Miles de personas asisten a un recital histórico en ocho ciudades del mundo, para exigir a los países ricos el fin de la pobreza global.
OCHO HOMBRES EN UNA HABITACIÓN PUEDEN CAMBIAR LA HISTORIA
Entre las apariciones más entrañables sobresalió la reaparición de Pink Floyd, tras 22 años fuera de los escenarios, después del concierto celebrado en 1983.
Tras tocar cuatro canciones, "Breath", "Money", "Wish You Were Here" y "Confortably Numb", los dos líderes de la banda, Dave Gilmour y Roger Waters, cuyas diferencias provocaron la ruptura del grupo, se pasaron un brazo por el hombro y dieron las gracias al público.
"Ocho hombres en una habitación pueden cambiar la historia" fue una de las frases que encabezaron un escenario desde el que se gritó, ante una audiencia televisiva de más de dos mil millones de personas, el fin de uno de los grandes problemas de la humanidad.
Los artistas animaron también a la audiencia para que viajen a Edimburgo y participen en las manifestaciones y el concierto con el que buscan presionar a las potencias ricas, durante la cumbre del G-8, prevista del 6 al 8 de julio.
Se prevé que, durante este encuentro, el G-8 busque un acuerdo sobre la pobreza en África y el cambio climático, prioridades de la presidencia británica.
Figuras mundiales como el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, hicieron también su aparición durante el espectáculo para pedir al G-8 la condonación de la deuda de los países pobres, el incremento de la ayuda al desarrollo y el comercio justo.
"Esto es realmente las Naciones Unidas uniéndose en solidaridad con los pobres", subrayó Annan entre aclamaciones y aplausos. "En nombre de los pobres, de los que no tienen voz y de los débiles, gracias", dijo el máximo representante de la ONU.
Durante el acto, uno de los principales artífices de este recital, el roquero y activista irlandés Bob Geldof confió en que el Live 8 sirva para que los líderes del G-8 acuerden en Escocia un plan para África que termine con la pobreza en el continente.
Geldof, quien organizó el mítico concierto de caridad Live Aid en 1985, con el que se recaudaron 100 millones de dólares para Etiopía, afirmó que "esta es una semana en la que las potencias más poderosas tienen la opción de cambiar el mundo".
"Mahatma Gandhi liberó un continente, Martin Luther King liberó a la gente, Nelson Mandela liberó un país. Funciona. Escucharán", dijo el ex cantante de los Boottown Rats.
CINE, FUTBOL Y COMPUTADORAS
También asistieron al evento otras personalidades como el actor estadounidense Brad Pitt, el capitán de la selección inglesa de futbol, David Beckham, o el multimillonario Bill Gates, propietario de la multinacional Microsoft.
"Creo que si muestras a la gente los problemas y les presentas las soluciones, se pondrán en marcha", señaló Gates, "esto es lo extraordinario del Live 8".
De acuerdo con uno de los hombres más ricos del mundo, gracias al primer ministro británico, Anthony Blair, y al secretario de Finanzas del Reino Unido, Gordon Brown, "el mundo está empezando a tomar medidas a favor de la salud mundial y de la pobreza".
Agitando banderas blancas con el emblema de la plataforma "Haced de la Pobreza Historia" y bandas blancas en las muñecas, el público asistió -controlado por dos mil efectivos de seguridad- a una jornada con la que buscaron mayor justicia social.
Entre los momentos más estelares del día destacó la actuación de mitos musicales como Sting, U2 o Madonna, junto nuevos iconos como Robbie Williams o Dido.
Las actuaciones en directo, también retransmitidas en grandes pantallas situadas en todo el parque, fueron intercaladas con conexiones en directo con el concierto celebrado en Estados Unidos.
Artistas como Beyoncé o Will Smith, quien desde Filadelfia denunció la extrema situación del continente africano, en el que la pobreza mata a un niño cada tres segundos.
