
Director: Martin Scorsese
Duración: 112 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Robert De Niro, Harvey Keitel, David Proval, Amy Robinson, Richard Romanus, Cesare Danova, Victor Argo, George Memmoli, Lenny Scaletta, Jeannie Bell, Murray Moston, David Carradine, Robert Carradine, Lois Walden, Harry Northup, entre otros.
" Nueva York, década de los 70. Charlie , es un joven que vive en un barrio conflictivo, y que se ve constantemente obligado a enfrentarse con vividores y matones. Poco a poco, su vida se convertirá en una olla a presión de la que será imposible escapar."
Esta es la historia de Charlie, un hombre católico que tiene una peculiar relación con el Dios que venera. En su vida aparece el impulsivo Johnny Boy, quien termina siendo el gérmen de todos sus problemas y para cerrar el triángulo tenemos a la chica epiléptica de nombre Teresa, que mantiene una relación amorosa con Charlie.
El inicio de la cinta es prácticamente un cliché, también es legendario, ya que ha sido copiado hasta la saciedad por múltiples directores que realizan películas de temática parecida a esta. Ese comienzo se refiere a la presentación de los actores. Todos los personajes de la historia van apareciendo uno tras otro, colocando un rótulo blanco con su nombre y congelando la imagen durante unos segundos. En ese sentido, supongo que muchos pretenden imitar al gran director italo-americano, empleando algunos de sus recursos como la voz en off, , la mentada imagen congelada, el uso de música muy popular o la propia combinación de las tres, sólo que nadie lo ha concretado con la habilidad con la que Scorsese lo hace en sus creaciones.
El guión tiene muchas cosas positivas, es decir, bien delimitadas. Sin embargo, pareciera que fue escrito con mucha prisa y en el cine, aunque ciertas joyas fueron creadas de esa forma, la celeridad por contar una historia no es garantía de calidad, desconcierta el ritmo y aturde al espectador.
Aparecen en este ejercicio de Scorsese, algunos de los elementos que muchos años después lo convertirían en el gran director que sin duda es, sólo que aquí no demuestran todo su potencial, están sin ser desarrollados en su totalidad.
El primero de ellos es la religión, que está expresada en la fe que Charlie siente hacia Dios, y aunque comete muchas acciones que podríamos denominar "inmorales", todas las dificultades por las que atraviesa debido a su enorme conviccion en la existencia de un ser divino, se originan porque ve a Johnny Boy como la única salida para que Dios le perdone sus pecados. Lo ayuda porque cree que haciéndolo se redime y expia sus culpas.
También aparece la voz en off, tan maravillosamente usada en Taxi Driver. Aquí no destaca porque pareciera que hay instantes en que se necesita y jamás aparece; y por el contrario cuando se manifiesta casi ni se nota o es dificil percibirla. Incluso en algún punto de la cinta, tiene un par de intervenciones y luego desaparece por completo.
En fin, los inicios siempre son tiempos de aprender, y este relato de pequeños mafiosos puede considerarse la semilla de lo que serían los grandes clásicos de Scorsese como la mencionada Taxi Driver o Goodfellas.
Probablemente su gran defecto es que después de haberla visto es tan fácil seguir pensando en las cosas que hay que hacer mañana, o en lo aburridos que generalmente son los fines de semana. Todo ello a pesar de que el final es muy entretenido y funciona como un verdadero dulce. Para que con ese sabor de boca podamos volver contentos a la realidad de nuestra vida.
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