Director: Richard Donner
Duración: 143 minutos
País: Estados Unidos / Reino Unido
Elenco: Marlon Brando, Gene Hackman, Christopher Reeve, Ned Beatty, Jackie Cooper. Glenn Ford, Trevor Howard, Margot Kidder, Jack O'Halloran, Valerie Perrine, Maria Schell, Terence Stamp, Phyllis Thaxter, Susannah York, Jeff East, entre otros.
" Un huérfano extraterrestre es enviado desde un planeta que está a punto de desaparecer a la Tierra, estando ahí va creciendo hasta convertirse en el primer y más grande superhéroe de su hogar adoptivo."
Sin duda un clásico entre los clásicos. Esta creación de Richard Donner tiene muchas cosas que la convierten en una obra que por su importancia y valor, ha entrado a formar parte de la historia, a pesar de no ser ni mucho menos una película perfecta.
Con este largometraje sobre el hombre de acero, se demostró que el cómic podía ser mucho más que un simple entretenimiento infantil. La adaptación de Superman a la gran pantalla resultó ser un éxito completo de taquilla y crítica, y sobre sus espaldas recae el peso de haber creado, como algunos ya lo han señalado, el género de los superhéroes en el cine. Del mismo modo que Superman fue el primer héroe de cómic, del que bebieron y en el que se inspiraron todos los demás, esta cinta es la inspiración para otras muchas cintas sobre enmallados que gustan de combatir el crimen. Y se lo merece.
Para empezar, están esos créditos iniciales fascinantes y memorables, acompañados de esa inolvidable banda sonora de John Williams con un tema principal vibrante y absolutamente emocionante que, en mi opinión, es uno de los mejores que se haya realizado jamás. Pero es que toda la banda sonora completa vale la pena, ya que incluso es difícil olvidar el emotivo y a la vez enérgico tema del planeta Kripton.
También cuenta con escenas irrepetibles que poseen una ambientación digna de mención. En ese sentido, no se puede dejar de retener en la memoria la estética del planeta Kripton y a sus Kriptonianos habitantes, o la guarida de Superman, o su aspecto tan perfecto, y además cuenta con un par de buenas actuaciones como un Christopher Reeve perfecto como el hombre de acero, y con un Marlon Brando en un papel secundario como Jor-El brindando unos discursos que saben transmitir una especial trascendencia sobre el destino de su hijo Kal-El.
Y hay secuencias que no solo impresionan la primera vez que se ven, sino que merecen ser vistas más de una vez para ser admiradas. Como por ejemplo, la primera aparición de Superman tras ese inolvidable discurso de su padre y acompañado por la inigualable banda sonora antes mencionada o el reconocido vuelo nocturno que ocurre entre Lois y el propio superhéroe.
Lo cierto, es que esta superproducción de los años 70 no tiene su mayor virtud en los efectos especiales, lo cuales se han vuelto bastante anticuados y en algunos casos hasta ridículos, sino en un guión que nos regala momentos muy bien ejecutados con una gran ambientación, actuaciones decentes y una banda sonora para el recuerdo.
Para estos momentos de la vida se puede decir que la cinta tiene su debilidad y los huecos en el guión, el cual podría tener alguna atenuante por ser una película de ciencia ficción, no obstante se evidencia cierta ligereza e improvisación en muchas de las circunstancias que van formando una trampa cargada de simpleza, humor e inocencia. Pues claro, esta película la disfrutamos los adultos, pero también habría que decir que fue y quizás siga siendo una obra recomendada para niños. Y es que el trazo de los personajes es sencillo, no hay giros complejos en la trama sino que más bien la misma es un encadenamiento de vertiginosos hechos aislados que nos invitan a conocer sobre los poderes sobrenaturales del hombre de acero.
Me hubiera gustado experimentar las sensaciones que tuvieron la oportunidad de vivir los niños de esa época con esta cinta que resultó ser una emocionante novedad dentro del género, dadas las características de la obra. Por ello, es un título al cual se debe respetar y mucho por todo lo que haya podido significar en el momento de su lanzamiento.
Aunque habría que manifestar que sin duda, frente a una mirada más crítica y tomando en cuenta los criterios actuales la película no resistiría algunos análisis de tipo lógico. Y es que como espectador es muy fácil darse cuenta que la historia en sí no está cuidadosamente elaborada y que muchas de las escenas que se tienen oportunidad de presenciar hasta pueden resultar graciosas.
Resulta curioso que hay muchas opiniones que se escuchan al pasar los años sobre el personaje, sobre el hecho de que se le puede comparar con Jesucristo dadas las similitudes de ambos tanto en su origen como en los propósitos de ambos: buenos de corazón, vienen al planeta Tierra a sustentar un régimen de bondad y justicia, y finalmente son hijos únicos que cuentan con revelaciones constantes del padre. Sin comentarios.
Finalmente, sirva este texto para brindar un homenaje a un actor tan menospreciado como Christopher Reeve, que situó a un personaje de cómic en una dimensión espectacular, tan grandiosa, que todo el mundo, cuando piensa en Superman, lo imagina con la cara del tristemente desaparecido actor.
Me quedo en lo escrito, una película que conserva su encanto, pero que seguramente pudo haber sido mejor.
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