Director: Tony Scott
Duración: 120 minutos
País: Estados Unidos/Francia
Elenco: Christian Slater, Patricia Arquette, Dennis Hopper, Val Kilmer, Gary Oldman, Brad Pitt, Christopher Walken, Bronson Pinchot, Samuel L. Jackson, Michael Rapaport, Saul Rubinek, Conchata Ferrell, James Gandolfini, Anna Levine, Victor Argo, entre otros.
" Clarence se casa con la prostituta Alabama, roba cocaína de su proxeneta, y trata de venderla en Hollywood, mientras que los propietarios de la coca intentan reclamarla."
Esta película es el trabajo de dos hombres, conocidos por hacer películas para los jóvenes que aman el cine, y que tienen alguna obra (algunos dirán basura) en la selección del género a principio y mediados de los noventa. Quentin Tarantino vendió su guión para financiar Reservoir Dogs, y Tony Scott fue elegido para dirigirlo.
Algunos se han quejado de que Tarantino debería haber dirigido esta película, que es simplemente suya (con lo cual estoy de acuerdo, tomando en consideración que la historia de la cinta fue tomada de su obra experimental de 1987 titulada My Best Friend's Birthday, a la cual se hace referencia cuando se cuenta que Clarence suele ir al cine a ver películas de Sonny Chiba), que su propio estilo como director habría logrado complementarla a la perfección. Es una buena idea, sin embargo no es único con lo que podemos elegir quedarnos como audiencia, ya que a pesar de ser un interesante planteamiento, en el producto final hay mucho que admirar, hay aspectos que elogiar del estilo para dirigir que Scott utiliza en la película. Filmó el guión de Tarantino de la manera como se filma una película en Hollywood, con toda esa forma de editar los cortes que genera que la cinta tenga un ritmo que se espera deba tener un típico drama convencional mezclado con algo de suspenso y thriller. Así que, después de escuchar el violento dialogo surgir desde el estrafalario guión, acompañado de un elenco de lujo que lo interpreta de maravilla, Scott se convierte en una pieza importante que provocó que esta obra haya sido un éxito. Por esa razón, para mí, este es uno de los mejores guiones que Tarantino haya escrito en el que se compagina a la perfección su sentido del humor, negro y sentimental, con la elegancia y el ya mentado buen ritmo de Scott. En resumen: los desmanes de Quentin filtrado por la fábrica de entretenimiento más completo de Tony.
Desde un inicio ya se sabe que el fantasma de Elvis acompaña al muchacho bueno y solitario que rellena sus noches tristes con películas de artes marciales. A poco de comenzar, ya se nos presenta a Patricia Arquette más guapa que nunca y en cuanto comienza la acción no sólo desfila toda clase de violencia, aventuras, golpes de efecto humorístico y un ligero toque erótico pasional, sino situaciones dramáticas maravillosas protagonizadas por auténticos tipos astutos.
Clarence Worley, es un alter ego de Tarantino, ingenioso, raro e incomprendido, atrapado en una vida insignificante y solitaria, pero firme en su pequeña subcultura, y aunque no le funcionen a todo mundo le va contando las mismas historias sobre Elvis, Sonny Chiba y demás idolos que tiene, generalmente a las chicas que pretende ligarse, y sigue yendo al cine, solo, cada cumpleaños, como una especie de ritual. De pronto le cae del cielo la chica perfecta (para él, claro) y se llama Alabama. Es guapa, simpática, dulce, y está fascinada por este personaje encerrado en su mundo tan genuino, el cual en el colmo del idealismo y el romance le enseña su templo, la tienda de cómics en la que trabaja, y le explica con gran dedicación lo especial del primer número de Spiderman. Tras una noche de pasión, ella le confiesa que en realidad es una prostituta que se ha enamorado de él. Acto seguido se casan. Una historia de amor al fin y al cabo, tan utópica como puede ser Romeo y Julieta.
Pero la autobiografía de Tarantino no ha más que empezado. Clarence no soporta sentir en su mente la sombra del proxeneta de Alabama, y de repente se vuelve el tipo más valiente y arrojado. Este será el nuevo Clarence durante el resto de la cinta, el que va con todo de frente, sin miedo, y que ante todo protege a su chica; compensando aquello que no ha sido ni ha tenido antes en su vida. Alabama por su pare responderá con una lealtad increíble y no menos valor.
La obra está llena de diálogos inclementes y fenomenales y cómicas referencias a la cultura pop. Slater realiza una interpretación destacada en el papel principal, así como Arquette como su esposa generalmente extravagante, pero es la galería de personajes secundarios retorcidos y excepcionales los que gobiernan esta película. Por ejemplo: Walken tiene una escalofriante escena (a la que algunos llaman cameo), Hopper está fenomenal como el padre ausente de Clarence, por su parte Brad Pitt se convierte brevemente en un drogadicto que vive totalmente fuera de su realidad y Oldman se transforma completamente y se vuelve temible en sus electrizantes escenas como el sádico proxeneta Drexl.
Después de haber desarrollado todo este elogio, sigo pensando que esta producción está lejos de ser perfecta. El guión de Quentin Tarantino no está tan pulido como si podemos verlo con otras de sus creaciones como Reservoir Dogs o Pulp Fiction, sin embargo es innegable que su esencia está presente. De hecho, después de verla en esta ocasión me quedé un poco decepcionado con los últimos cinco minutos de la cinta, justo después del monumental tiroteo. Es esa clase de conclusiones más cercanas al felices para siempre para mi gusto. Aunque ya sabemos que Scott tuvo que ver en ello.
Si eres un fanático de Tarantino y no la has visto, te estás perdiendo uno de sus mejores trabajos. Si no eres fanático de Tarantino y no la has visto, es posible que te estés perdiendo de un verdadero clásico.
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