Dirección: Paolo Taviani / Vittorio Taviani
Duración: 105 minutos
País: Italia
Elenco: Omero Antonutti, Margarita Lozano, Claudio Bigagli, Massimo Bonetti, Norma Martelli, Enrica Maria Modugno, Sabina Vannucchi, Dario Cantarelli, Sergi Dagliana, Giuseppe Furia, Paolo Hendel, Laura Mannucchi, Rinaldo Mirannalti, Donata Piacentini, Franco Piacentini, Antonio Prester, David Riondino, Gianfranco Salemi, entre otros.
En la noche del diez de agosto de 1944 los habitantes de una pequeña ciudad italiana bajo el control del Eje huyeron de sus hogares hacia las montañas para evitar ser bombardeados por las tropas alemanas, y en busca de las fuerzas aliadas liberadoras.
La noche de San Lorenzo es el relato semiautobiográfico de los hermanos Taviani sobre la noche en que un grupo de campesinos de un pequeño pueblo ubicado en la Toscana abandonaron sus hogares que habían sido minados por los fascistas para buscar a los soldados americanos liberadores que se rumoreaba que estaban en las afueras del poblado.
Ambientada en la noche de la fiesta de San Lorenzo, en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, y realzada por una inquietante partitura compuesta por Nicola Piovani, la pelicula es una visión tragicómica de lo que fue la guerra para una niña impresionable filtrada a través de años de memoria.
Se trata esencialmente de una serie de viñetas que combinan hechos, memoria e imaginación poética contadas en flashback por una madre que recuerda sus días como niña de seis años llamada Cecilia atrapada en medio de la batalla.
La pelicula se centra en la naturaleza de un conflicto en el que amigos de toda la vida, habitantes del mismo pueblo a menudo participaban en la lucha en bandos diferentes. Es especialmente vívida aquella escena de una batalla que ocurre en un campo de trigo entre los aldeanos y los fascistas locales, y un desgarrador enfrentamiento que se da entre los partisanos y un padre con su hijo de quince años.
También hay otros momentos conmovedores dentro de la historia: por citar algunos la joven pareja que espera un hijo, o el cura del pueblo que también es un colaborador de la causa, y la pareja de ancianos que reaviva un romance iniciado cuando ambos eran adolescentes.
La noche de las estrellas fugaces (como se le conoce en inglés) rinde homenaje a la tradición del neorrealismo, pero también incluye momentos surrealistas como cuando la niña ve a los partisanos como si fuesen auténticos guerreros romanos, mientras el fascista que amenaza su vida cae muerto, atravesado por múltiples lanzas.
Grandes imágenes y detalles memorables convencerán a todos los espectadores de que esta película es una representación de recuerdos personales por encima de cualquier otra cosa. Pero desde un punto de vista dramático nunca sentí nada durante el metraje. Sinceramente, me importaban un bledo los personajes, ya que nunca sentí que hubiese llegado a saber algo de ellos. No eran más que aldeanos desesperados y esperanzados, llenos de emociones que no llegué a comprender del todo, aparte de los horrores evidentes de la guerra y la verosímil incertidumbre de la liberación de los nazis y fascista.
Pero a mi parecer no hay en ella ningún drama psicológico profundo. Ningún retrato de personajes individuales. Los citados aldeanos no son más que un grupo de personas todo el tiempo, una mera aglomeración. Solo son una mujer embarazada, niños temerosos de Dios, un sacerdote, ¿pero quienes son realmente estas personas?
Son una multitud que camina, que corre, muere, camina, llora y vuelve a caminar. Pero no pasa gran cosa frente a mis ojos, y no se sabe qué ocurre fuera de su pequeña comunidad, fuera de esa manada. Tal vez este no sea el objetivo de la historia, pero me hubiese gustado saberlo de todos modos.
En lo que respecta a las interpretaciones es (en mi opinión) muy italiana. Es decir, el enfoque teatral y las expresiones emocionales intensas predominan a lo largo de los minutos. Simplemente no me identifico con la historia, aunque hice todo lo que pude, pero no funcionó para mí. Aunque como ya lo hice, puedo reconocer algunas de sus cualidades como creación cinematográfica.
Aunque esta obra padece de grandes dosis de sobreactuación (como ya lo apunté), su enfoque único nos permite ver la guerra como una experiencia muy personal, con toda su tristeza y crueldad. Del mismo modo resulta particular ver cómo se tenia en alta estima a los estadounidenses, una experiencia que ya no se suele observar mucho a ultimas fechas.
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