Ir al contenido principal

Ai no korida (1976)


 

Dirección: Nagisa Ôshima

Duración: 102 minutos

País: Francia / Italia / Japón

Elenco: Tatsuya Fuji, Eiko Matsuda, Aoi Nakajima, Yasuko Matsui, Meika Seri, Kanae Kobayashi, Taiji Tonoyama, Kyôji Kokonoe, Naomi Shiraishi, Shinkichi Noda, Komikichi Hori, Kikuhei Matsunoya, Akiko Koyama, Yuriko Azuma, Rei Minami, Machiko Aoki, Mariko Abe, Kyôko Okada, entre otros.

Basada en una historia real ambientada en el Japón de antes de la guerra, un hombre y uno de sus sirvientes comienzan una tórrida aventura amorosa. Su deseo se convierte en una obsesión sexual tan fuerte que, para intensificar su pasión, renuncian a todo, incluso a la propia vida.

Aunque no es el elemento más dominante, no creo que sea injusto decir que el componente más consistente (y sin duda el más atractivo y digno de elogio) es la maestría fundamental de la cinta. En el reino de los sentidos (como se le conoce en este país) está rodada de manera suntuosa y realizada en todos los aspectos.

La fotografía de Hideo Ito es exuberante, nítida y vivida, un verdadero placer para el espectador, y lo mismo puede decirse de la orquestación de planos y escenas de Nagisa Ôshima. 

No hace falta decir que esta obra artística de Ôshima cuyo renombre se atribuye, en su totalidad o en parte a la controversia pública no es para personas aprensivas, ya que su contenido explicito que se presenta de forma descarada (es decir actividad sexual no simulada, incluyendo felación, coito y una traviesa broma con un huevo que eclosiona) acaba con la ultima defensa de cualquiera sobre la copula humana, derribando así su santuario tabú, desmitificándolo con una franqueza sin pretensiones y profundizando con audacia en el tema de la sexualidad femenina, a menudo oprimida y marginada.

Sí, en realidad está basada en una historia real ocurrida en la década de 1930 que involucra a una mujer de nombre Sada Abe.

Cuando Sada Abe, una ex prostituta que trabaja como camarera en un hotel de Tokio, ve por primera vez a su jefe Kichizõ Ishida, lo hace en medio del acto conyugal entre él y su esposa Toku, un acto sexual ritualista y sin pasión que la hechiza.

Así que cuando el viril Kichizo se enamora de ella, se enciende algo incontenible, su aventura ilícita se extiende como un incendio, se quedan juntos en varias posadas, entretenidos por diversas geishas, y a partir de entonces, el director aprovecha sus actividades realizadas en interiores, interrumpidas solo por las salidas necesarias, es decir, cuando Sada tiene que ganarse la vida prostituyéndose o cuando Kichizo se ve obligado a visitar su casa durante tres días.

Son estas separaciones en apariencia breve y los celos resultantes los que atormentan a ambos seres desenfrenados y los empujan a tomar medidas más extremas en su infinita exploración sexual, hasta que Sada descubre que estrangular a su impetuoso amante durante la incursión sacia su aumento libidinoso, por lo que determina que no queda de otra más que seguir haciéndolo.

Ahora bien, lo que cautiva a los espectadores como yo es la sanguinaria descripción que realiza el polémico Ôshima de la lujuria de Sada y su arraigada adoración por el miembro viril, cada minuto que pasa buscando las partes intima de Kichizo, el hecho de que ella lo domina por completo, lo monta de forma dictatorial, le hace lo que ella quiere; dicho de otra manera casi que podría ser la peor pesadilla de cualquier hombre.

Sin embargo, hay algo de verdad en la discrepancia entre los orgasmos masculinos y femeninos: y¿qué pasa si un hombre no puede satisfacer sexualmente a la mujer que ama?, lo cual no deja de ser un temor perpetuo que se cierne sobre el ego de todo hombre heterosexual y que, si se maltrata, puede provocar un abismo.

Hay que reconocerle al cineasta que tuvo numerosos problemas con la censura, y se caracterizó por ser un realizador que abordó temas polémicos y atrevidos su audacia al exponerlo de esta manera, por radical que parezca, y exigirnos que reexamináramos las diferentes vibraciones en el equilibrio sexual entre hombres y mujeres.

Por el contrario, todo el esfuerzo de Ôshima esencialmente despoja de su carga erótica y desensibiliza el sexo en sí mismo cuando nos acostumbramos a su indulgencia sexual excesiva, no es amoroso, ni estético, ni siquiera excitante en su acepción más ortodoxa, lo que provoca que se sumirá en lo más bajo, en un acto estimulado de forma única por el deseo más primitivo.