Paul McCartney fue el encargado de poner el broche final, con la interpretación del mítico tema de los Beatles "Hey Jude", al que se unieron también el resto de estrellas y con el que se cerró un concierto que fue un éxito de público y actuaciones.
LONDRES, Reino Unido, jul. 3, 2005.- La capital británica vibró, junto con París, Roma, Berlín, Filadelfia, Tokio, Johannesburgo, Moscú y Toronto al son de las grandes estrellas del panorama musical para exigir a los países ricos el fin de la pobreza global.
Cientos de miles de personas se congregaron en el céntrico Hyde Park londinense para asistir al macroconcierto Live 8, un recital histórico con el que el mundo pide al Grupo de los Ocho (G-8) un plan para terminar con la pobreza.
A cuatro días de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G-8, en los Gleneagles (Escocia), nombres como Madonna, U2, Paul McCartney, REM, Elton John o Pink Floyd se unieron para pedir a las potencias ricas que cumplan su compromiso con África.
"Es nuestra oportunidad para defender lo que es correcto", dijo el líder de U2, "no estamos aquí buscando caridad, estamos buscando justicia", subrayó Bono frente a la excitada multitud.
En entrevista, el popular cantante de hip hop Snoop Dogg lanzó un mensaje en el que subrayó que los líderes del G-8 (integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) "no tienen ya excusa".
"Es un momento histórico, estar aquí es muy importante", dijo, "esta es una voz más fuerte que cualquier reunión de grandes líderes mundiales y no pueden ya ignorarlo".
Junto al rapero Medley, Snoop Dogg pidió a las potencias ricas que "dejen de quemar dinero y lo distribuyan a quienes realmente lo necesitan".
"Me gustaría que de esta cumbre viéramos como el G-8 duplica la ayuda destinada al desarrollo, me gustaría ver cómo cumplen su compromiso de cancelar la deuda y me gustaría que terminaran definitivamente con la pobreza, en África y en todo el mundo", afirmó.
Sin embargo, el popular MC matizó también que es necesario que se apliquen sistemas de control para luchar contra la corrupción, de manera que se produzca un verdadero avance en la lucha contra la pobreza mundial.
Cientos de miles de personas se congregaron en el céntrico Hyde Park londinense para asistir al macroconcierto Live 8, un recital histórico con el que el mundo pide al Grupo de los Ocho (G-8) un plan para terminar con la pobreza.
A cuatro días de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G-8, en los Gleneagles (Escocia), nombres como Madonna, U2, Paul McCartney, REM, Elton John o Pink Floyd se unieron para pedir a las potencias ricas que cumplan su compromiso con África.
"Es nuestra oportunidad para defender lo que es correcto", dijo el líder de U2, "no estamos aquí buscando caridad, estamos buscando justicia", subrayó Bono frente a la excitada multitud.
En entrevista, el popular cantante de hip hop Snoop Dogg lanzó un mensaje en el que subrayó que los líderes del G-8 (integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) "no tienen ya excusa".
"Es un momento histórico, estar aquí es muy importante", dijo, "esta es una voz más fuerte que cualquier reunión de grandes líderes mundiales y no pueden ya ignorarlo".
Junto al rapero Medley, Snoop Dogg pidió a las potencias ricas que "dejen de quemar dinero y lo distribuyan a quienes realmente lo necesitan".
"Me gustaría que de esta cumbre viéramos como el G-8 duplica la ayuda destinada al desarrollo, me gustaría ver cómo cumplen su compromiso de cancelar la deuda y me gustaría que terminaran definitivamente con la pobreza, en África y en todo el mundo", afirmó.
Sin embargo, el popular MC matizó también que es necesario que se apliquen sistemas de control para luchar contra la corrupción, de manera que se produzca un verdadero avance en la lucha contra la pobreza mundial.
