
Director: George A. Romero
Duración: 126 minutos
País: Italia/Estados Unidos
Reparto: David Emge, Ken Foree, Scott H. Reiniger, Gaylen Ross, David Crawford, David Early, Richard France, Howard Smith, Daniel Dietrich, Fred Baker, James A. Baffico, Rod Stouffer, Jese Del Gre, Clayton McKinnon, John Rice, entre otros.
" La epidemia que hace resucitar a los muertos convertidos en seres ávidos de carne humana se ha extendido, llegando al punto en el que varias ciudades han quedado prácticamente desiertas. Los supervivientes deben refugiarse en zonas militares, ya que los zombies no dudan en acabar con sus propios familiares."
Reconozco no ser ningún experto en el subgénero nombrado como "de zombies" o de "muertos vivientes", pero también he de reconocer que por alguna razón siempre me ha gustado.Es así que en la última década con la aparición del remake de esta cinta en el año 2004, volvió el interés por estas criaturas.
En principio se debe señalar que un proyecto cinematográfico donde aparezcan zombies es ciertamente para estómagos fuertes. Hecha la observación, se debe aclarar que igualmente en este género como en cualquier otro hay buenos directores como el caso de Romero y los conocedores sin duda saben de quién estoy hablando.
Esta película de Romero es sin lugar a dudas, una de las muestras más destacadas. La idea de situar el meollo de la acción en un centro comercial sólo puede ser calificada como brillante. Los zombies y los protagonistas paseando tranquilamente por la sección de deportes, de moda o en las maquinitas de videojuegos es una imagen imborrable.
Es cierto que las cintas de zombies han evolucionado técnicamente desde la aparición de esta obra, principalmente en los efectos especiales y en el maquillaje; pero ésta conserva la esencia intacta de esos filmes que suelen llamarse de serie B, alcanzando inclusive el estatus de clásica. Hay que tomar en cuenta que apareció en el año de 1978 y ciertamente está muy bien lograda y en ella habría que destacar lo siguiente: la carnicería en la que se convierte la matanza de zombies, el río de sangre roja espesa, las mutilaciones, decapitaciones y todo el gore que realmente es interminable; como lo son esos seres hambrientos de carne, ojerosos y de tez blanca, de movimientos lentos e implacables que tantos seguidores alrededor del mundo tienen.
No es una película de una confección implacable, ni creo que eso fuera lo que estuviera buscando Romero, sin embargo resulta mucho más interesante que la mayoría de cintas actuales de este género. El ritmo que le infunde, la acción trepidante, el clima permanentemente agobiante y hasta la música que algún director de estos tiempos firmaría para alguna de sus secuencias, la hacen vibrante a la par que atractiva. Casi no hay descanso. George A. Romero sabe encontrar el punto exacto entre lo divertido y lo vistoso, con algún toque de humor, pero siempre muy calculado como alguno de sus propios cameos.
Romero sin duda hace una impetuosa detracción en contra de la sociedad de consumo, tan materialista que devora todo a su paso, incluídos los propios seres humanos.
Para los que recién lo van a descubrir al ver esta cinta, es pertinente aclararles que esta es la segunda creación de su trilogía sobre 'muertos vivientes', la primera entrega al igual de la que me ocupo en esta ocasión es una obra de culto y un clásico del terror que cualquier aficionado al género está obligado a observar. Pero ya habrá oportunidad de escribir sobre ella, sólo que será más adelante.
Al igual que la anterior puede estar envejecida para las nuevas generaciones, esas que estan acostumbradas a lo explícito de una sierra cortando un brazo o un tobillo, pero ver está entretenida película después de disfrutar de tanto bodrio que se hace actualmente, es poco menos que nostálgico.
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