Otro mes está a punto de concluir y muchas cosas han sucedido en estos casi 30 días que lleva octubre. La gran parte de ellas son aprendizaje, pero no del que se adquiere en las aulas, sino del otro, el de la vida. Y toda esa "instrucción" no ha sido de una manera gozosa, ni radiante, ni divertida. Sí despiada, bestial, inhumana.
La verdad es que en estos momentos me encuentro desarrollando una de esas tretas que me encantan. Son de esos engaños que me suelen salir bastante bien y cuando este día se acabe, sólo habrá una de dos que decir al respecto: o me descubrieron para tomar desde este momento en adelante la etiqueta de 'mentiroso' o definitivamente soy un genio en esta clase de trucos.
A mi en lo particular me gusta nombrarles estratagemas, suena más "elegante".
No estoy en condiciones de relatarlo ahora, puesto que el tiempo y lo enredado de la situación, no me lo permiten. Sin embargo, no estoy seguro que a todas las personas les pueda resultar divertido de la misma manera que a mi; quizá muchos pensarían que nada de esto tiene sentido y es que tal vez tengan razón si lo aprecian desde un punto de vista objetivo. No obstante, yo que soy toda subjetividad, me parece que esta clase de actividades son entretenimiento gratuito.
Y como en mi existencia los pasatiempos suelen ser más que escasos, no queda más que aprovechar la oportunidad de burlarse de vez en cuando de algunos superiores. Para mí es todo un rito, que cuenta con un protocolo a seguir y el "titular" del juego no puede arrepentirse, ni asustarse de lo que está haciendo. Si lo hace, ya valió madre. Por lo tanto se necesita temple, nervios de acero, cuidar cada detalle para no ser descubierto y es que como lo hemos escuchado tantas veces, el principio fundamental de todo esto es: una mentira requiere otras mentiras.
Antes sentía como todo ser humano un poco de culpa. Ese sentimiento que nos condiciona a todo momento y que yo he superado actualmente. A veces esa emoción nos ayuda a reconocer si hemos dañado a alguien, por ejemplo yo en este instante sé que estoy perjudicando a algunas personas y ¿saben qué? no me importa.
Bueno, yo me despido, no sin antes desearles feliz día de muertos. Espero poder tener la posibilidad de contar lo que voy a hacer y que después será lo que hice.
¿Ven como cambia tan simple el futuro y el pasado? ¿Cómo pasa con celeridad el tiempo frente a nosotros, sin que lo notemos?
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