Cuando desperté no quise borrar los recuerdos, borrosos, de aquellos momentos dolorosos que algún día viví.
No quise pensar en esa voz que un día me dijo que iba a llover , y no creí, no quise creer. No quise mirar atrás y aprender de mis errores, rectificar y luego suicidarme.
No quise soñar, vivir, llorar, reír, cantar, jugar, sufrir. No quise sentarme a esperar. No quise correr en busca de la felicidad. No quise quedarme en la mediocridad.
Cuando desperté lo primero que pensé fue si acaso tendría las fuerzas necesarias para ponerme de pie. No quise pensar que haría en el día o cómo me iría en la vida.
No quise pensar que me dirían o con quien me encontraría. No quise imaginar los consejos para vivir que me darían.
No quise, no quise y no quiero. No quiero escuchar toda la basura mediocre que me dirán.
Sólo quiero, quiero y siempre quise subyugarme ante la hemoglobina que coseché durante tanto tiempo en mi campo de cereal.
Quiero sangrar, quiero sangrar e inundar de rojo carmesí tu vida.
Gracias a ti, por ayudarme, por matarme, por violarme y torturarme, por hacer de mi vida algo mejor.
Comentarios