
Director: Joseph L. Mankiewicz
Duración: 138 minutos
País: Reino Unido
Reparto: Laurence Olivier, Michael Caine, Alec Cawthorne, John Matthews, Eve Channing y Teddy Martin.
" Andrew Wyke es considerado uno de los más notables escritores de novelas de intriga. Wyke, además es un fanático jugador que ha convertido su gran mansión en una galería llena de múltiples juegos. Una tarde, Wyke invita a Milo Tindle un peluquero y actual propietario de una cadena de salones de belleza, a tomar unas copas en su casa. Ambos hablan de sus cosas, y Wyke le propone un plan a Tindle en el que ambos saldrán beneficiados."
Claramente es una cinta teatral, configurada a partir del peso de la escenografía y las interpretaciones, a partir de un guión fenomenal en su construcción de este duelo de ingenios. Un argumento en el que se insinúa su carácter de enorme ironía y su distanciamiento de un thriller más razonable mediante varias herramientas: el humor y su marcada teatralidad, un marcado tono de suspenso psicológico y moral, además de ser una sátira del género clásico de detectives.
Mankiewicz firma aquí una obra maestra sin suavizantes ayudando a su innegable talento para crear escenarios y construir ingeniosos diálogos y sin dudar la actuación apoteósica de dos grandes monstruos de la actuación.
El señor Wyke, destacado novelista de obras de misterio, en el sentido de Agatha Christie y ganador del premio Edgar Allan Poe por la construcción de novelas de detectives con un protagonista a la altura de las más grandes creaciones literarias, el célebre detective Lord Melidou, invita a su rival de amores de origen italiano Milo Tindle a charlar un poco a su casa.
Wyke encarna el espíritu más perversamente sádico del alma humana, de aquellas personas que habiendo tenido cierto éxito en la vida disfrutan humillando a los semejantes que por su cuna y naturaleza consideran inferiores.
De hecho, Wyke invita a Tindle a su enorme mansión para hacerle partícipe de sus sádicos juegos de humillación y sumisión con los que tanto disfruta. Y en ese lugar, la mansión de Wyke tiene lugar una de las más grandes historias jamás contadas a través del lente de una cámara cinematográfica.
Para el recuerdo quedarán el caserón del escritor, repleto de muñecos autómatas de cera que ayudan a crear la grotesca atmósfera en la que en todo momento se ve empapada la trama. Y qué decir de Caine disfrazado de payaso sirviendo de prueba para el juego del escritor, para luego descubrir el ultraje y responderle al maestro con el mismo tipo de juegos, incitado por su orgullo tremendamente afrentado y mancillado.
Esta cinta sólo se podría resumir de la siguiente manera: ingeniosos diálogos a la altura de los más grandes guionistas del Hollywood de la época dorada, atmósfera psicológicamente angustiante y unas actuaciones que sobrepasan los límites de la más increíble perfección hacen de esta producción una de las imprescindibles de todos los tiempos.
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