
Es una de las pocas películas que en mi caso ha conseguido que esta apreciación cinematográfica escrita no sea un problema. Porque no tiene muchas pretensiones, y sin embargo no falla en una sola de las que pretende: entretiene, provoca emociones, empatiza y la cinta tiene su dosis de humor, aventuras y romance. Es justo lo que necesitaba esta tarde
Tiene un guión muy bien construido, fácil por su franqueza, pero sin bordes. Y dentro de él, los diálogos son de una calidad aceptable como por ejemplo cuando el napolitano Vizzini pone como "ignorantes" a personajes de la talla de Sócrates, Platón o Aristóteles.
Posee unos personajes carismáticos, sencillos también porque la simpatía de los buenos incluso cuando aún no lo son (Iñigo y Fezzik empiezan como rivales pero ya son simpáticos), contrasta con la absoluta antipatía de los malos. Todo el mundo tiene su papel hecho hasta rozar el estereotipo y no obstante también funciona.
Cuenta con un ritmo narrativo perfecto, pues en el momento en que sus intenciones son poco más que entretener, y su propósito es brindar al espectador unos valores morales sencillos aunque efectivos, no se requiere de unas enormes dosis de poesía, así que no es posible que te distraigas observando el tamaño de los planos o cuestiones técnicas muy por el estilo.
La música no es de una calidad impresonante, pero funciona. Lo sé porque la he visto esta tarde y aun cuento con la melodía dentro de mi cabeza.
Por todo lo anterior esta obra es uno de los claros ejemplos de pequeña joya que con el paso del tiempo se convierte en obra de culto adorada por todos aquellos que de pequeños disfrutaron con su sencillez, y que aún hoy sigue enamorando a mucha gente por su buen gusto. Porque es un cuento que a pesar de estar situado en una época medieval es realmente atemporal como los que te leía tu abuela o tu madre, en los que aparecían gigantes, luchas, princesas y amor verdadero.
Una película que debería ser más famosa.
Comentarios