A los que les perdonen los pecados

Gafas para el sol, gorra azul marino al igual que el pantalón, macana en el flanco izquierdo de su cinturón, camisa blanca, en su mano sujeta una bandera de color naranja con una línea blanca que la divide y realmente parece aprisionada allí. Así lo percibo. Es un hombre de unos 40 años aproximadamente o quizás más o tal vez menos, tan pronto me siento aquí se me acerca y me estira la mano para saludarme en un gesto cordial, y me pregunta que cómo me llamo. Él también me dice su nombre, sin embargo no alcanzo a comprenderlo bien porque su hablar es apresurado, por lo mismo con una mala dicción. Después preguntárselo sé que su nombre es Ricardo.
Me expresa abiertamente que está realizando un "proyecto" que consiste en ubicar del otro lado de la calle a otro empleado, que cumpla la misma función que él. Lo justifica sin necesidad de que lo hiciera al decirme : "es por seguridad". Para que ese "proyecto" se lleve a cabo es necesario recolectar firmas de los alumnos y me pide la mía, inquiere "¿Le afectaría a su economía darme diez pesos mensuales?".
Por lo tanto concluyo: este policía tiene cara de idiota, sin embargo no parece serlo y le deseo que su idea se cristalice para que obtenga un mejor sueldo o que mejor se vaya. Realmente se ve muy jodido, creo que le hace falta adquirir un nuevo uniforme que incluya unas botas, una camisa blanca, gorra y lentes; por supuesto nuevos.