Director: Chan-wook Park
Duración: 144 minutos
País: Corea del Sur
Elenco: Min-hee Kim, Tae-ri Kim, Jung-woo Ha, Jin-Woong Cho, Hae-sook Kim, So-Ri Moon, Yong-nyeo Lee, y otros más.
" Se contrata a una mujer como sirvienta de una joven japonesa que es heredera de una gran fortuna, pero que en secreto está involucrada con un hombre en un complot para defraudarla."
La cuestión es simple: Park Chan-wook es un maestro para conjuntar múltiples temas en sus películas. En la que ha sido su última obra hasta el momento, y sobre la que tratará esta escueta reseña, demuestra con claridad el dominio que posee al equilibrar y envolver cada elemento de una manera oportuna. Es decir, este filme es muchas cosas a la vez; es una creación que toca elementos sexuales, que habla sobre cuestiones emocionales, hay violencia y por supuesto hace acto de aparición el drama. Su brillante dirección junto con las excelentes interpretaciones que brinda casi todo el elenco, convierten a este ejercicio cinematográfico de origen asiático en una de las mejores películas de los tiempos recientes.
La historia está situada y se desarrolla en una Corea ocupada por los japoneses durante la década de los treinta del siglo pasado. El primer personaje que se nos presenta es Sook-He, una pobre muchacha coreana que se dedica a cuidar de niños desvalidos y que debe usar sus habilidades como carterista para sobrevivir. Son precisamente dichas habilidades de estafadora las que la llevan a involucrarse en un complot urdido por un hombre que se hace llamar Conde Fujiwara (en realidad se trata de otro compañero coreado dedicado a las estafas que se ha inventado todo un personaje de la clase alta para concretar sus fechorías) para conseguir robarle la fortuna a un acaudalado coleccionista de libros japoneses, y para ello debe lograr casarse con la ingenua sobrina de ese hombre. De tal manera que, Sook-He es enviada a la vasta propiedad del coleccionista de libros para volverse la sirvienta de la sobrina, cuyo nombre nombre es Lady Hideko, que también resulta ser la heredera de la preciada fortuna. Al principio, ambas mujeres parecen no llevarse bien, pero después de un tiempo comienzan a acercarse cada vez más y terminan volviéndose compañeras intimas e inseparables. Desde luego, todo ello conduce a un romance y una alianza, una que termina modificando el plan original de Sook-He y el falso aristócrata.
Posteriormente se manifiesta el famoso Conde, que ante su llegada de inmediato trata de ganarse a Hideko. Sí, llegados a este punto, la cinta se convierte en el clásico juego retorcido del gato y el ratón entre los cuatro personajes principales. Y por supuesto, nunca se sabe quién está de qué lado y quién está engañando a quién.
Es así que el director nos entrega el relato dividido en tres capítulos de similar duración. Cada parte se centra en un personaje, y como protagonista de dicho episodio lo observamos todo desde su punto de vista. El primero de ellos sigue tanto a Sook-He como a Lady Hideko, su primer contacto y cómo actúan inicialmente una con la otra. En el segundo, la narrativa se remonta en el tiempo para revelar la peculiar infancia de Hideko y cómo fue destrozada de forma perversa por su propio tío. Finalmente en el tercero acompañamos al Conde y a la propia Hideko mientras juegan el mentado juego del gato y el ratón entre ellos.
Pero esperen un momento, la trama aún está por complicarse y enredarse un poco más. ya que cada capitulo se cruza con otro, creando así una linea de tiempo donde la secuencia de eventos se nos presenta fuera de orden. Incluso algunas algunas acciones al comienzo de la película se revisan más adelante desde diferentes ángulos y desde diferentes perspectivas, lo que termina revelando nueva información que resulta ser clave para la estructura de la misma trama. Dicha técnica narrativa es un componente que destaco por encima de cualquier otro en ese aspecto, dado que genera personajes y eventos que se vuelven complejos y memorables por su innovadora concepción. Capas sobre capas de narración de distintas historias se nos dan a través de diferentes medios. Por supuesto, esta dinámica forma de contar una historia la mantiene fresca e interesante ante los ojos y la mente del espectador, ya que de manera constante estamos uniendo la línea de tiempo en nuestras cabezas.
