Por: Neale Donald Waish
...Tu primera relación, pues, debe ser contigo mismo. Debes aprender primero a honrarte, cuidarte y amarte a Ti mismo. Debes verte primero a Ti mismo como estimable para poder ver al otro como tal.
Debes verte primero a Ti mismo como bienaventurado para poder ver al otrocomo tal. Debes verte primero a Ti mismo como santo para poder reconocer lasantidad en el otro.
Si colocas el carro delante del caballo - como muchas religiones te piden quehagas-, y reconoces al otro como santo antes de reconocerte a ti mismo comotal, un día te resentirás de ello. Si hay algo que ninguno de vosotros puedetolerar es que alguien sea más santo que uno. Sin embargo, vuestras religiones os enseñan a considerar a los otros más santos que vosotros. Y eso es lo que hacéis, aunque sólo durante algún tiempo: luego los crucificáis.
Habéis crucificado (de una manera u otra) a todos mis Maestros, no sólo a Uno. Y lo habéis hecho no porque fueran más santos que vosotros sino porquecreíais que lo eran. Todos mis Maestros han traído el mismo mensaje. No "yo soy más santo que tú" sino "tú eres tan santo como yo". Este es el mensaje que no habéis sido capaces de escuchar; esta es la verdad que no habéis sido capaces de aceptar. Y esta es la razón por la que nunca os enamoráis realmente, auténticamente, de Vosotros mismos.
Así, deja que te diga algo: céntrate ahora y siempre en Ti mismo. Preocúpate de observar lo que tú eres, haces y tienes en un momento dado, y no de cómo les va a los demás.
No debes buscar tu salvación en la acción del otro, sino en tu re-acción.
Debes verte primero a Ti mismo como bienaventurado para poder ver al otrocomo tal. Debes verte primero a Ti mismo como santo para poder reconocer lasantidad en el otro.
Si colocas el carro delante del caballo - como muchas religiones te piden quehagas-, y reconoces al otro como santo antes de reconocerte a ti mismo comotal, un día te resentirás de ello. Si hay algo que ninguno de vosotros puedetolerar es que alguien sea más santo que uno. Sin embargo, vuestras religiones os enseñan a considerar a los otros más santos que vosotros. Y eso es lo que hacéis, aunque sólo durante algún tiempo: luego los crucificáis.
Habéis crucificado (de una manera u otra) a todos mis Maestros, no sólo a Uno. Y lo habéis hecho no porque fueran más santos que vosotros sino porquecreíais que lo eran. Todos mis Maestros han traído el mismo mensaje. No "yo soy más santo que tú" sino "tú eres tan santo como yo". Este es el mensaje que no habéis sido capaces de escuchar; esta es la verdad que no habéis sido capaces de aceptar. Y esta es la razón por la que nunca os enamoráis realmente, auténticamente, de Vosotros mismos.
Así, deja que te diga algo: céntrate ahora y siempre en Ti mismo. Preocúpate de observar lo que tú eres, haces y tienes en un momento dado, y no de cómo les va a los demás.
No debes buscar tu salvación en la acción del otro, sino en tu re-acción.
Comentarios