Blade Runner 2049 (2017)

Director: Denis Villeneuve

Duración: 164 minutos

País: Estados Unidos/ Reino Unido/ Canadá

Elenco: Ryan Gosling, Dave Bautista, Robin Wright, Mark Arnold, Vilma Szécsi, Ana de Armas, Wood Harris, David Dastmalchian, Tómas Lemarquis, Sylvia Hoeks, Edward James Olmos, Jared Leto, Sallie Harmsen, Hiam Abbass, Mackenzie Davis y algunos más.

" El descubrimiento de un joven blade runner, lo lleva hacia la pista del antiguo blade runner Rick Deckard, quien lleva desaparecido durante treinta años."

Así es, por fin ha aparecido una de las secuelas más impensadas de la que debe ser una de las más reconocidas películas de ciencia ficción de todos los tiempos. Un enorme titulo con el cual cargar. Una obra ante la cual resultaría difícil estar a la altura. Con esto quiero decir sencillamente que esta nueva película no tenía que haber sido realizada; en mi punto de vista, la historia de Blade Runner se completó hace 35 años en 1982.

Esto generó que mis expectativas disminuyeran sobre un nuevo volumen de mi obra predilecta que pudiese ganarse un lugar en mi estantería personal, pero al menos esperaba que pudiera elevarse por encima de toda aquella manía a la que estamos siendo expuestos por Hollywood de secuelas repetitivas, de aquellos llamados reboots, y que tal vez valiera mi tiempo observarla. Así que, te diré por qué pienso que lo consiguió, aunque no tanto como lo deseaba.

En primer lugar, me gustaría anunciar que tenía fuertes dudas sobre ir a verla, incluso recordando lo que la nueva entrega de Star Wars había conseguido hace un par de años cuando provocó toda una emocionante pugna sobre su calidad y  un interminable debate sobre si valía la pena seguir explotando la saga; lo que me llevó a cuestionarme si en este caso ambos realmente serían suficientes motivos como para justificar la existencia de otra secuela de una película clásica. Ahora bien, con toda honestidad, me parece que cualquier persona con un mínimo de entendimiento sobre el tema, puede admitir que la única razón por la que se produjo esta película fue por el enorme poder e influencia que posee el nombre de Blade Runner, y su formidable capacidad de recaudar dinero en efectivo. Hasta cierto punto puedo entender que el único objetivo de llevar a cabo ciertos proyectos sea ganar plata, pero no me parece que esa deba ser la razón principal. Luego, cuando escuché que Ridley Scott habia dado el visto bueno para la producción, empecé a desconfiar de la cinta un poco más. Es decir, ¿cuántas veces hemos visto a gente como Spielberg, Burton, Lucas o el propio Ridley dar su aprobación para que se concrete otra secuela o remake terrible? Por tal motivo, no podemos confiar en aquellos renombrados directores para que se encarguen de la fastidiosa tarea de proteger el legado de una película.

A pesar de todas mis conjeturas, salí del cine con una mejor impresión que aquella con la que había entrado en el. No obstante que sigo manteniendo la misma idea: no era necesaria una secuela. Como sea, a mi entender fue una sabia decisión que Villeneuve dirigiera esta cinta. Con Arrival, Sicario, Prisoners e Incendies ha demostrado sobradamente que puede lograr una película conjuntada seriamente, vinculada a interpretaciones adecuadas y renovadas en diversos géneros y especialmente en el género de la ciencia ficción. Aunque me quedé con un breve regusto de indecisión acerca de si el realizador canadiense fue verdaderamente la mejor opción, ya que siendo sincero a pesar de que todas las actuaciones me parecen sólidas, nadie realmente destaca en su desempeño, como si lo obtuvieron las actuaciones de los Replicantes en el proyecto original. En esta ocasión, para mí, el personaje mejor escrito (aunque no aporta gran cosa al relato globalmente) y la participación más destacada provienen de la actriz cubana Ana de Armas, quien le da vida a Joi. Y es que, si nos detenemos por ejemplo en el protagonista, el rendimiento de Ryan Gosling es simplemente adecuado; la verdad es que su personaje no requería mucho de él y me quedé con las ganas que lo interpretara con un temperamento más oscuro. Es más, su interpretación se parece mucho a la que tuvo en Drive. Claro, el hombre tiene cierta facilidad para presentar en pantalla esa mirada dura y seria, pero no goza de ese talento especial que expresa emociones profundas, el cual se hubiese hallado seguramente en una elección diferente en el casting. Por supuesto, esto es Hollywood en el año 2017, así que haber seleccionado a un actor distinto podría haber lastimado seriamente sus bolsillos.

