¿Qué pasa cuando la persona con la que estás te hace sentir bien?, cuando por un momento te olvidas de todo, y el tiempo pasa a gran velocidad, cuando no te interesa nada de lo que ocurre a tu alrededor, sólo te concentras en su respiración, en su aroma; cuando tratas de calentar sus manos frías y rozar sus labios rojos, cuando te pierdes en sus ojos.
Tus ideas chocan, tus planes se alejan de ti, tu forma de actuar cambia, te sientes bien y sonríes, sus brazos te hacen sentir tan cómodo que desearías quedarte allí para siempre.
Pierdes la razón por un momento, te estremeces y la haces estremecer con caricias y besos, juegas, el deseo llega con premura, y así mismo se va.
La noche fría llega, tiemblas, pero al sentir su compañía te tranquilizas y tratas de descansar. Ella está a tu lado otra vez y es lo único en lo que puedes pensar.
Ahora te das cuenta de que la quieres más de lo que creías.