No sé si llegarás a leer esto, no me preocupa en absoluto, la verdad entras por aquí cuando te apetece, así que si lo ves, lo leerás o puede que con lo inestable que te has vuelto, te encuentré en época de no tener ganas de navegar y una vez fuera de la jugada nunca lo veas.
¿Quién sabe? Nunca supe realmente lo mucho o poco que entrabas por aquí, lo único que sabía es que entrabas más de lo que yo pensaba (y tú me decías). Además tampoco te gustaba mucho de lo que escribía, aunque en tu posición hipócrita decías que si.
Es lo negativo que tiene esto de poseer un blog y que lo sepa la gente que conoces antes de tenerlo, que hay gente que lo lee sin decirme nada, en plan furtivo. Como si con eso consiguieran saber más de mi.
!Pero que ingenuos y estúpidos son!
El caso es que no te mereces que te vuelva a dirigir la palabra, sin embargo deseo al menos soltar las palabras "al viento", y si te llegan, que te las encuentres todas y cada una golpeando tu cara (si, en esa tan dura y grande que disfrutas).
No suelo arrepentirme de nada, que no significa esto que no cometa errores, pero jamás me arrepiento; total, ¿de qué sirve arrepentirse cuando ya no puedo dar marcha atrás? ¿no?
Pero contigo es distinto, tú has sido mi mayor error hasta la fecha, y me arrepiento no sabes cuanto de haberte conocido.
Ya que cometer equivocaciones es humano, sin embargo contigo he repetido una y otra vez, íluso de mí pensando que habría distinto final, y siempre para encontrarme de frente con la misma realidad, que eres una escoria humana. Que te alimentas de la energía de los demás, que sólo piensas en ti, que eres incapaz de querer de verdad a alguien puesto que únicamente te interesa lo que eres capaz de sacarle a cada persona; te da igual si se llama Pepe, Armando o Javier, mientras tengas tu "dosis" de alegría, todo te da igual.
Y si uno te falla no pasa nada, mientras te aferres a otro tonto que cubra el vacío, sólo te costarrá unas cuantas lágrimas de cocodrilo, que el papel de víctima lo desarrollas perfectamente.
Aún así, de todo este gran yerro que has sido en mi insignificante vida, también he obtenido cosas positivas.
Ahora estoy seguro, sé que nunca te importé realmente, que las de tu clase son las peores, que contigo no iba a ningun sitio. He aprendido gracias a ti a contar con la capacidad de poder observar cuando gente como tú viene hacia mí, a la escoria que sólo sabe recibir sin dar, a la gentuza, desechos humanos que no tiene reparos en aceptar cualquier regalo material o inmaterial teniendo conciencia plena que nunca harían lo mismo por la persona que se los brinda.
Así que, a pesar de todo, fíjate bien, lee detenidamente, tengo algunas cuestiones que agradecerte.
Hubo una época en la que pensaba con regularidad una simple pregunta: ¿Qué hubiera sido de nosotros si no nos hubiéramos dejado de ver?
Ahora he dejado de preguntarmelo, porque luego de mi "última sesión" contigo, tengo todas las respuestas que necesitaba.
Entiendo ahora que fue una buena idea no "mezclarme" con tus "amistades", por evitar que se pudiera cerrar el círculo. Fue lo mejor para alguien que basa su día a día en la mentira y el engaño: mintiendo a tus padres, a tus "amigos", en el servicio, en la universidad, a ti misma...
Claro, es lógico, llega un momento en el que ya no puedes distinguir la verdad o a quién le has dicho una mentira o a quién otra.
Por supuesto, es mejor no combinarlos, no sea que les dé por hablar del mismo tema y descubran alguna de tus farsas.
Bueno, sólo hay un motivo por el que realmente me gusaría que estuvieras leyendo esto: para que puedas leer una y otra vez hasta que te quede grabado en tu mente putrefacta que No quiero volver a saber nunca más de ti. No quiero mensajes ni llamadas al celular, ni correos, ni comentarios en el blog, ni cartas contándome lo mucho que me extrañas y lo importante que soy para ti y en tu vida.
Sigue mi consejo y ahórrate tu palabrería barata, tus falsas promesas, tus "campañas promocionales" de niña buena, tus típicas frases rastreras, tus chantajes emocionales, búscate a otro imbécil que timar (u otro que te time a ti), búscate a otro que te alegre la vida cuando te ahogas en un maldito vaso de agua, búscate a otro que te suba el ego cuando no te gustas ni por dentro ni por fuera, búscate a otro que esté ahi para ti en todo momento.
