Director: Brian De Palma
Duración: 98 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Sissy Spacek, Piper Laurie, Amy Irving, William Katt, John Travolta, Nancy Allen, Betty Buckley, P.J. Soles, Priscilla Pointer, Sydney Lassick, Stefan Gierasch, Michael Talbott, Doug Cox, Harry Gold, Noelle North, entre otros.
"Carrie White, una chica de 17 años de edad, tímida y sin amigos, que está protegida por su dominante madre, una mujer sumamente religiosa; da rienda suelta a sus poderes telequinéticos después de haber sido humillada por sus compañeros de clase en su baile de graduación."
Tomaré un versículo famoso de la Biblia para empezar este escrito porque creo que es la mejor manera de conseguir reconstruir el ambiente opresivo, fanatico y lunatico en el que crece la protagonista, la muy impopular y objeto de bromas pesadas en su clase, Carrie White. Este es: Y los justos pagaran por pecadores.
Sin embargo, cuando varias personas de su entorno comprenden que la chica tiene sentimientos y que deben ayudarla, será demasiado tarde. Carrie ha despertado no sólo a la sexualidad que su terrible madre le había ocultado, sino a un poder que ni siquiera ella es capaz de controlar. Una noche, posiblemente la más feliz de su vida, una de esas payasadas a las que está acostumbrada desatará su ira, de la cual nadie podrá escapar.
Después de varios años en los que solo aparecían dráculas, hombres lobos y monstruos diversos, el género del terror necesitaba renovar sus contenidos. Fue por los años setenta cuando el género empezó a nutrirse de personajes comunes y corrientes (la mayoría de ellos también literarios) que escondían un lado oscuro en su interior. Ya no eran seres fantásticos o malditos los que nos daban miedo sino nosotros mismos. ¿Acaso no hay nada más terrorífico que un ser humano?
De Palma desarrolla la película como si fuera un itinerario circular sangriento (comienza con la primera menstruación de Carrie), aunque adoptando un tono de película dramática. En este sentido, no se trata de la típica película de terror colmada de sobresaltos, gritos, muertes y mucha sangre. El terror que hay en esta obra es mucho más psicológico. Para ello habría que centrarse en el personaje de Carrie, una adolescente inadaptada, diferente, que es marginada por sus propios compañeros de clase, viviendo a la sombra de su madre.
Ahora bien, debo manifestar abiertamente que esta cinta ha conseguido transmitirme con el mínimo de efectos especiales lo que no consiguen la mayoría de las cintas de terror actuales. El brusco giro en el desarrollo de los acontecimientos, (aunque desde el principio sabemos que algo malo está naciendo en la mente de esa atormentada joven) me llevó a ser testigo de un impactante final que ha dejado su pequeña huella en la historia del cine o, ¿quién no ha visto alguna vez parodias o imitaciones de ese famoso desenlace?
Aunque desde el principio parezca un relato juvenil e inocente hay algo malsano, reforzado por la figura de la madre y su nefasta influencia sobre la hija. En este sentido, alguno podrá pensar que hay una crítica a las creencias religiosas, a lo que respondería que son las personas las que legitiman y conciben esas creencias y no al revés. Es decir, las personas paranoicas pueden utilizar la fe como cualquier ideología o creencias de lo más variadas. Por ejemplo, extraterrestres, para poder confirmar sus delirios.
Volviendo al tema, ese ambiente de rivalidad femenina nos depara como espectadores una recta final terrorífica, lo cual tiene mucho merito habiendo pasado tantos años desde su estreno y al haber aparecido tantas obras del género.
Carrie fue la primera novela de Stephen King en estrenarse. No la primera que concibió el peculiar escritor, mucha atención en ello. Poco tiempo después, fue llevada a la gran pantalla.
Por otro lado, la palabra que mejor define el trabajo del director es, sin duda, experimento. De Palma divide la pantalla en dos, hace desaparecer el color, acelera algunas escenas, vuelve lentas otras y el resultado es sorprendentemente bueno.
Todo lo que prueba el realizar funciona a las mil maravillas y consigue convertir la película en un ejercicio que se centra en cerrar las puertas al espectador que, una vez inmerso en ella, no puede escapar. El gran trabajo del director se deja notar mucho más a partir de la segunda mitad de su creación, donde consigue elaborar un fragmento romántico muy bien logrado sin permitir que el espectador olvide que detrás de todo eso, se sigue gestando algo inquietante que tendrá que salir a la luz tarde o temprano.
Para ellos, el director se apoya en las escenas que comparte Carrie con su madre Margaret y que son, junto al final, lo mejor de la película, que al principio se tambalea de forma notable acercándose de forma peligrosa al ridículo.
Sissy Spacek está un nivel inhumano. Su trabajo a lo largo de toda la narración es soberbio dentro de un personaje que, más allá de lo paranormal, dibuja a uno de los personajes arquetipicos en toda escuela de ese nivel: el del marginado social. La joven actriz (en aquellos días) realiza una interpretación que consigue conmover en más de una ocasión y atemorizar, especialmente en el tramo final. También destacada Piper Laurie, y es que basta con señalar que quien se queja de que su madre le llena la cabeza con tonterías, que le presenten a esta señora. Dentro de un papel bien construido, Laurie saca lo mejor de sí misma para llevar a su personaje a la máxima expresión. William Katt no realiza nada especial, simplemente cumple en su quehacer. Y en ese mismo sentido lo hacen mejor Amy Irving y especialmente Nancy Allen que llega a ser realmente odiosa y que tal vez por ello encandiló al señor De Palma. Destacar la aparición de un John Travolta muy cercano a su versión Grease.
Resumiendo, que es gerundio. Carrie no es exactamente una película de terror, por lo menos no en el sentido en el que se entiende ese concepto. Como ya lo mencioné, es más bien un terror psicológico. Tal vez, diría que es una fantástica película de suspenso. Filmada con el ímpetu de un atrevido director que acierta en prácticamente todo, esta obra es un referente del cine en muchos géneros, algo que pueden decir pocas películas.
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