
Director: Pete Docter/David Silverman (co-director)
Duración: 92 minutos
País: Estados Unidos
Reparto (voces): John Goodman, Billy Cristal, Mary Gibbs, Steve Buscemi, James Coburn, Jennifer Tilly, Bob Peterson, John Ratzenberger, Frank Oz, Daniel Gerson, Steve Susskind, Bonnie Hunt, Jeff Pidgeon, Samuel Lord Black, Jack Angel, entre otros.
" Monsters Inc. es la mayor empresa de miedo del mundo y James P. Sullivan es uno de sus mejores empleados. Asustar a los niños no es un trabajo fácil, ya que todos creen que los niños son tóxicos y no pueden tener contacto con ellos. Pero un día una niña se cuela sin querer en la empresa, provocando el caos."
Hay diversidad de películas de animación que son meros cuentos infantiles, basados en unas normas estéticas y narrativas ancladas en el pasado. Pixar rompió esa tendencia con Toy Story, y a cada película que han hecho se han ido superando con el paso del tiempo.
Esta cinta es otra muestra de la supremacía de Pixar en el reino de la animación por computadora, no tanto por la técnica, sino porque destacan las historias humanas que cuentan, con un gran mensaje que aquellos que consideren que es una mera realización infantil no verán.
Podría parecer una pueril historia sensiblera con escenas de lágrima fácil y de personajes que busquen la complicidad con el espectador mediante trucos baratos como miradas tiernas y demás cursilerias de telenovela. Pero Pixar tiene a los mejores guionistas del campo de la animación de la actualidad. Son capaces de dotar a personajes que habitualmente serían planos y estereotipados de unos sentimientos y unas emociones que llegan al espectador de forma directa. Pero el discurso que transmite es lo que destaca por encima de todo. Cuando algunos hablan de película sobre el mito de la caverna de Platón, siempre aparece Matrix. Pues esta película está al mismo nivel, debido a lo que cuenta.
Todos los monstruos viven engañados en manos de un gran empresario que, por el beneficio económico, es capaz de hacer daño a niños inocentes, usando a sus asustadores como herramientas para lograr ganancias. Una sociedad que vive engañada y que, irónicamente, tiene miedo, no sólo a los humanos, sino particularmente a los niños pequeños, y viendo sus caras angelicales esto último resulta por lo menos absurdo.
Como en tantas otras películas, retrata una sociedad cimentada en la mentira y en el control de los poderosos. Y también del cariño que puede surgir entre las personas, y la necesidad de la amistad en nuestras vidas, como la que hay entre Sulley y Mike. Y bueno, la pequeña Boo, que es uno de esos personajes adorables ante los que el espectador sólo puede sentir ternura.
Y como no, el ingrediente del humor, tan necesario en este tipo de realizaciones, y yo particularmente no paré de reir en toda la película.
Quizá sin ser la mejor de Pixar, es otra muestra del talento de la compañía de John Lasseter, y de la dependencia de Disney con esta empresa, capaz de dotarle de beneficios y de calidad en su actual crisis de ideas.
Es de agradecer que se consiga realizar hoy en día fábulas tan maravillosas y entretenidas como estas, y que nos recuerden a nuestro niño interior, cuando todos teníamos miedo a la oscuridad y a que algo saliera del armario.
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