Director: Robert Zemeckis
Duración: 104 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Bob Hoskins, Christopher Lloyd, Joanna Cassidy, Charles Fleischer, Stubby Kaye, Alan Tilvern, Richard LeParmentier, Lou Hirsch, Betsy Brantley, Joel Silver, Paul Springer, Richard Ridings, Edwin Craig, Lindsay Holiday, Mike Edmonds, entre otros.
" Hollywood, 1947. Eddie Valiant, un detective de poca monta, ha sido contratado para encontrar pruebas que demuestren que Marvin Acme, magnate del negocio de los artículos de broma y dueño de Toontown, está rondando a Jessica Rabbit, mujer fatal y esposa de la superestrella del Maroon Cartoon, Roger Rabbit. Cuando Acme aparece asesinado, todas las pruebas apuntan a Roger, y el siniestro y ambicioso Juez Doom está decidido a condenarlo como sea. Roger suplica a Valiant que le ayude a encontrar al verdadero culpable, pero el asunto se irá complicando a medida que Eddie va descubriendo, escándalo tras escándalo, que la propia existencia de Toontown corre peligro."
¡Qué bien me la pasé! Desde el endiablado corto inicial con Roger Rabbit y el Bebé Herman como maestros de ceremonias, hasta la escena final con todos esos dibujos que me habían acompañado desde la infancia cerrando la función, aquello fue una experiencia sin igual. Es difícil destacar unas cosas por encima de otras. Esto es cine de verdad, se nota el cariño en cada detalle, las ganas de hacer las cosas bien, de ofrecer algo que guste. Los personajes son carismáticos, la mezcla entre ambos mundos es increíble, la trama es puro cine negro, es muy divertida, tierna, está repleta de guiños cinéfilos y no da tregua a tu retina porque siempre está pasando algo que llama la atención.
Sin que se trate de un mero ejercicio nostálgico, al parecer esta manera de hacer cine se fue desvaneciendo poco a poco con la entrada de la década de los 90 y apenas quedan rastros de él en la actualidad. Entonces existieron una serie de directores que supieron llegar al niño que se resistía a querer dejar de serlo, construyendo un cine intermedio entre la infancia y la edad adulta que no solo consiguió atrapar el momento sino que se mantiene fresco al día de hoy.
La receta es simple: mezclar dos de las cosas más maravillosas que han existido en este mundo, el cine negro clásico y la animación americana de los años cuarenta.
Robert Zemeckis y Steven Spielberg se volverían a reunir después del enorme éxito cosechado con Back to the Future y volverían a trabajar juntos, el primero como director y el segundo como productor, en esta compleja tarea de llevar a la pantalla una historia en la que se entremezclan personajes de carne y hueso con famosos dibujos animados. Hay que reconocerles el mérito a ambos por haberse metido en un trabajo de locos como éste y haberlo hecho de forma tan profesional, porque la película podrá gustarte más o menos, pero no se les puede negar, sobre todo a Zemeckis que gracias a su labor tras las cámaras que el resultado final es asombroso.
Para encarnar al detective Valiant se decidieron por el pequeño gran hombre Bob Hoskins, que está realmente bien. Duro trabajo el suyo, actuando como un loco para rodar muchas escenas, en las que estaba él solo frente a las cámaras. Un detective de buen corazón que sin embargo se muestra deprimido y nostálgico, todo por culpa de una tragedia familiar.
Los personajes creados especialmente para la obra no tienen desperdicio. Desde el ingenuo y alocado Roger, hasta la explosiva Jessica Rabbit, pasando por el taxi Benny o el gruñón bebé Herman, todos ellos suponen un bonito recordatorio de que están de más los prejuicios y las supuestas limitaciones de edad.
Como chica del detective eligieron a una actriz competente pero poco vista en pantalla como fue la atractiva Joanna Cassidy y como villano del filme, la dupla exitosa volvió a contar con uno de sus actores fetiche, el siempre histriónico Christopher Lloyd, amante de los papeles excéntricos.
Lo mejor de esta historia es que su tuviera una moraleja sería: no seas tan gruñón y vive la vida que es realmente corta. Una sonrisa por tu parte no solo te hará más feliz sino también a los que te rodean. Vivir en el pasado implica arruinar tu presente y por tanto tu futuro (ya que el futuro come y se desarrolla de lo que hagas en el presente). Además si sabes reír, gustarás más a la gente.
Una película que vino a recordar, muy a tiempo, que los dibujos animados no eran cosa de niños, mediante un homenaje a la edad de oro de las caricaturas cuando estas eran realizadas para divertir a espectadores de todas las edades mediante cortometrajes que se emitían antes de las cintas. Y que Disney amparara este proyecto, de tono más adulto y experimental que la mayoría de sus creaciones, es algo que honra a la (demasiado criticada) compañía del ratón. Aunque cabría destacar que los personajes animados son de distintos estudios, lo cual deja bien en claro que esta cinta le rinde honores a la animación más allá de las productoras.
Fue un éxito de taquilla en el momento de su estreno, un filme impactante por su aspecto visual-sonoro y por la inspiración que transpira y refleja. Quizás se le ha olvidado porque quedó indefinida por su carácter de propuesta para adultos (recordemos nada más a la sensual Jessica Rabbit o algunos chistes subidos de tono) o familiar.
Acérquense a ella, hay cosas que nunca caducan, solamente cambia nuestra percepción a la hora de recordarlas, como el primer beso.
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