Director: Paul Verhoeven
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos / México
Elenco: Arnold Schwarzenegger, Sharon Stone, Michael Ironside, Rachel Ticotin, Ronny Cox, Marshall Bell, Mel Johnson Jr., Michael Champion, Roy Brocksmith, Ray Baker, Rosemary Dunsmore, David Knell, Alexia Robinson, Dean Norris, Mark Carlton, Debbie Lee Carrington, Lycia Naff, Robert Costanzo, entre otros.
" Planeta Tierra, en el año 2084. Doug Quaid, un hombre que lleva una vida en apariencia tranquila, vive atormentado por una pesadilla que todas las noches lo transporta a Marte. Decide entonces recurrir al laboratorio de Recall, una empresa de vacaciones virtuales que le ofrece la oportunidad de materializar su sueño gracias a un fuerte alucinógeno, pero la droga hace aflorar a su memoria una estancia verdadera en Marte, cuando era el mas temido agente del cruel Coohagen."
El director holandés Paul Verhoeven, que ya había realizado una película de ciencia ficción, la exitosa Robocop en 1987, adaptó para la gran pantalla el relato Podemos recordarlo por usted al por mayor, del autor de culto Philip K. Dick, haciendo uso de unos alucinantes efectos visuales y un montón de violencia.
Arnold Schwarzenegger interpreta a Doug Quaid, un trabajador de la construcción (aunque bastante robusto) que tiene sueños recurrentes sobre el planeta Marte. Su esposa se burla de sus fantasías, así que Doug acude a una empresa que ofrece vacaciones virtuales y lo enchufan a una maquina que simula un viaje al planeta rojo. Por desgracia, la maquina también sacude su cerebro y Doug se despierta de su viaje virtual creyendo que es un agente secreto. No tardará en descubrir que le persiguen tanto humanos como mutantes mientras intenta descifrar qué es real y que es ficción.
Muchos de los temas favoritos de Dick (identidades, percepción, memoria, realidad e invención) también explorados en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? que Ridley Scott convirtió en el clásico de ciencia ficción Blade Runner en 1982, aparecen aquí pero no por ello la cinta deja de pertenecer al genero de la acción.
Desde luego, debe ser una de mis películas favoritas donde aparezca Arnold y también una de las predilectas cuando se trata de Verhoeven. Cuando niño siempre me sentí atraído por esta clase de aventuras especiales, muy al estilo de lo que después serian obras como The 5th Element. ´
A medida que fui creciendo, mi apreciación por la cinta ha tenido toda clase de altibajos en lo que respecta a ciertos aspectos que involucran la ejecución de la historia, pero en general, sigue siendo un filme que veré una y otra vez.
Pero se sabe, la gente a menudo me pregunta por qué casi siempre termino viendo tantas películas de esas que denominan de autor y otras que suelen considerarse como emocionalmente perturbadoras. Es decir, por lo general con sus interrogantes están insinuando en alguna forma que no tengo un sentido desarrollado para buscar la diversión en el cine, o un mero aprecio por el entretenimiento en su presentación más pura. Ahora bien, si me lo preguntaran respondería que estoy en desacuerdo con aquellas suposiciones erróneas que impulsan esas preguntas, pero esta película es una respuesta en sí misma. Por ejemplo, a grandes rasgos podría afirmar que se trata de una cinta divertida, posee algunas de las mejores frases que Arnold haya expresado en pantalla, e incluso llega a sugerir o hasta esbozar algunos conceptos temáticos que podrían haber sido retomados por cualquier cineasta de esos que conciben el mentado cine de autor (por citar alguno, me encantaría ver la versión de Cronenberg de esta creación) y los envuelve para el espectador en una pequeña y agradable especie de cajita feliz.
Por otro lado, la razón por la que de alguna manera me genera interés y cierto grado de satisfacción es que consigue todas las cuestiones aludidas sin comprometer la narración (aunque la misma tenga sus propias fallas), los temas, el humor o el sentido de la aventura presente en el argumento, ni tampoco se dedica a atiborrar con fuerza a la audiencia con demasiados elementos, ni tampoco espera de ella una participación mas emocional de la que una película como esta puede realmente suponer.
En algún sentido, se trata de una gran lección sobre cómo revelar una historia de una manera que resulte interesante. De hecho, diría que esta es la primera razón por la que esta historia llega a funcionar de la manera como lo hace.
Comenzamos conociendo poco a poco a un tipo que trabaja en el día y que parece insatisfecho con su vida y solo esta ansioso por escapar de la rutina, incluso si para obtenerlo, tenga que hacerlo a escondidas de su esposa. A medida que avanza la trama, descubre que puede que no sea quien cree que es y que la mayoría de las personas en su vida no son quienes el cree que son. Estas revelaciones son la base que sirve para cimentar el arco del personaje. Por lo que, a medida que se ve lanzado a atravesar situaciones mas insólitas y extravagantes, siempre esta presente la suposición más elemental de que debería buscar y finalmente descubrir el secreto de quién es en realidad y abordar los orígenes de la persona que alguna vez fue.
Toda esta singular historia terminar por generar una pregunta temática que todos enfrentamos en nuestras propias vidas: En esencia, ¿Quién soy yo?
Sin embargo, la película no pretende probar esta idea de modos filosóficos como lo harían directores como Mike Leigh o Terrence Malick, sino que lo realiza a través de la acción y la emoción, con puro entretenimiento.
Probablemente hay personas que han visto este filme y apenas se han percatado del tema central del argumento, porque están atrapadas en las revelaciones y en los giros de la trama, las secuencias de acción, los peculiares efectos especiales y los grandes momentos de Schwarzenegger.
De tal manera que, cuando la gente me pregunta si disfruto de las llamadas películas divertidas o cine de entretenimiento, tengo ganas de sacar esta y otras más y decirles: Sí, me encanta el cine hecho solo para divertir. Pero claro, siempre que el resto de la cinta sea bueno o único o que también resulte interesante.
Dicho de otra manera, para mi la diversión no puede ser la única consideración en términos de calidad cuando se trata de cine, incluso cuando esa sea la principal motivación por el que determinada obra haya sido concebida. Si es de esa manera, ese es el tipo de película que veo una vez y nada más, porque tiene muy poco que ofrecer. En otras palabras, se agota en su primer visionado.
Cintas como esta resultan entretenidas, pero se pueden volver a mirar por todos los conceptos que surgen en el metraje y siguen apareciendo porque se sigue viendo la película una y otra vez por mera diversión, por el simple gusto de hacerlo. Es una especie de ciclo en el que me encanta quedar atrapado y espero que este filme también lo atrape.
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