Pues si, hoy estoy usando el nombre de ese conocido filme de Spielberg; siento que representa de manera fehaciente lo que voy a relatar.
El día de ayer (martes) me pasé buena parte de la tarde y un poco de la noche con la señorita azul, creo que nos sentíamos un poco agotados, un poco desgastados por la jornada de ayer.
El día lunes ella regresó y fue todo un acontecimiento volver a mirarla. Primero, porque llevaba mucho tiempo sin verla y de repente es como si el lazo que nos une y que en ese lapso en el que no estuvo, parecía romperse, siguiera igual de fuerte o quizá, hasta es más resistente que antes a lo que se atreva a intentar romperlo. Segundo, porque había temas engorrosos que tratar, aunque creo que se pueden sacar adelante con un poco de esfuerzo y compromiso.
Lo único que rompimos ayer fue un récord me parece. Nunca habíamos pasado y disfrutado tanto tiempo juntos, la mayoría de las ocasiones nos vemos en la tarde y descargamos un poco nuestras frustraciones juntos hasta llegar la noche.
Pienso que me dió uno de los mejores regalos que me pudo haber dado: su compañía. No hay nada más que explicar o decir... sólo que prefiero creer que las cosas espontáneas y simples son las mejores en la vida, lo de ayer me dió la razón. No fue algo planeado, sin embargo aprendimos un poco de magia(ella me enseñó 2 buenos trucos y yo uno solo) conversamos de temas diversos como es Nueva York en su población, tomamos un poco de té de las 13 flores(ella sin azúcar obviamente) , le mostré el Sargento Pimienta, conversamos con mi madre y el día se extinguió. Rematamos actuando con delicadeza, estampando nuestra rúbrica en nuestra obra. Como ella lo dijo: " es algo difícil de repetir" y estoy de acuerdo. Fundamentalmente por lo diverso, lo divertido, entretenido, recreativo, variado y placentero de nuestro reencuentro.
Espero que podamos repetirlo algún día y poder dilucidar nuestros problemas.
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