto es la obra maestra dirigida por Victor Erice de título Dream of Light (también conocida como The sun of the quince) que fue realizada un par de años después. Aquella cinta me dejó mucho más, demasiadas cuestiones en qué pensar, tanto en sus temas como en su alegría con el género documental que Close-Up.
Sin embargo, este filme, como he afirmado es un logro del que no hay que burlarse.
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