Director: Pedro Almodóvar
Duración: 121 minutos
País: España
Elenco: Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Antonio de la Torre, Carlos Blanco, María Isabel Díaz Lago, Neus Sanz, Leandro Rivera, Pepa Aniorte, Yolanda Ramos, Elvira Cuadrupani, María Alfonsa Rosso y otros más.
" Después de su muerte, una madre regresa a su ciudad natal para arreglar todas aquellas situaciones que no pudo resolver durante su vida."
La visión de una madre muerta se cierne sobre las vidas de Raimunda y su hermana Sole. Es más cuando las conocemos, están limpiando la tumba de sus padres en el pequeño cementerio de su ciudad natal. Parece que ambas guardan malos recuerdos del pequeño pueblo donde crecieron. Raimunda más que Sole, tiene que lidiar con sus propios demonios y sus visitas a su anciana tía Paula, quien se esta volviendo senil, les causa una enorme ansiedad.
Esta película trata a grandes rasgos sobre los colores y sabores de una cultura local que engloban a un país mediterráneo. Aunque la película comienza impregnada por el negro (en el cementerio donde las mujeres arreglan las tumbas haciendo uso de cierto humor), el rojo domina la película: vestidos rojos, flores rojas, automóviles rojos, y obviamente los labios de la protagonista y un poco de sangre. En ese sentido, el negro y el rojo se mezclan de forma oportuna en el personaje principal, Raimunda, interpretada de manera primorosa por Penélope Cruz; una mujer que tiene el cabello negro y que suele vestirse de color rojo con frecuencia, más a menudo que el negro.
A su vez, esta película rinde homenaje a las mujeres atrapadas en matrimonios dañinos. Al igual que recuerda a una España que ya no existe. Es decir, la mayoría de los pueblos cercanos a las grandes ciudades han desaparecido. Con ellos se fueron las vidas prósperas que los habitantes de esos lugares construyeron para ellos y sus familias. Aquella España gobernada por Franco se ha convertido en un país moderno en el que la gente no ama el trabajo en el campo. Es así que la mayoría de las personas terminan viviendo en lugares como Madrid donde existe más prosperidad; sin embargo, sus existencias son trastocadas porque se pierden en el anonimato que te concede la metrópolis.
Admito que, a pesar de que suelo disfrutar sus comedias más ligeras y aquellas que realizó al inicio de su carrera, son sus obras más dramáticas y oscuras aquellas que realmente me gustan de Almodóvar. Por citar algunas, diría que Carne trémula y Hable con ella son cintas destacadas que dejaron en mí una marca indeleble una vez que concluyeron.
En este caso, esta creación suya cuenta con momentos de verdadera resonancia emocional, pero hay en ella demasiada alegría y un tono inconsistente que impidió que fuese la obra maestra que la mayoría de críticos alcanzaron a apreciar, al menos a mi juicio.
Desde un inicio, fue casi imposible no quedar cautivado por las actuaciones y la trama en apariencia somera, pero que provocó que tratará con todas mis fuerzas de averiguar hacia donde iba la cuestión. Sin embargo, la historia decide tomar una serie de caminos muy confusos, hasta que se resuelve emplear un giro de tuerca muy al estilo de Usual Suspects, llegando al veredicto de que todo el relato esta construido a base de los llamados McGuffins.
Para una gran cantidad de detractores, como ocurre con aquella renombrada película, en este filme podría avalar que al final un giro inesperado de 180 grados no provoca que se olvide lo que haya acontecido en ella en la hora y media anterior a que este aparezca. A mi parecer el director contaba con una idea bastante atractiva, a la que le pudo brindar un mejor desarrollo, nada más que simplemente da la impresión de que no parecía saber qué tan seriamente tomarla.
