Fue tanto amor, fue tanto amor, fue tanto tanto tanto amor que no encuentro un momento pa' olvidar, no tengo ganas de olvidar
Mis ideas se estancan. Estoy intentando fervientemente escribir la segunda parte de Hechicera, que salió a flote después de un verdadero momento de sublimación. Sin embargo, por el momento se acabó, y eso que estoy completamente lleno de melancolía, de recuerdos que me intoxican el alma desde que abro los ojos.
Tengo en la mente como una idea parásito, la frase con que ese nuevo post tendría que comenzar, después de eso ya no se clarifica nada, ando por las ramas. Solo divagar. Tratar de escribir por escribir no es mi estilo, al contrario me disuade totalmente. Me molestan estos letargos que acto seguido se convierten a entumecimiento mentales, me lleno de pesadez y de sopor. Son todo un lastre. Es lamentable. No obstante, no todo está perdido, los conceptos y las nociones siguen ahi sin ser llevadas a su esplendor, siguen siendo deseo y fantasías reprimidas.
Hoy como casi todos los lunes tengo sueño. Dormí poco y soñé mucho; no suelo recordar mis sueños y los que hoy tuve me estaban impactando bastante, me hubiera gustado anotarlos y remembrarlos.
Hoy tomé prestado algo que no debía, muchos lo llamarían robo, yo estaría de acuerdo con ellos. Lo raro de todo ello es que no sentí culpa, al contrario lo justifiqué con miles de argumentos y todas mis normas se vinieron abajo en pocos instantes. Es decir, me valió madre lo que hice y hasta me regocijé con mi conducta. En gran parte que haya sido de esa manera, pienso fue, que una buena causa me motivó al hurto. En fin, no se perdío gran cosa, fue como quitarle el dulce a un niño.
Por estos días el planeta está sufriendo unos cambios climáticos tan radicales, y este lugar no ha sido la excepción. Hemos tenido que padecer tormentas incesantes, con granizo y truenos incluídos. El viernes pasado le volvieron a sacar un poco de sangre a mi hermano de su nariz, que es lo más sobresaliente de los elementos en su rostro. Violencia genera violencia.
Tengo que ir a clase a hablar de Desensibilización sistemática, y no tengo ni puta idea de que voy a hacer. Ya veremos que acontece.
Tengo en la mente como una idea parásito, la frase con que ese nuevo post tendría que comenzar, después de eso ya no se clarifica nada, ando por las ramas. Solo divagar. Tratar de escribir por escribir no es mi estilo, al contrario me disuade totalmente. Me molestan estos letargos que acto seguido se convierten a entumecimiento mentales, me lleno de pesadez y de sopor. Son todo un lastre. Es lamentable. No obstante, no todo está perdido, los conceptos y las nociones siguen ahi sin ser llevadas a su esplendor, siguen siendo deseo y fantasías reprimidas.
Hoy como casi todos los lunes tengo sueño. Dormí poco y soñé mucho; no suelo recordar mis sueños y los que hoy tuve me estaban impactando bastante, me hubiera gustado anotarlos y remembrarlos.
Hoy tomé prestado algo que no debía, muchos lo llamarían robo, yo estaría de acuerdo con ellos. Lo raro de todo ello es que no sentí culpa, al contrario lo justifiqué con miles de argumentos y todas mis normas se vinieron abajo en pocos instantes. Es decir, me valió madre lo que hice y hasta me regocijé con mi conducta. En gran parte que haya sido de esa manera, pienso fue, que una buena causa me motivó al hurto. En fin, no se perdío gran cosa, fue como quitarle el dulce a un niño.
Por estos días el planeta está sufriendo unos cambios climáticos tan radicales, y este lugar no ha sido la excepción. Hemos tenido que padecer tormentas incesantes, con granizo y truenos incluídos. El viernes pasado le volvieron a sacar un poco de sangre a mi hermano de su nariz, que es lo más sobresaliente de los elementos en su rostro. Violencia genera violencia.
Tengo que ir a clase a hablar de Desensibilización sistemática, y no tengo ni puta idea de que voy a hacer. Ya veremos que acontece.
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