Dirección: James Frawley
Duración: 95 minutos
País: Reino Unido / Estados Unidos
Elenco: Jim Henson, Frank Oz, Jerry Nelson, Richard Hunt, Dave Goelz, Charles Durning, Austin Pendleton, Edgar Bergen, Milton Berle, Mel Brooks, James Coburn, Dom DeLuise, Elliott Gould, Bob Hope, Madeline Kahn, Carol Kane, Cloris Leachman, Steve Martin, entre otros.
Mientras lleva una vida tranquila en un pantano, la rana René recibe un consejo de un agente de Hollywood para hacer una audición y tener la oportunidad de su vida. René aprovecha la oportunidad y emprende el viaje a Hollywood. Por el camino, la rana se encuentra con varios, nuevos y extravagantes amigos, como el cómico oso Fozzie, la bella pero luchadora Miss Piggy u el gran Gonzo. Pero René también debe tener cuidado con el despiadado Doc Hopper, que planea utilizarlo como portavoz de su cadena de alimentos a base de ancas de rana.
Se han hecho un montón de largometrajes con los Muppets, creados por Jim Henson y compañía, pero La pelicula de los Muppets fue la primera de todas, y la primera de la trilogía original que también incluye La gran aventura de los Muppets y Los Muppets toman Manhattan.
Esta cinta se estrenó unos años antes de que yo naciera, así que obviamente no pude verla en su momento (ni tampoco sus dos sucesoras cuando se estrenaron). Sin embargo, vi muchas películas de los Muppets durante mi infancia, en especial después de la prematura muerta de Henson en 1990. Finalmente vi esta pelicula por primera vez a mediados de los noventa, después de escuchar la banda sonora. Como era de esperarse, me gustó en su momento, y volver a verla ahora que soy un cuarentón desengañado y aceptar que no me ha decepcionado para nada es todo un logro en la vida.
Todo arranca un día mientras la rana René está sentada en un pantano con su banjo después de cantar Rainbow Connection, un agente de Hollywood llamado Bernie se acerca en una lancha y le insta a seguir una carrera en la llamada Fábrica de los sueños. Entonces René decide seguir su consejo y se va con dirección al Oeste. Pronto conoce en un restaurante al oso Fozzie, un cómico sin éxito, y le convence para que le acompañe.
Además, la rana también llama la atención de un tal Doc Hopper, el dueño de una cadena de restaurantes que se basa en las ancas de rana que desea que René sea la mascota del negocio. Como rana que es, a René todo el asunto le causa grima, así que se niega y se va con su amigo Fozzie. En su viaje por carretera a través del país, René y Fozzie conocen a otros Muppets que se unen a ellos como Miss Piggy (que pronto se convierte en el interés amoroso de la rana) y Gonzo.
Para su desgracia, mientras todos intentan llegar a Hollywood, el mentado Doc Hopper ayudado por Max está dispuesto a hacer cualquier cosa para obligar a René a convertirse en la mascota de su cadena de restaurantes, por lo que la rana se encuentra cada vez más en peligro.
Desde luego, muchos alaban las canciones de esta cinta y puedo ser capaz de entender por qué es de ese modo. Por supuesto en la lista de canciones usadas en el metraje está la nominada al Oscar y antes citada Rainbow Connection justo al principio y le sigue más buenas melodías, como la pegadiza canción de carretera de René y Fozzie, una conmovedora balada cantada por Gonzo, y la canción que canta Miss Piggy cuando ve a René por primera vez y su romance parece demasiado repentino.
Como sea, lo fundamental es señalar los Muppets de esta cinta son en general adorables, como lo eran en la televisión, y algunos de ellos aportan gran parte del humor, incluido Fozzie que realiza su primera aparición en la historia intentando de forma desesperada entretener a la gente en un bar con un monologo torpe. Y bueno, si estás familiarizado con estas marionetas tan veneradas y apreciadas, debes saber qué esperar de cada una de ellas.
Volver la vista atrás a las obras de Jim Henson luego de tantos años después de su muerte es como echar un vistazo a otra época (si, se que suena a perogrullada pero es la verdad). Y es que, a diferencia de los supuestos creativos que hoy en día intentan vender toda clase de productos a los niños, o peor aun, explotarlos de forma cínica, Henson parece que nunca olvidó realmente lo que era ser un niño. Y y si existió una ocasión en la que lo demostró de la mejor manera fue en este filme lanzado hace más de 45 años.
Rodada como una historia alegórica sobre cómo el propio Henson llegó a trabajar en la televisión infantil como titiritero y acabó teniendo su propio programa de treinta minutos en un horario de máxima audiencia, esta obra acaba siendo una afirmación de todo lo que los tipos más progresistas y avanzados dirían a los niños que no acababan de cumplir la norma esperada durante la década de los ochenta.
Y mientras gozamos de los frutos de una época en la que estamos amordazados y obligados a no hablar de nada para que nadie se ofenda, aquí se ofrece la celebración de forma abierta de la diferencia o la diversidad que formaba en gran medida El show de los Muppets. Lo he comentado en algún otro momento, pero debo decirlo aquí también: una gran luz en el mundo se apagó el día que murió Jim Henson.
Para subrayar es que no eran solo un grupo de marionetas de fieltro con personalidades singulares que se combinaban para montar un espectáculo. Eran prácticamente seres vivos basados en una parte de todos nosotros, solo que escritos y creados de forma mucho más atrevida de lo que estamos acostumbrados.
A medida que nos iban presentando a cada Muppet, veíamos otro reflejo de una parte de nosotros mismos, y por supuesto los niños de la audiencia respondían de forma diferente a cada personaje. De ahí que cada uno tuviera su favorito. Cuando Animal apareció detrás de una batería e intentó comerse un platillo, supe que había encontrado uno de los míos. Ahora soy más fan de René y de Rufo, pero qué más da.
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