Dirección: Bob Clark
Duración: 94 minutos
País: Estados Unidos / Canadá
Elenco: Peter Billingsley, Melinda Dillon, Darren McGavin, Scott Schwartz, Jean Shepherd, Ian Petrella, Tedde Moore, RD Robb, Zack Ward, Yano Anaya, Jeff Gillen, Colin Fox, Paul Hubbard, Leslie Carlson, Jim Hunter, Patty Johnson, Drew Hocevar, David Svoboda, entre otros.
Lo que más desea Ralphie Parker, un niño de nueve años para Navidad es un potente rifle de aire comprimido. En cambio, su madre al enterarse de su curioso deseo le ha dado una severa advertencia al respecto. Así que, para conseguir el regalo definitivo en las fiestas de fin de año, Ralphie se embarca en una misión para convencer a todo el mundo (incluidos su padre, su profesora e incluso Papá Noel) de que hagan las cosas a su manera. Sin embargo, la Nochebuena está a la vuelta de la esquina y toda esperanza parece perdida. En adelante veremos si Ralphie sobrevive a los matones del vecindario, se escapa de la autoritaria tía Clara y convencerá a los adultos de que es lo bastante maduro para conseguir su anhelado rifle de aire comprimido.
Sí, es raro tener que escribir sobre una pelicula navideña en pleno arranque de este caluroso mes de Mayo. Pero así resultaron las cosas, ¿Qué le vamos a hacer?
Un Cuento de Navidad o Una historia de Navidad como se le conoce a esta pelicula por estos extravagantes lares, es una obra bastante peculiar que trata sobre niños pero que en realidad parece estar dirigida a un publico adulto. Es decir, aunque los niños al verla disfrutarán sin duda de esta saga de temática navideña, los adultos encontrarán un nivel de profundidad mayor que el que puedan recordar cuando vieron esta cinta a una edad más temprana.
Cabe destacar que el filme establece un agudo contraste entre la narración exagerada y muy cercana al soliloquio de Ralphie, llena de nostalgia y recuerdos lucidos sobre esa época en particular del año; y el suave y perspicaz asombro infantil de la misma palabra hablada que se usa con el recurso de la voz del protagonista de esta historia que no es otro que el mismísimo niño rubio que usa antojos y que ññeva por nombre Ralphie
De tal forma que está claro que el narrador no es el mismo personaje que el retratado en la pelicula, sino un personaje totalmente ajeno a la historia, un sujeto que revive sus emociones y anécdotas infantiles. Sin embargo, es el corazón de la obra, el verdadero centro de gravedad de la misma. Y es que la historia no trata sobre un terrorífico Papá Noel y un anhelado rifle de aire comprimido, sino de los recuerdos de la infancia y los sentimientos que estos evocan en el narrador. Para ello, a mi modo de ver las cosas la cinta es impecable, hay pocas cosas que reprocharle.
Un Cuento de Navidad narra el viaje épico de forma materialista (casi codicioso) de Ralphie en su búsqueda por alcanzar el deseado ídolo dorado y preciado de todos los niños estadounidenses que pertenecieron a una determinada época y que atesoran mejillas rosadas enmarcadas en unos lentes gruesos de pasta: un rifle de aire de la marca Red Ryder.
Entonces, el ávido Ralphie teje una intrincada red construida a base de astucia y engaño a partes iguales, mientras trama cómo hacerse con su deseado juguete (aunque más bien es un arma, y es peligrosa como todas ellas) incluyendo un ensayo para la escuela, un viaje al centro comercial para encontrarse con Santa Claus y mucho más.
Desde luego la pelicula nos regala un vistazo a su singular familia: por un lado tenemos a su irritable y malhablado padre que también resulta ser un hombre de buen corazón, además de su llorón hermano menor Randy y su dulce madre prototípica americana la señora Parker (porque realmente nunca conocemos su nombre de pila).
En ese sentido, podría señalarse que no se trata de una historia que avance de forma continua, sino más bien se presenta como si fuese una serie de viñetas, pero que en ultima instancia sirven al propósito narrativo de este inusual relato.
En mi criterio, es una pelicula divertida. El guión escrito por Jean Shepherd está lleno de amor por esta historia. Logra captar de manera absoluta las emociones y la lógica tan especial de la infancia. En algún momento sutil pero gracioso de la cinta, Shepherd entona el incomparable y elocuente vertido del pensamiento en la escritura (solo para que Ralphie anote con su asombrada y aguda voz lo siguiente: Creo que todo el mundo debería tener un rifle Red Ryder Carbine Action 200-shot Range. Es perfecto para Navidad).
Y sí, estoy parafraseando. Lo fundamental es que la mayor parte del humor que se usa a lo largo del metraje es similar a esa breve idea: la exageración natural de un niño expresada por la constante sarta de hipérboles de Shepherd, quien además cabe destacar es la voz del Ralphie adulto que nos cuenta sus memorias.
Además, hay una razón por la que se emitía de forma constante en la televisión por cable durante la época navideña: es una pelicula con la que cualquier persona puede identificarse. Hay en ella momentos de una verdad tan pura que pocos pueden negar su poder.
Es más, estoy seguro de que existe alguna clase de ley no escrita que determina que todo niño debe fantasear en algún momento con la idea de que sus padres se sientan muy mal y lamenten para siempre cierto castigo indecible que hayan infligido a su hijo. En este caso, el inolvidable e inmortal lavado de boca con jabón.
Obviamente, Un cuento de Navidad no es una pelicula que pueda compararse con Casablanca o Ciudadano Kane. Simplemente sobresale en sus sencillos objetivos y se convierte en una obra cinematográfica muy entretenida.
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