En cuanto al resto del elenco, puede manifestarse que las decisiones fueron acertadas. Se puede señalar el caso de Robin Wright, quien finalmente consiguió un papel hecho a su medida en una producción a gran escala. Y respecto a Jared Leto, aunque no inventa nada del otro mundo, sería justo recalcar que trae su personaje a la vida, que lo dota de su propia esencia como actor.

Sin embargo, una de las tantas fragilidades de la película, la cual me dejó con una sensación de insatisfacción por no haber conseguido lo que se esperaría en una creación como esta, fueron los diálogos. En muchas secuencias resultan tan sosos y para colmo llenos de explicaciones sobre la trama. En mi opinión, los escritores podrían haber creado un universo mucho más auténtico haciendo uso de un subtexto intrincado, en lugar de entregar el argumento sobre el que se cimienta la historia, encima de un charola de plata a la audiencia. Baste, como muestra que hubo muchas escenas en las que se hacen bromas, o lo que parecían bromas, donde el resto de la sala y yo estuvimos completamente callados. Fue complicado, incluso traté de reírme, pero esos personajes me resultaban tan agrios que los intentos de acercar el humor se sentían antinaturales y muy planos.

Quizás sea injusto comparar esta secuela tardía con la obra original, pero apreciando el nivel en el que se encuentra esta nueva entrega y su nombre, es algo que no puedo evitar hacer.
Llegados a este punto, habrá que condensar los aspectos fundamentales de la misma.

La película por si misma está bien construida en el aspecto técnico, incluso es posible que esté un paso por encima de la mayoría de cosas que se están proyectando en cualquier sala de cine de la actualidad, pero en comparación con la obra original se queda bastante corta en casi todos los aspectos. Pongamos por caso que, simplemente donde la película visualmente parece espectacular, no alcanza a ser tan sorprendente como su precursora; lo mismo puede decirse de todo el trabajo de diseño y vestuario que simplemente no tiene el cuidado y la inspiración de la primera cinta. Y sobre la música podría exponer que es buena, pero solo cuando toma ciertos fragmentos de la partitura original. De hecho, la película también trata de emular el ritmo más pausado de la primera película, pero termina siendo incluso más lento y su metraje está tan estirado al punto de alcanzar casi 3 horas, que bien bien podrían haber sido fácilmente dos y se hubiese tratado de una mejor cinta sin que ninguno de los temas o la historia principal hubiesen quedado de lado. Resulta extraño también, que se trate más de una historia de detectives que de una película de acción, pero dichos elementos detectivescos no son tan sólidos o interesantes esta vez.

Todo esto parece confirmar que Blade Runner 2049 intenta entrar en un nuevo territorio en lo que podríamos titular como el universo Blade Runner; pero todos los temas que aborda, todos los lugares que revisa, son de sobra conocidos y resultan obvios o simples lugares comunes, nada más por haberse elaborado antes hasta el cansancio, tanto en otras películas como en la propia televisión. Es más, hay algunas tramas secundarias cuyos tonos tienen reminiscencias de Her de Spike Jonze y hay algunas otras escenas que me temo son un intento de establecer más películas en la recien creada franquicia.

Puede sonar como que estoy siendo bastante duro con la película y no obstante, hay muchas cosas que se pueden disfrutar en ella. Por enumerar algunas diria: las imágenes, el diseño de sonido, algunos efectos especiales y la icónica atmósfera opresiva que todo aquel que haya visto la obra original ha reverenciado.

Al final, solamente anunciaría que se trata de un producto solido de ciencia ficción que sufre si se le compara con sus raíces, que sus mejores personajes están desperdiciados y que su metraje se alarga demasiado y que para su desgracia no atesora ninguna escena icónica.

Es mejor recordar aquellas escenas inolvidables de la obra original. Como aquella en la que asistimos a la muerte de la replicante bailarina que es disparada por la espalda, mientras se rompen los cristales con su caída y todo ello ocurre en cámara lenta, o la escena con Rutger Hauer en el ascensor siendo iluminado después de matar a su creador o su épico monologo final.

Es simple, la nueva película no tiene nada del arte que eleva a una película al nivel de obra maestra. En resumen, podría haber sido mucho peor y no es ninguna verguenza que ahora que mi cinta favorita se ha convertido en una saga me siga gustando, pero está lejos de las criticas que puedo llamar por lo menos como sospechosas que han inundado todas las plataformas días antes de su lanzamiento.