De hecho, incluso si la cinta fuese un bodrio total, aun así le daría una buena puntuación basándome en el fenomenal trabajo de Penélope Cruz. Se sabe que ha sido criticada cuando aparece en algún filme hablando el inglés, pero sigue siendo aclamada como una de las mejores en su idioma nativo. Y hasta cierto punto es verdad, no he tenido la oportunidad hasta este momento de apreciarla en un gran papel cuando aparece en alguna producción de Hollywood (en Vanilla Sky estaba bien, pero sabiendo de antemano que aparecía en la obra original que había dado pie a ese refrito, la decisión se modificaba), aunque si en un par de otras creaciones donde demostró ser una actriz bastante rentable.
Como sea, solo hay una par de ocasiones donde se percibe a Cruz en su elemento natural y se produjo curiosamente en dos películas de Almodóvar; pero a diferencia de aquellas oportunidades donde interpretó a mujeres de naturaleza más bien tímida, que confiaban sus propias decisiones en las opiniones de otros, aquí ella presenta un casi despertar sexual de aquellos roles anteriores. Se podría decir que esta película es un vehículo para mostrarnos la bella figura de Cruz, tanto como la historia que se cuenta. En cada escena se pone de manifiesto su atractivo físico, y es precisamente ese encanto, esa seguridad en sí misma lo que genera que los momentos conmovedores y toda la alteración que va apareciendo sean mucho más efectivos. En otras palabras, la señora Cruz demuestra que con el director adecuado detrás de ella, puede cumplir con una labor relevante. Hay que mencionar, además la otra gran presencia, y hasta podría atreverme a señalar que nadie la ha elogiado por su contribución en este filme, y no es otra más que la gran Carmen Maura. Al interpretar a Irene, Maura hace maravillas con su personaje, una mujer que se ha ocultado de su propia hija debido ala vergüenza que ha padecido durante muchos años.
Por lo que se sabe, el realizador está rindiendo una clase de tributo a su propia madre, y a las mujeres que conoció mientras crecía en un pequeño pueblo de La Mancha con este ejercicio cinematográfico. Al igual que ha ocurrido con algunos escritores, Almodóvar descubrió las enormes posibilidades de retratar a esas mujeres desde sus años formativos. Por lo cual, hay que reconocerle que posee un gran oído para todo aquello que sucede cuando un grupo de mujeres decide reunirse para hablar. Un ejemplo de ello se me viene a la mente cuando se observa a todas las mujeres del poblado congregadas en el funeral de la vieja tía, ya que Sole, quien teme ver a gente muerta, entra en la casa de Agustina y de repente está rodeada por las amigas de Paula.
De tal manera que hay una leve insinuación que aparece casi al final de la película que expresa que Almodóvar debe haber encontrado una fuente de inspiración en aquellos dramas italianos de los años cincuenta, ya que vemos a uno de los personajes mirando una película de Visconti, en la que Anna Magnani deslumbra con toda su belleza. Y la protagonista Raimund, en muchos aspectos se asemeja a ese prototipo italiano en la forma en que se presenta en la película.
En fin, como prácticamente todas las obras del cineasta español, este obra suya trata temas de especial interés para las mujeres, incluida la nombrada hermandad de las mujeres, los roles que deben desempeñar en una sociedad dominada por los hombres, las complejidades inherentes a las relaciones madre/hija y la forma en que los sueños una vez postergados, de repente pueden florecer en el instante en que una mujer se ha liberado de la dominación masculina y se impone por sí misma como una fuerza independiente a tener en cuenta.
Sin embargo, no se trata de una discusión pro-feminista, ni un ataque directo contra los hombres (los cuales casi ni aparecen) sino más bien una historia acerca del vinculo exclusivo que las mujeres comparten cuando experimentan los altibajos, las alegrías y las vicisitudes de la vida cotidiana. Y a pesar de que la trama en algunas ocasiones atenta contra la credibilidad, al menos no tropieza con el desenfreno melodramático de alguna de sus otras cintas. Recomendable.
Comentarios