A su vez, si se sitúa su perversión en el contexto de la época, puede interpretarse como una resistencia al espíritu de su tiempo, y la disposición anti militar de Ôshima queda patente en la escena en la que el protagonista avanza con un aire sombrío junto a una banda de militares que desfilan en dirección opuesta a la multitud que agita banderas.

Tanto Eiko Matsuda como Tatsuya Fuji se armaron de valor para interpretar sus controvertidos papeles, una devoción incondicional por el arte incluso sabiendo de antemano que la pelicula afectaría a sus carreras como actores, mientras que Matsuda encarna a la perfección la posesividad excesiva de Sada, su lujuria insaciable y su convicción inquebrantable de que como dicen los españoles ir a por todas.

En lo que respecta a la resignación caprichosa de Kichizo al que encarna Fuji es mucho más reveladora en lo que da la impresión de ser una mente ociosa, ya que la desilusión y el malestar podrían ser la causa más pertinente detrás de su comportamiento destructivo. 

Ambos merecen ser puestos en un pedestal por su audacia trascendental, junto con la pelicula en si, una causa celebre sui generis que desecha la ultima hoja de parra usada por el ser humano para expresar su agudo punto de vista.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Weird Fishes/Arpeggi - Radiohead

Esta vez describiré mi fascinación por una canción que considero maravillosa, simplemente por las imágenes que proyecta sobre el escucha y la calidad de las voces que hay en ella. Enseguida trataré de dar mi opinión más detallada sobre la misma, y lo que para mi significa su letra. Claro, todo ello englobado en una apreciación muy subjetiva. Claro, como suele ser cuando se habla de gustos o ciertas inclinaciones muy personales. Si bien mi interpretación a alguna persona le pudiera parecer inútil y estúpida (aunque ninguna realmente lo sea), sigo creyendo que esta canción tiene un inmenso poder y cierta disposición hacia la muerte que de alguna forma la convierte en una obra profunda y misteriosa. Y sin embargo, tan profundamente humana. He leído algunos puntos de vista sobre la creación de Thom Yorke y compañía  en los cuales se habla de una creación cuya esencia se encuentra dirigida hacia el escape como el tema relevante, el tema en particular que merece la atención más q...

The Smiths - I Know It's Over

No hay una partícula de duda en mi mente que sobre esta canción (como en todas) pueden existir varias interpretaciones diferentes acerca de lo que está expresando realmente. Tantas como humanos habitan en este planeta. Para ser completamente acertados en el mensaje, supongo que tendríamos que preguntárselo a Morrissey.  Sin embargo, como eso por el momento no es posible, aquí dejo mi interpretación, si usted desea leerla. Para un hombre como yo, viviendo a la mitad de los treinta, aquí está mi lectura y apreciación de la obra: En primer lugar, me gustaría afirmar que esta es una de las canciones más tristes que se hayan escrito jamás. No obstante, a pesar de su evidente desconsuelo, cualquiera de nosotros podemos sentirnos identificados con ella. Claro, si es que se está experimentando algo parecido a lo que nos parece narrar. A mi entender existe la posibilidad que se trate del diálogo interior que el protagonista está teniendo con su madre (que parece estar muerta). De...

Apocalypto (2006)

Director: Mel Gibson Duración: 139 minutos País: Estados Unidos Elenco: Rudy Youngblood, Dalia Hernández, Jonathan Brewer, Morris Birdyellowhead, Carlos Emilio Báez, Amilcar Ramírez, Israel Contreras, Israel Ríos, María Isabel Díaz Lago, Espiridion Acosta Cache, Mayra Serbulo, Iazua Larios, Lorena Hernández, Itandehui Gutierrez, Sayuri Gutierrez, Hiram Soto, José Suárez, Raoul Max Trujillo, Gerardo Taracena, entre otros. " Cuando el poderoso Reino Maya se encuentra enfrentando su inminente decadencia, un joven es tomado prisionero y llevado a un peligroso viaje en donde conoce un mundo gobernado por el miedo y la opresión." Espero que se me permita ser completamente franco y realizar mi breve reseña de la película que esta vez me ocupa, explicando todo el asunto que expone la misma y la manera en que la interpreté. En primer lugar diría que Mel Gibson  no tiene ningún interés en la cultura maya; es decir, ni en conocerla, ni mucho menos en comprenderl...