¿Quién sabe? Nunca supe realmente lo mucho o poco que entrabas por aquí, lo único que sabía es que entrabas más de lo que yo pensaba (y tú me decías). Además tampoco te gustaba mucho de lo que escribía, aunque en tu posición hipócrita decías que si.
Es lo negativo que tiene esto de poseer un blog y que lo sepa la gente que conoces antes de tenerlo, que hay gente que lo lee sin decirme nada, en plan furtivo. Como si con eso consiguieran saber más de mi.
!Pero que ingenuos y estúpidos son!
El caso es que no te mereces que te vuelva a dirigir la palabra, sin embargo deseo al menos soltar las palabras "al viento", y si te llegan, que te las encuentres todas y cada una golpeando tu cara (si, en esa tan dura y grande que disfrutas).
No suelo arrepentirme de nada, que no significa esto que no cometa errores, pero jamás me arrepiento; total, ¿de qué sirve arrepentirse cuando ya no puedo dar marcha atrás? ¿no?
Pero contigo es distinto, tú has sido mi mayor error hasta la fecha, y me arrepiento no sabes cuanto de haberte conocido.
Ya que cometer equivocaciones es humano, sin embargo contigo he repetido una y otra vez, íluso de mí pensando que habría distinto final, y siempre para encontrarme de frente con la misma realidad, que eres una escoria humana. Que te alimentas de la energía de los demás, que sólo piensas en ti, que eres incapaz de querer de verdad a alguien puesto que únicamente te interesa lo que eres capaz de sacarle a cada persona; te da igual si se llama Pepe, Armando o Javier, mientras tengas tu "dosis" de alegría, todo te da igual.
Y si uno te falla no pasa nada, mientras te aferres a otro tonto que cubra el vacío, sólo te costarrá unas cuantas lágrimas de cocodrilo, que el papel de víctima lo desarrollas perfectamente.
Aún así, de todo este gran yerro que has sido en mi insignificante vida, también he obtenido cosas positivas.
Ahora estoy seguro, sé que nunca te importé realmente, que las de tu clase son las peores, que contigo no iba a ningun sitio. He aprendido gracias a ti a contar con la capacidad de poder observar cuando gente como tú viene hacia mí, a la escoria que sólo sabe recibir sin dar, a la gentuza, desechos humanos que no tiene reparos en aceptar cualquier regalo material o inmaterial teniendo conciencia plena que nunca harían lo mismo por la persona que se los brinda.
Así que, a pesar de todo, fíjate bien, lee detenidamente, tengo algunas cuestiones que agradecerte.
Hubo una época en la que pensaba con regularidad una simple pregunta: ¿Qué hubiera sido de nosotros si no nos hubiéramos dejado de ver?
Ahora he dejado de preguntarmelo, porque luego de mi "última sesión" contigo, tengo todas las respuestas que necesitaba.
Entiendo ahora que fue una buena idea no "mezclarme" con tus "amistades", por evitar que se pudiera cerrar el círculo. Fue lo mejor para alguien que basa su día a día en la mentira y el engaño: mintiendo a tus padres, a tus "amigos", en el servicio, en la universidad, a ti misma...
Claro, es lógico, llega un momento en el que ya no puedes distinguir la verdad o a quién le has dicho una mentira o a quién otra.
Por supuesto, es mejor no combinarlos, no sea que les dé por hablar del mismo tema y descubran alguna de tus farsas.
Bueno, sólo hay un motivo por el que realmente me gusaría que estuvieras leyendo esto: para que puedas leer una y otra vez hasta que te quede grabado en tu mente putrefacta que No quiero volver a saber nunca más de ti. No quiero mensajes ni llamadas al celular, ni correos, ni comentarios en el blog, ni cartas contándome lo mucho que me extrañas y lo importante que soy para ti y en tu vida.
Sigue mi consejo y ahórrate tu palabrería barata, tus falsas promesas, tus "campañas promocionales" de niña buena, tus típicas frases rastreras, tus chantajes emocionales, búscate a otro imbécil que timar (u otro que te time a ti), búscate a otro que te alegre la vida cuando te ahogas en un maldito vaso de agua, búscate a otro que te suba el ego cuando no te gustas ni por dentro ni por fuera, búscate a otro que esté ahi para ti en todo momento.
Porque a mí ya no me engañas.
Comentarios