
Director: Sean Penn
Duración: 148 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Emile Hirsch, Marcia Gay Harden, William Hurt, Jena Malone, Brian H. Dierker, Catherine Keener, Vince Vaughn, Kristen Stewart, Hal Holbrook, Jim Gallien, James O'Neill, Malinda McCollum, Paul Knauls, Zach Galifianakis, Craig Mutsch, entre otros.
" A comienzos de los años noventa, el joven e idealista Christopher McCandless, abandona su vida en la civilización, se cambia de nombre por el de Alexander Supertramp, deja sus posesiones y dona sus 24, 000 dólares de ahorros a la caridad para poner rumbo a la salvaje Alaska, donde espera encontrarse con la verdadera naturaleza y con la verdad de su existencia. Basada en el best-seller de Jon Krakauer, que con su libro basado en las notas del diario que el joven escribió en sus viajes inmortalizó la historia de McCandless."
Es una película que no se puede recomendar a todo el mundo, ya que desde el primer al último minuto vamos a estar acompañando a Chris McCandless y vamos a ser testigos de su fuerte ideología que unos tacharán de "loco" y otros de "valiente", con un código ético y definido que supo dar la espalda a toda la sociedad materialista y adentrarse en la naturaleza para encontrarse a sí mismo.
La historia trata sobre un universitario prometedor de 22 años que decide un día dejar atrás a su familia en búsqueda de aventuras, pero sobre todo de libertad. Chris viajará sin dinero, buscándose la vida para ir de un lugar a otro y conociendo por el camino a otras personas que al igual que él no terminan de encajar en la sociedad.
La película es muy personal, tienes que compartir o entender un poco los ideales del protagonista para poder disfrutar de ella y que las casi dos horas y media se te pasen volando. A mí me encantan este tipo de historias (que algunos clasifican como "road movies") donde un personaje va en busca de sí mismo, pero además Chris huye de una sociedad enferma por lo material. También destacaría que es una cinta que te acerca como espectador a la naturaleza, es realmente increíble como consigue que te dejes llevar por las bellas imágenes que nos regala Sean Penn y el director de fotografía Gautier.
El personaje principal está interpretado por un actor poco conocido, un actor que con esta película ha dado toda una lección. No logro entender como su actuación no fue premiada ya que sostiene todo el peso de la cinta y lo hace de una manera magistral, llegando en algunos momentos a emocionar profundamente. Los secundarios también están fantásticos, desde Vince Vaughn o Hal Holbrook hasta Catherine Keener.
Hay otros aspectos muy trascendentales que contribuyen a la grandeza del filme como lo son el montaje, que desde mi punto de vista es perfecta, la música de Eddie Vedder que acompaña el relato y la ya mencionada fotografía de Eric Gautier, ese tipo se merece un monumento por la labor que realiza.
En definitiva, para mí es una de las mejores películas que se han estrenado en esta década que casi termina, Sean Penn de quien reconozco no había visto una cinta suya como director, aquí nos brinda una obra brillante, única y con mucha personalidad propia, que lo convierte en un cineasta a tener en cuenta.
La sugerencia es apreciarla sin saber mucho sobre su trama y dejarse llevar porque este proyecto es mucho más que una película, es toda una experiencia.
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