¿Qué pasa amor? Desperté y no estabas.
¿Te sientes bien? -dijo ella, con un tono lleno de somnolencia y comprensión.
¿Que si me pasa algo? Sí, y creo que sabes que me pasa- dijo él. Amor, hoy se cumplen 22 años. Pero ¿por qué seguir sufriendo por ello? - dijo ella.
Lo sabes mejor que yo, no tiene caso decírtelo, sólo dáme un fuerte abrazo y deja que llore un poco junto a ti, por favor -dijo, sin más que decir lloró, lo hizo durante una hora, mientras sostenía aquel pequeño cofre que en su interior guardaba todo aquello que lo mortificaba; como en ese preciso momento.
Lloró, lo hizo en silencio, lo hizo en los brazos de la persona indicada. Ella le sujetaba los cabellos con una mano, con la otra le frotaba la espalda a aquel hombre completamente sumido en su llanto.
Esta es una historia que se ha repetido cada 28 de junio, el festejo discretamente planeado con una pequeña cena junto a su familia. Después de cenar, aquel hombre le hace el amor en la obscuridad a aquella mujer que ha vivido junto con él, todos esos períodos de su existencia que ahora han tomado el nombre de pasado, y que ahora es su esposa.
Desde el primer momento que te vi, no pude sacarte de mi mente, ¿sabias? -dice él. No hace falta que me lo digas, claro que lo sé.
¿Cómo crees que iba a olvidarlo? Así, a partir de esas palabras ambos se remontaron hacia el ayer, hacia el pasado, hacia sus recuerdos; regresando en el tiempo alrededor de 22 años, cuando todo entre ellos empezó.
¡Lorena¡, ¡Lorena! ¡¡¡Lorena!!! ¡Ay niña! ¿No me escuchas? Te estoy hablando ¡por amor del cielo! dijo una voz gritando, muy alterada, repleta de años.
Ya Mamá, ya te escuché, ahora mismo voy- dijo Lorena.
Por favor Lorena, tengo que salir. Te dejo dos listas de las compras del mercado, una es de nosotras, la otra es del Señor Escobar. ¿Entendiste? expresó su madre hablando con prisa, volviendo a gritar. Su madre se fue, Lorena solo escuchó el cerrar de la puerta principal.
Aquella niña inmediatamente se fue a su cuarto para cepillar su cabello, después tomó ambas listas y salió de su casa para dirigirse al hogar de su vecino, el ya nombrado Escobar. Tocó en su puerta con impaciencia. Lo hizo tres ocasiones, las tres con mucha con fuerza, pero no obtuvo respuesta; a lo que ella reaccionó gritándole: ¡Señor Escobar! ¿Se encuentra en casa?
De repente, la puerta se abrió intempestivamente y apareció un hombre mayor, de movimientos lentos expresando:¿qué es lo que deseas? ¿no te dio tu madre una lista? ¡Por Dios! Regresa cuando tengas mi pedido para que pueda darte tus centavos -manifestó aquel hombre gritando con una inmensa descortesía.
-Sólo quería saber si es todo lo que necesita- dijo la niña
¡Sí, niña! es todo lo que necesito, anda, vete ya que tengo muchas cosas por hacer y me estás quitando el tiempo, ¡carajo! expresó aquel anciano con un tono exageradamente molesto.
La niña partió con premura hacia el mercado, sintiendo en su interior mucho miedo por causa de los gritos de aquel vetusto hombre; extrañamente en la lista de aquel viejo solo había velas, clavos, leche y comida para pájaro, algo inusual para un ermitaño como él.
Se detuvo para comprar un poco de fruta, a su lado se encontraba un joven de mirada profunda, que desde que la vió no pudo hacer más que fijar sus ojos en ella. Al mismo tiempo, se guardaba un par de manzanas en los bolsillos de sus chaqueta, cuando ella se dió cuenta del hurto, él le guiñó un ojo en señal de complicidad y se marchó. Ella aparentando discreción salió corriendo, lo siguió. Al recorrer algunos metros, el se percató de que tenía compañía y se detuvo.
¡hola! ¿por qué me sigues? -señaló el joven de mirada profunda, con un gran sonrisa reflejada en su rostro.
¿Seguirte?, respondió ella sorprendida. No, no te estoy siguiendo, es sólo que... este es el camino a casa.
¿Tu camino? ¡perfecto! dejame mostrarte el mío, ¿qué dices?, ¿aceptas? dijo él con la emoción creciéndole dentro del pecho.
"Claro que sí, acepto. Vamos juntos por el camino, que ahora se ha convertido en nuestro camino".
EN UN MUNDO EN EL CUAL EL MIEDO SE OBSERVA MANIFIESTO EN CLARAS Y MÚLTIPLES FORMAS, EL CONDUCTO HACIA EL VALOR ES LA TOLERANCIA. mI PRINCIPAL TEMOR ES EL NO SABER EN QUE INSTANTE RADICA MI IMPOTENCIA.
¿UNO TIENE LO QUE QUIERE? ¿O SOLO DESEA LO QUE NO TIENE? Y EL QUE LO TIENE ENVIDIA AL QUE NO TIENE, Y ESTE A SU VEZ SE LAMENTA DE NO TENER NADA, SIN EMBARGO QUIEN SUPUESTAMENTE TIENE TODO SE LAMENTA POR EL HECHO DE QUE "EL QUE NO TIENE NADA" TIENE TODO LO QUE NECESITA. SENCILLAMENTE, ¿EN QUE RADICA LA CARENCIA? ¿EN TU AMBICIÓN? POR FAVOR, ESO ES ALGO VACÍO; ¿EN TU ENVIDIA? POR FAVOR, DEJA DE PENSAR COMO UN MISERABLE.
TENGO LO QUE EL NO TIENE, EL SE CONFORMA CON TENER UN POCO DEL QUE TIENE, Y SOLO ALGO ES CIERTO: NADIE SE IMAGINA QUE TIENE, LE ES MÁS SENCILLO EL PENSAR ¿QUÉ SERÍA DE UNO SI TUVIESE LO QUE POR UNA SELECCIÓN ALEATORIA? (AFORTUNADA PARA QUIEN LO QUIERA VER ASÍ) EN ESTE MOMENTO PUDIERA PENSARSE QUE UNO TIENE TODO, PERO CON LA INSISTENCIA DE LAS CARENCIAS, DE NUEVA CUENTA NO SE TIENE NADA, POR LA NECEDAD DE QUERERLO TODO, VIL Y CLARA AGONÍA DE CUALQUIER DESDICHADO, Y AL GUSTO PROPIO ¡BIENVENIDAD CONDENA!
¿En qué momento uno deja de sentirse solo? porque si algo es un hecho, es que no por tener de alguna manera una relación de tipo romántica, se puede decir que no se está solo, o mejor aún, que se tiene a alguien. Ahora, ¿qué hay de cierto en que la vida de una gran mayoría gira en torno a una relación amorosa? se tengo o no. Si se tiene, gira en manera de entrega, de ternura, de necesidad. Si no se tiene; existe angustia, frustración y de necesidad mayor y diferente, se diga lo que se diga es una necesidad primordial. Como ser humano en determinado momento debe unirse y encomendarse a otro ser, ¿con qué motivo? eso es lo inexplicable, pareciera un proceso natural, hermoso, no obstante no puede ser así, actualmente no se sabe a lo que se encomienda el hombre. Por consecuencia, no sabe a lo que se expone, tal vez el motivo suele ser cada vez menos poderoso, con la única atracción que es una mejor apariencia.