Director: Guillermo del Toro
Duración: 123 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Sally Hawkins, Michael Shannon, Richard Jenkins, Octavia Spencer, Michael Stuhlbarg, Doug Jones, David Hewlett, Nick Searcy, Stewart Arnott, Nigel Bennett, Lauren Lee Smith, Martin Roach, Allegra Fulton, John Kapelos, Morgan Kelly, entre otros.
" En la década de los sesenta en un centro de investigación altamente secreto, una conserje solitaria establece una relación singular con una criatura anfibia que se encuentra en cautiverio."
Hay muchas dimensiones en las que puede analizarse esta obra. En definitiva es una historia de amor. De hecho, es un amor que parece desafiar la razón (aunque esto suene demasiado trillado).
Elisa es una conserje que trabaja en una instalación del gobierno, donde un día se encuentra con una misteriosa criatura parecida a un anfibio, que fue capturada por el agente gubernamental Richard Strickland. Debido a una lesión que sufrió cuando solo era una pequeña, Elisa no puede hablar, y tampoco la criatura es capaz de hacerlo. Desde el principio, esta relación entre la mujer y la criatura que no cruzan palabra resulta poco menos que extraña y difícil de comprender. Pero, si se le pone la atención debida, podría afirmarse que su amor es el más puro que existe y la forma en que se desarrolla la más simple que se pueda encontrar.
De alguna manera cada uno percibe al otro como realmente es y lo acepta. Para ella, él no es solo un fenómeno de la naturaleza. Esa mujer silente queda fascinada por quien es en realidad la criatura, por lo cual le brinda su amabilidad y su más genuino respeto. Habiendo estado aislada y reprimida durante tanto tiempo, finalmente encuentra a alguien que no la juzga por su discapacidad. Y aunque ninguno de los puede hablar, logran comunicarse de manera sincera y cálida. En ese sentido, el par de actores protagonistas se aseguraron de que el lenguaje común entre ambos personajes fuera la autenticidad y la propia vulnerabilidad.
En cuanto al tema del agua, me parece que goza de un profundo significado simbólico para esta historia. El especial título de la forma del agua sugiere que algo no está definido y no tiene una forma distintiva. En algún sentido es ese elemento, el agua, el que le brinda oxígeno a Elisa y le entrega también el amor incondicional de la criatura.
Dos de las escenas más memorables de la película involucran el uso magnífico y artístico del agua como pieza central de la narrativa. Sin agua, él no podría sobrevivir, y ella muestra su auténtico amor por estar en el agua junto a él. Es decir, el agua representa su amor, su libertad y el director le permite a determinadas escenas atesorar una tranquilidad que casi llamaría elegante.
Otro aspecto que destacaría es el trabajo realizado por los actores. Aquí tenemos a Hawkins bajo el reflector (y a quien recuerdo brindando una interpretación excelente en Blue Jasmine) regalando de nuevo otra actuación sobresaliente. No obstante de que no pronuncia una sola palabra, se alcanza a distinguir lo más profundo de su alma, su capacidad para expresar toda clase de emociones es notable. Su personaje y su actuación me recordaron a Amy Adams en Arrival, dada la expectativa, la desconfianza y la curiosidad reveladas que emanan de sus personajes y que se retratan con una emoción sincera.
Ahora bien, Del Toro emplea de forma hábil a un par de personajes secundarios para que actúen como una especie de interprete para el público. Es a través de ellos, que obtenemos una confirmación precisa de lo que esta pensando, aunque en realidad, Hawkins ya nos ha comunicado a cada instante lo que necesitaba. Dichos personajes secundarios de nombres Giles -un artista gay con el que vive Elisa-, Zelda -una conserje afroamericana compañera de trabajo- y el Dr. Hoffstetler - un científico que resulta ser un espía ruso durante plena Guerra Fría, detentan algo en común con Elisa: han vivido oprimidos y han luchado a través del tormento. Percibidos por sí mismos como desvalidos, como seres que han vivido sin pertenecer realmente a la sociedad, tal vez sea probable que el director quisiera mostrarnos que la mayor tolerancia proviene de aquellos que ya han sido sometidos en el pasado.
En ese sentido, parece señalarnos de igual manera que un monstruo no se define por su apariencia. De modo audaz decide contrastar a Strickland el personaje interpretado por Shannon con la criatura, y que seamos nosotros quienes decidamos quién es el verdadero monstruo. Por supuesto, siempre se puede confiar en dicho actor para retratar a un villano que sea despreciable, pero al mismo tiempo intrigante en varios niveles. Dicho agente posee un temperamento demasiado frío, casi glacial, y Shannon le infunde una desesperación feroz que al mismo tiempo se vuelve casi mortal, pero con la que cualquiera podría identificarse. Es un hombre que vive torturado en su interior y por fuera de el, y a menudo se enfurece consigo mismo. Es más, encontré divertido que se obligara a sí mismo a tener solo pensamientos positivos, mostrando con ello que vive huyendo de manera constante de la verdad.
Incluso, podemos apreciar que alrededor suyo construye toda una fachada para engañarse y para despistar al mundo acerca de su verdadera naturaleza, que incluyen una familia y un automóvil de lujo. Es un tipo tan peculiar que se da el privilegio de acentuar las cualidades que valoramos en nuestros protagonistas: la verdad, la honestidad y la bondad.
Finalmente siempre se puede confiar en Del Toro para imaginar un mundo que no sea otra cosa sino un universo colorido y exuberante de modo exquisito.
A veces suelo imaginar la sala de cine como un lugar romántico, y tener la oportunidad de ver a Elisa flotando encima de mi cabeza aquella primera oportunidad, fue el escenario perfecto para ese apasionado corazón. Toda la singular introducción en la que se recrea este ejercicio del director mexicano, fue elaborada meticulosamente por expertos, acompañada por las notas puntuales de Alexandre Desplat que complementan hábilmente la vibración de su personaje.
Anoto que como elemento endeble de la obra el hecho de que quizás hizo falta ver un poco más del desarrollo de la relación entre ambas criaturas, pero quizá todo fue así de simple. Quizás los humanos tendemos a complicar el amor. Quizás el diálogo silencioso sea más verdadero que el emitir palabras todo el tiempo.
Anoto que como elemento endeble de la obra el hecho de que quizás hizo falta ver un poco más del desarrollo de la relación entre ambas criaturas, pero quizá todo fue así de simple. Quizás los humanos tendemos a complicar el amor. Quizás el diálogo silencioso sea más verdadero que el emitir palabras todo el tiempo.
En conclusión, es una cinta que guarda elementos de muchos géneros. Y no me parece que sea una película cómoda para ver. Es que, más allá de su innegable componente romántico, es por mencionar un ingrediente provocativo un filme cargado de erotismo, y es indudable que posee algunos detalles de violencia gráfica, y para algunos que se enorgullecen de su ecuanimidad, será una película extraña. Me sigue pareciendo una creación demasiado poética, lo cual no deja de ser fantástico si se toma en cuenta que al tener una idea clara de lo que la película está tratando de transmitir, uno puede quedarse con la sensación descabellada de que todo es posible.
Comentarios