Director: Steve James
Duración: 170 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: William Gates, Arthur Agee, Emma Gates, Curtis Gates, Sheila Agee, Arthur 'Bo' Agee, Earl Smith, Gene Pingatore, Isiah Thomas, Marlyn Hopewell, Bill Gleason, Patricia Weir, Marjorie Heard, Luther Bedford, Aretha Mitchell, entre otros.
" Un documental que sigue la carrera de dos chicos originarios del centro de la ciudad de Chicago que luchan por convertirse en jugadores universitarios de baloncesto y que se encuentran en pleno camino hacia una carrera profesional en ese deporte."
El proyecto original había sido concebido para que fuese un cortometraje de alrededor de 30 minutos de duración, que trataría sobre dos jóvenes atletas afroamericanos que jugaban en un patio cualquiera y que se suponía que saldría al aire en la cadena PBS. Varios años después, la idea primaria se transformó en el tema del metraje hacia una película, lo cual a su vez se convirtió en un largometraje de tipo documental cuya duración sería de tres horas, narrando en el una historia mucho más amplia que no solo incluyera a los dos jóvenes atletas. En algún sentido parecida a documentales como Baseball de Ken Burns, esta obra es una exposición de la vida en los Estados Unidos urbanos ligeramente alejada en gran medida de la parafernalia y toda la exposición que surge de un lugar como Hollywood.
De alguna manera, las pruebas experimentadas por estas personas de carne y hueso que son los protagonistas del relato de este filme, tanto jóvenes como mayores, provocan que ciertas tramas de algunas series de la actualidad parezcan mundanas en comparación. Y desde luego, ninguno de los participantes de la creación es actor profesional. Por lo cual, además del desafío que representa el baloncesto como deporte en sí, estas personas se enfrentan a viviendas y transporte de segunda clase, escasez de alimentos y obviamente de efectivo en el bolsillo e incluso un embarazo adolescente inesperado. Y como si todo esto no fuese suficiente, Gates uno de los dos personajes principales del argumento, sufre una lesión en la rodilla a mitad de temporada.
Aunque el tema sobre el que gira todo el libreto de la cinta trata principalmente sobre las vidas de William Gates y Arthur Agee y su anhelado ascenso como destacados jugadores de baloncesto mientras pasan por la escuela secundaria y la universidad, la película también posee un contexto y un subtexto sobre la propia sociedad estadounidense. Es decir, la obra expone las numerosas divisiones raciales que existían en ese tiempo (y que me temo aún siguen existiendo) en aquella sociedad en términos de oportunidades económicas y sociales. Se debe agregar que un mensaje que la cinta expresa de manera firme y clara es que muchos de esos jóvenes que residen en el lado sur de Chicado están convencidos de que la única ruta hacia una vida mejor puede ser conseguida a través del aro de la canasta de baloncesto, de ahí precisamente se origina el nombre de la película. A mi juicio, no creo que este elemento fuese algo que los cineastas pretendieran exhibir necesariamente cuando arrancaron con el proyecto, sin embargo es una realidad que se vuelve demasiado evidente a medida que avanza la historia.
Por otro lado, tanto Gates como Agee son atletas muy exitosos y capaces, pero luchan la mayor parte del tiempo con sus rendimientos académicos que casi siempre dejan mucho que desear. En el caso de Gates, el adolescente tiene la oportunidad en algún momento de ingresar a la Universidad de Marquette en Wisconsin, y el programa deportivo de ese lugar decide rondar al joven jugador, ofreciéndole una beca completa para que asista a su institución. Los dirigentes ya están convencidos de su capacidad para el juego, pero el único obstáculo que encuentra Gates es ser capaz de obtener una puntuación mínima en un examen que Marquette requiere para concretar la admisión. Mientras tanto un concejal aparece discutiendo este problema con Gates, quien todavía no ha obtenido una puntuación lo suficientemente alta, le menciona que si trabajara en la prueba con tanto entusiasmo como lo realiza con los tiros libros, podría aprobar el citado examen. Simultáneamente, Agee también lucha contra sus propios demonios en el tema del aprovechamiento escolar, y luego algo me sacudió.
Llegados a aquel punto de la historia, me percaté de que tanto Gates como Agee eran individuos muy espabilados y esta lucidez se derrama con creces adentro de la cancha de baloncesto. Dicho de otra forma, ninguno de ellos podría haber logrado sus metas deportivas sin gozar de un alto nivel de perspicacia. Pero, esta inteligencia no se canaliza con tanto éxito a otras áreas de sus vidas. En otras palabras, lo queramos o no, existe algo en la cultura que a menudo divide y clasifica diferentes tipos de actividades. De tal manera que, los deportes, y en ocasiones las artes, no suelen considerarse actividades que requieran una gran inteligencia y, sin embargo, tener éxito en los deportes requiere tanta capacidad mental como escribir por ejemplo algún código informático. Y evidentemente también debes de conservar un cuerpo bien entrenado. A mi parecer, es justamente el entorno donde los citados Gates y Agee cohabitan el que los condiciona de un modo que pasa inadvertido para creer que las habilidades que se requieren y que ellos si aportan al baloncesto no son las mismas que las que se precisan en los estudios académicos. Y sin embargo, de forma casi irónica los muchachos jamás cuestionan su capacidad innata para mejorar al interior de una duela, pero tienen toda clase de dificultades para creer en sus habilidades sentados en un pupitre en el aula, que puede ser cabalmente uno de los puntos fundamentales de esta obra.
Al final, los realizadores eligieron a dos personas muy talentosas. Y si soy capaz de nombrarles de esa manera, es debido a que no solo me refiero a sus habilidades como atletas. Estos dos sujetos canalizaron sus dones para jugar un deporte, pero dadas otras circunstancias, podrían haber tenido la oportunidad de canalizarlos hacia casi cualquier otra actividad. La cuestión primordial en esta historia es que estas personas, que ahora son adultos cuando escribo esto, fuesen lo bastante competentes a la hora de encauzar sus dones en cualquier campo que eligieran, y parece que lo han hecho de alguna manera. Es decir, solo unos pocos cientos de personas en una sociedad compuesta por millones podrán jugar baloncesto de forma profesional.
Por lo visto, en el caso de Gates y Agee han perseguido sus sueños fuera del deporte y tal vez su participación en esta película les ayudó a conseguirlo. Al mismo tiempo, el basquetbol les ayudó a darse cuenta de que podían hacer realidad sus sueños, ya fuese con aros de por medio o de cualquier otro tipo.
Comentarios