Dirección: Geoff Murphy
Duración: 91 minutos
País: Nueva Zelanda
Reparto: Bruno Lawrence, Alison Routledge, Pete Smith, Anzac Wallace, Norman Fletcher, Tom Hyde.
" El científico Zac Hobson se despierta por la mañana y pronto descubre que parece estar solo en el mundo. Conduce sin éxito en busca de otros supervivientes e intenta averiguar que ha podido ocurrir. Al cabo de unos días, comienza a mostrar rastros de locura debido a la soledad. De la nada, Zac se encuentra con una mujer llamada Joanne y permanecen juntos buscando a otros supervivientes. Más adelante Zac se topa con el desconfiado Api y el científico le explica que cree que el proyecto que estaba investigando en el laboratorio del gobierno podría haber causado el fenómeno. Ahora el trio tendrá que tomar una terrible decisión para detener el experimento."
Para abrir con esta breve reseña me gustaría señalar que hay varias películas de ciencia ficción de tintes apocalípticos lanzadas en los años setenta que contaban con un final desalentador, normalmente protagonizadas por Charlton Heston, que predijeron y en apariencia anhelaron un acontecimiento de nivel de extinción para borrar la plaga (en que se ha convertido la humanidad) de la faz de la Tierra.
Hasta ese momento aun no ha ocurrido (con todo y la reciente pandemia), así que nos va un poco mejor de lo que aquellos cínicos visionarios de Hollywood suponían. La tierra silenciosa, como yo llamaría a esta obra de 1985 tenia la ventaja de la distancia con otras producciones tanto en el tiempo en el que apareció como lo que años después se volvería el ciclo dominante en cuestión de temáticas similares. Es decir, aquí no hay zombies, ni Armagedón nuclear, ni volcanes ni plagas. Solo se trata de un hombre que se despierta una mañana y descubre que no hay nadie mas a su alrededor, ni gatos ni perros, ni siquiera pájaros o alguna abeja.
El protagonista de la historia, un peculiar sujeto llamado Zack Hobson (interpretado por el fallecido Bruno Lawrence, un cruce preciso entre Robert Duvall y aquel actor que solía encarna a muchos villanos Lance Henriksen) es ese hombre, un sujeto ataviado con un traje en apariencia común y corriente que al principio se siente ligeramente molesto porque nadie contesta al teléfono, pero que se alarma cada vez más a medida que recorre la ciudad y encuentra coches vacíos, aviones derribados, tiendas desiertas y calles desoladas. ¿ A dónde se ha ido todo el mundo? ¿Dónde está la vida animal? Y si todos están muertos ¿Por qué el se ha salvado?
A mi gusto lo narrado se vuelve una premisa cautivadora y el primer acto posee mucha diversión con el mencionado Zac pudiendo hacer lo que se le da la gana en este nuevo mundo vacío antes de que finalmente se desespere y se siga desesperando. Entonces aparece la misteriosa Joanne. Y uno empieza a preguntarse: ¿Cómo es que hay alguien más en el lugar? ¿Qué les une?
A través de una serie de experimentos y observaciones Zac el científico teoriza que su participación en el confidencial Proyecto Flashlight es el culpable y que se ha creado un nuevo universo tangente que puede ser inestable y estar a punto de colapsar.
Desde luego, a mi parecer aquí hay mucho que discutir y que bien vale la pena observar. El material va muy lejos y puedo hasta garantizar que esta pelicula fue una gran influencia para directores como Christopher Nolan, ya que en esta cinta hay elementos y temas de ciencia ficción de los que se hicieron mucho eco en creaciones como Inception e Interstellar.
Por otra parte, el discutido final está muy abierto a la interpretación de cada espectador, y es cada uno de ellos el que debe darle el significado que cree que merece, y por ende esta muy lejano de los impactantes finales contemporáneos. Dicho de otra manera, nada se explica con certeza, y ninguna de las teorías del científico protagonista se demuestra exacta, pero la pelicula se las arregla para evitar la habitual ciencia torpe a la que recurrían muchas cintas de terror y ciencia ficción de la época cuando el guion llegaba a un callejón sin salida.
En resumen, la ciencia empleada en esta oportunidad me parece bastante solida y el guion parece mas un material importante de alguien célebre en el género como Philip K. Dick que una pelicula de serie B sin sentido.
Dirigida por el excéntrico realizador neozelandés Geoff Murphy, que solo hizo once películas en toda su carrera, no hay en La tierra silenciosa que parezca anticuado (desde luego que los efectos usados en el filme si se les compara con los actuales no son los óptimos, pero eso queda más que comprendido. Esperar otra cosa me parece estúpido). A mi juicio, la historia es atemporal (valga el juego de palabras) y resulta fresca cada vez que se ve.
Teniendo en cuenta los elogios que reciben películas de menor calidad, es una pena que no reciba más reconocimiento. En especial en estos tiempos en los que vivimos en que se abusa de la temática distópica o apocalíptica.
Cabe agregar que de las once películas que Murphy dirigió, solo cuatro fueron en Hollywood y tres de ellas fueron secuelas, siendo una tal Young Guns II su única pelicula nominada al Oscar y Under Siege 2 el mayor éxito financiero de su carrera. Por supuesto, todo esto sucedió en los años noventa. En la década de los 2000 regresó a su natal Nueva Zelanda para trabajar en proyectos mucho más pequeños, pero fungió como productor en Dante's Peak y fue ayudante de dirección de Peter Jackson en las tres películas de El señor de los anillos.
Puede que su currículum fuese reducido, pero dejó una gran huella en la ciencia ficción con La tierra silenciosa que con su bajo presupuesto y su gran imaginación, consigue situarse por encima de muchas de las películas huecas de millones de dólares de hoy en día.
Se trata de un escalofriante y atractivo thriller de ciencia ficción. Aunque en su momento no causó gran sensación en Estados Unidos, es obvio que esta obra guarda un fuerte subtexto alegórico sobre el lugar del hombre en el universo. Mi única queja con esta clase de cintas es la siguiente: me gustaría que en la próxima pelicula, el ultimo hombre vivo pudiera ser realmente el ultimo hombre vivo por una vez.
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