Por otro lado, hay quien considera seriamente que se debería golpear al realizador por el uso excesivo de sexo gratuito en algunas escenas. Dicho parecer se menciona, en vista de que el romance entre ambas féminas se traduce en relaciones sexuales intensas, que en última instancia duran cerca de diez minutos y terminan sintiéndose como una especie de lo que suelen tildar de porno suave. Sin embargo, de acuerdo a mi sentir, la secuencia real como ocurre es parte integral de la historia principal y se realiza con tanto cuidado que apenas afecta a la calidad general de la obra.
A su vez, Chan-wook es un director conocido por sus filmes que muchos califican de extravagantes, pero sin dejar de reconocer que son creaciones rebosantes de narraciones profundas y de una riqueza visual incontestable. En ese sentido, en esta oportunidad se puede afirmar que se ha superado a sí mismo en esas cuestiones, puesto que a medida que la trama se vuelve más interesante y a medida que los minutos del metraje avanzan las imágenes también se transforman en algo grandioso, en un verdadero deleite para los ojos.
Además, hay que mencionar que utiliza tanto el coreano como el japones como elementos de la historia, ya que cada uno atesora su propio simbolismo y sus propios significados. Es más, los personajes cambian de idioma de modo constante y cada variación es para un propósito especifico.
Ahora veamos, mientras estaba observando la película, no pude dejar de tener la sensación de que el tema en algún sentido podría girar alrededor del empoderamiento femenino. Y es que, al comienzo de la historia, tanto Sook-He como Hideko no son más que lacayas de hombres poderosos. En algún sentido, son precisamente esas circunstancias similares en las que viven las que las obligan a formar su propio destino juntas, uno en el que no exista amo alguno al que responder.
No obstante, deseo subrayar la importancia del tema de la fotografía que es magnifica, porque se nos regalan algunas de las tomas más elaboradas, planeadas y hermosas que haya visto visto en tiempos recientes. El encargado de ello, cuyo nombre me parece casi impronunciable, hace uso de todo su equipo y talento para crear una brillante sensación al interior de la mansión donde suceden toda clase de embrollos. Por citar algunos ejemplos, se hace uso del zoom, de las panorámicas y de la grúa con un propósito claro. Esto es, el adecuado uso de la cámara genera que las escenas sean enmarcadas a la perfección, dando a cada actor la cantidad apropiada de espacio para su interpretación.
En particular, las actuaciones como el resto de la película, son de un alto nivel. Aunque, a mi juicio el trabajo más destacado proviene de Kim Min-Hie quien da vida a Lady Hideko. Me resulta muy complicado no elogiar su habilidad para cambiar de forma casi inmediata y pasar de ser una colegiala ingenua a una seductora y vengativa mujer, creando a su alrededor una genuina aura de misterio. Y en lo que respecta a Kim Tae-Ri quien interpreta a la joven Sook-He su labor no es menos relevante. Sin duda aporta un convincente ingrediente de juventud a la narración y actúa como nuestra guía para la mayor parte de la película. Debido a esto, tenemos la oportunidad de apreciar la mayor parte de lo sucedido a través de sus ojos; y sus reacciones y expresiones faciales de igual manera están vinculadas a las nuestras.
Finalmente, Ha Jung-woo quien representa al Conde impostor y Cho Jin-woong que le da vida al tío cruel, no son más que un par de hombres de naturaleza espeluznante, seres hambrientos de poder. Entre ambos, sus métodos para conseguir lo que desean pueden diferir, pero los resultados que obtienen suelen ser los mismos. El primero de ellos es un tipo confiable, cándido y de carácter insolente, mientras que el segundo es frío, inquietante y de personalidad amenazadora. Para mi agrado, ambos comparten algunas grandes escenas con las mujeres protagonistas y entre ellos participan de una gran química.
Resumiendo, se trata de un filme que nos presenta múltiples temas, un ambicioso ejercicio por las cosas que intenta conseguir y de las que desea hablarnos. En otras palabras, se supera a sí misma en todas las áreas posibles, alcanzando niveles muy altos comparada con otras cintas; manteniendo el rumbo correcto mientras su director nos entrega una historia que es a la vez tan desafiante como cautivadora.
Es simple, se trata de una hazaña en el cine que debe ser vista por todos aquellos que quieran presenciar uno de los mejores trabajos de un verdadero maestro.
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