Director: John McNaughton
Duración: 83 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Michael Rooker, Tracy Arnold, Tom Towles, Mary Demas, Anne Bartoletti, Elizabeth Kaden, Ted Kaden, Denise Sullivan, Anita Ores, Megan Ores, Cheri Jones, Monica Anne O'Malley, Bruce Quist, Erzsebet Skizy, David Katz, John Scafidi, Benjamin Passman, Flo Spink, entre otros.
" La historia de Henry, dirigida por John McNaughton, se basa de forma tangencial en el caso real del asesino en serie Henry Lee Lucas. Es excepcional por su estilo realista y su punto de vista carente de juicio moral. El espectador no lo olvida, pues es una de las películas más inquietantes jamás producidas."
Realmente desearía que hubiera más obras como esta creación de McNaughton en la historia de la cinematografía mundial. Pero me explico, la mayoría de la gente aun no se ha dado cuenta de lo controvertida que fue esta cinta cuando apareció en la palestra. El sistema de calificaciones de la MPAA no se atrevió ni a rozarla con el pétalo de una rosa. Por lo tanto el director luchó durante cuatro años para finalmente obtener una calificación R, pero nada más. Y como no quería que le dieran la X, y no existía la calificación NC-17 (es decir, obra solo para adultos) en aquel momento, finalmente fue lanzada sin calificación en 1990. ¿Y por qué? He visto películas que gozan de mayor cantidad de violencia en sus metrajes. Me vienen a la mente un par que no pienso mencionar porque sería meterme en distintos aprietos que considero innecesarios. Pero no es la violencia de este filme lo que lo vuelve tan inquietante. Es la forma que se maneja el material. Y este elemento es lo que obviamente los detractores de la cinta no son capaces de apreciar.
Para empezar, el filme no se preocupa por emplear ningún tipo de moralidad; es decir, ni glorifica ni juzga las acciones de Henry que es el protagonista de la historia. Simplemente se dedica a observar. Coloca todas esas espeluznantes acciones frente a nosotros y parece decirnos ahí lo tienes, resuélvelo, soluciona lo que estás sintiendo. No obstante, las personas a las que no les gusta la película con frecuencia aseguran que no hay desarrollo de personajes, que no hay una trama discernible y un largo etcétera. Desde luego, esa clase de gente debería dejar de dilapidar tanto, y dejar de darle tantas vueltas a los términos propios de una escuela de cine. A mi me queda claro que esta es una película, y que por lo tanto no presenta eventos como tales, sino que lo mostrado en pantalla se trata de una realidad cinematográfica (si se atreven a llamarle así) que nos muestra las cosas como suelen ser en el mundo real. Dicho de otra manera, se trata simplemente de ficción, pura y dura. En lo que respecta al desarrollo de personajes, significa mostrarte suficiente de ellos en una cantidad cercana entre los noventa y los ciento veinte minutos para que te sientas como si los conocieras desde siempre.
Ahora bien, me pregunto ¿con qué frecuencia estos seres conviven alrededor de noventa minutos con una persona en la realidad, para después saber tanto sobre ella o sentir siquiera que puede identificarse seriamente con ese ser humano? Digamos que esa cuestión entraría en la categoría de la imaginación que se requiere en el oficio de hacer películas. Y lo mismo ocurre con las líneas de la trama, me vuelvo a preguntar ¿Tiene la vida una trama? Para nada. La vida es una sucesión interminable de cosas que van sucediendo. Algunas parecen importantes y/o entretenidas, otras no. El filme, en su intento de retratar de manera realista la vida de un asesino en serie, no necesita una trama; de hecho (decirlo para mi es cometer un sacrilegio) se beneficia de tener solo una trama muy vaga. Al igual que acontecería con una versión homicida de El guardián entre el centeno, esta película se asemeja bastante a muchas de las cosas que realmente sucedieron, a diferencia de una historia ficticia construida con mucho cuidado, lo que la lleva a parece aun mas real, y todo el evento mucho más perturbador.
En realidad, Henry resulta inquietante en muchos niveles. En primer lugar, se siente muy real. Demasiado real, quizás. Nada parece estar armado, nada parece falso o artificial. Todo resulta de modo absoluto tan admisible que te causa escalofríos. En segundo lugar, la completa falta de participación de la policía en los terribles acontecimientos se vuelve inquietante en los mismos niveles. En otras palabras, la única ocasión que se aprecia alguna patrulla en esta película, avanza por el fondo mientras Henry recorre las calles en busca de alguna victima. Después pasa por delante suyo, y eso es todo. Y por supuesto Henry no tiene miedo, es más en apariencia ni siquiera se percata de su presencia. Al final no tiene nada que esconder. Sabe que la policía no relacionará sus crímenes entre si, y ciertamente tampoco los ligaran con él. Entonces, ¿Qué podría temer?
Con todo lo mencionado en mente, realmente desearía que más directores tuvieran las agallas para concebir películas como Henry. Con honestidad lo reconozco, no puedo pensar en una cinta que sea comparable a la creación de McNaughton. Simplemente no hay cintas que se parezca a lo que esta muestra en pantalla. Esta es de verdad una de de las películas más perturbadoras que he visto. Aunque después de ver Happiness supongo que Henry con mucha probabilidad haya sido tumbada al segundo lugar de esa lista. Como sea, en mi opinión la segunda película más inquietante que haya visto en mi vida sigue siendo un gran logro.
Como cierre diría que si quieres ver una descripción precisa y realista en un tono casi espantoso de cómo debe ser la vida de un asesino en serie, en definitiva debes regalarle un vistazo a Henry. A partir de ese lugar, debes tomar tus propias decisiones.
Ah, y como nota final, hace tiempo un crítico declaró en concreto que su mayor problema con el filme era que según su punto de vista los asesinos en serie trabajan solos. Por supuesto, los que conocemos sobre esa temática sabemos que no siempre es el caso. En el que nos toca, las contrapartes de la vida real de los personajes de Henry y Otis (Henry Lee Lucas y Otis Toole) mataron juntos al igual que lo hicieron por ejemplo Bianchi y su primo Buono, los infames asesinos conocidos como Los estranguladores de la colina. Y esos no son los únicos casos de este tipo, pero con certeza si son los más conocidos. Por lo tanto, una generalización tan marcada de que los asesinos en serie trabajan solos no me parece un argumento pertinente para usar como ataque contra el realismo de esta película.
Henry horroriza con su realismo granulado y las excelentes interpretaciones que atesora. No es agradable como experiencia, pero obliga al espectadora a reflexionar, a preguntarse sobre nuestra fascinación cultural por los asesinos en serie.
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