OCHO HOMBRES EN UNA HABITACIÓN PUEDEN CAMBIAR LA HISTORIA
Entre las apariciones más entrañables sobresalió la reaparición de Pink Floyd, tras 22 años fuera de los escenarios, después del concierto celebrado en 1983.
Tras tocar cuatro canciones, "Breath", "Money", "Wish You Were Here" y "Confortably Numb", los dos líderes de la banda, Dave Gilmour y Roger Waters, cuyas diferencias provocaron la ruptura del grupo, se pasaron un brazo por el hombro y dieron las gracias al público.
"Ocho hombres en una habitación pueden cambiar la historia" fue una de las frases que encabezaron un escenario desde el que se gritó, ante una audiencia televisiva de más de dos mil millones de personas, el fin de uno de los grandes problemas de la humanidad.
Los artistas animaron también a la audiencia para que viajen a Edimburgo y participen en las manifestaciones y el concierto con el que buscan presionar a las potencias ricas, durante la cumbre del G-8, prevista del 6 al 8 de julio.
Se prevé que, durante este encuentro, el G-8 busque un acuerdo sobre la pobreza en África y el cambio climático, prioridades de la presidencia británica.
Figuras mundiales como el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, hicieron también su aparición durante el espectáculo para pedir al G-8 la condonación de la deuda de los países pobres, el incremento de la ayuda al desarrollo y el comercio justo.
"Esto es realmente las Naciones Unidas uniéndose en solidaridad con los pobres", subrayó Annan entre aclamaciones y aplausos. "En nombre de los pobres, de los que no tienen voz y de los débiles, gracias", dijo el máximo representante de la ONU.
Durante el acto, uno de los principales artífices de este recital, el roquero y activista irlandés Bob Geldof confió en que el Live 8 sirva para que los líderes del G-8 acuerden en Escocia un plan para África que termine con la pobreza en el continente.
Geldof, quien organizó el mítico concierto de caridad Live Aid en 1985, con el que se recaudaron 100 millones de dólares para Etiopía, afirmó que "esta es una semana en la que las potencias más poderosas tienen la opción de cambiar el mundo".
"Mahatma Gandhi liberó un continente, Martin Luther King liberó a la gente, Nelson Mandela liberó un país. Funciona. Escucharán", dijo el ex cantante de los Boottown Rats.
CINE, FUTBOL Y COMPUTADORAS
También asistieron al evento otras personalidades como el actor estadounidense Brad Pitt, el capitán de la selección inglesa de futbol, David Beckham, o el multimillonario Bill Gates, propietario de la multinacional Microsoft.
"Creo que si muestras a la gente los problemas y les presentas las soluciones, se pondrán en marcha", señaló Gates, "esto es lo extraordinario del Live 8".
De acuerdo con uno de los hombres más ricos del mundo, gracias al primer ministro británico, Anthony Blair, y al secretario de Finanzas del Reino Unido, Gordon Brown, "el mundo está empezando a tomar medidas a favor de la salud mundial y de la pobreza".
Agitando banderas blancas con el emblema de la plataforma "Haced de la Pobreza Historia" y bandas blancas en las muñecas, el público asistió -controlado por dos mil efectivos de seguridad- a una jornada con la que buscaron mayor justicia social.
Entre los momentos más estelares del día destacó la actuación de mitos musicales como Sting, U2 o Madonna, junto nuevos iconos como Robbie Williams o Dido.
Las actuaciones en directo, también retransmitidas en grandes pantallas situadas en todo el parque, fueron intercaladas con conexiones en directo con el concierto celebrado en Estados Unidos.
Artistas como Beyoncé o Will Smith, quien desde Filadelfia denunció la extrema situación del continente africano, en el que la pobreza mata a un niño cada tres segundos.
Paul McCartney fue el encargado de poner el broche final, con la interpretación del mítico tema de los Beatles "Hey Jude", al que se unieron también el resto de estrellas y con el que se cerró un concierto que fue un éxito de público y actuaciones.
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