Desde que esta novela de Stephen King se llevó a la pantalla, que originalmente fue una serie de televisión lanzada en el año de 1990, muchas personas le tienen un pavor enorme a los payasos y a todo el que se disfrace de algo, ya sea de algo tan simple como un mono o de un ex-presidente.Para mí no es la mejor película de terror que se haya realizado, sin embargo habría que considerarla seriamente en una lista un poco más amplia, quizá entre las cien y aún para eso habría que evaluarlo detenidamente.
La violencia es mínima, hay poca sangre y montones de gritos. Es bastante larga, por lo que sólo recomendaría verla cuando se tenga tiempo de sobra (que en estos tiempos no sucede muy a menudo), yo la dividiría en 2 partes que corresponden al pasado y al presente; de las cuales la primera es la mejor en mi punto de vista.
Por otra parte, aunque la mayor parte de los actores adultos son una basura y los infantiles aceptables, Tim Curry como el payaso bailarín Pennywise, está muy creible, terrorifico y en el mejor papel de su carrera después de ser el Dr. Frank N. Furter en el musical dirigido por Jim Sharman.
No puedo contar más detalles de la trama, ya que no es mi estilo. No me gusta andar relatando las películas, así que mejor sería que la viera quien pudiera. No es la recomendación de la semana ni algo cercano. Únicamente es una visión muy, muy subjetiva de las cosas. Tenía ganas de hablar de algunos aspectos del final de la cinta, porque en alguna conversación con cierto sujeto aparecieron algunas dudas que entre ambos despejamos posteriormente. Deseaba comentarlas, ya no me dan ganas. Mejor me voy a echar una siesta.
Si se encuentran a Pennywise por alguna cloaca, tengan cuidado, no vaya a ser la de malas que les arranque un brazo o algo más.
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