Dirección: Rainer Werner Fassbinder
Duración: 123 minutos
País: Alemania Occidental
Elenco: Rainer Werner Fassbinder, Peter Chatel, Karlheinz Böhm, Adrian Hoven, Christiane Maybach, Harry Baer, Hans Zander, Kurt Raab, Rudolf Lenz, Karl Scheydt, Peter Kern, Karl-Heinz Staudenmeyer, Walter Sedlmayr, Bruce Low, Marquard Bohm, Brigitte Mira, Evelyn Künneke, Barbara Valentin, entre otros.
Ganar la lotería no conduce a la libertad financiera y emocional, sino al cautiverio social, en este clásico tremendamente cínico sobre el amor y la explotación dirigido e interpretado por Rainer Werner Fassbinder. Rompiendo con su imagen habitual, el director personifica a un inocente hombre de clase trabajadora fácilmente influenciable que se deja manipular por su nuevo novio burgués y su circulo de amigos materialistas, lo que le lleva a una miseria resonante que solo Fassbinder podría crear. El zorro y sus amigos (como se le conoce en inglés) es un comentario social implacable, una descripción divertida, despiadada y revolucionaria, aunque controvertida de la comunidad gay en la Alemania Occidental de los años setenta.
Fox y sus amigos, también conocida en castellano como La ley del más fuerte, es una de las obras clave del cine de Rainer Werner Fassbinder. La película, al igual que muchas otras grandes obras del director, se centra en una relación tortuosa, en este caso entre un joven de clase trabajadora y el hijo mayor de un rico empresario, y en cómo sus diferencias de clase y educación pueden desencadenar una trágica cadena de acontecimientos que conducen, en ultima instancia a la desesperación personal.
Como película, esta obra funciona mejor como una exposición sin concesiones del sistema de clases y ofrece una nueva variación de uno de los motivos clave de Fassbinder: la idea del sufrimiento humano y sus causas.
Al igual que los personajes de otras de sus producciones, el protagonista se ve abocado a su propia caída, pero también la acepta. Como personaje, está cegado por el amor, y aunque sabemos que se arrepiente de sus actos en el momento en que los comete, sigue adelante sin importarle nada, convencido de que está haciendo lo correcto por la persona que ama.
Fassbinder desde luego también se burla de la noción tan aceptada de que el dinero cambia a las personas. No solo a los que lo han ganado, sino también a los que rodean a los que lo han ganado.
Al principio de la historia, el tal Fox intenta de forma desesperada reunir suficiente dinero para su boleto de lotería semanal, pidiendo limosna a sus amigos y familiares y convencido de que esta semana va a ganar.
En estas primeras escenas, ya se ha pintado al personaje como un adorable perdedor; así que, cuando más tarde descubrimos que el personaje ha ganado el gran premio de quinientos mil marcos alemanes, nosotros como publico, nos quedamos tan sorprendidos como los sofisticados gays de clase alta con los que el suertudo se ha relacionado posteriormente.
Es en este punto donde Fassbinder comienza a exponer el lado oscuro de su historia, cuando estos personajes se abalanzan sobre el inmaduro protagonista y comienzan a imponerle sus propios ideales e ideologías, llegando incluso a menospreciarlo delante de sus viejos amigos, que siguen frecuentando el mismo cabaret mal iluminado y de baja categoría que antes.
Todo este asunto resulta bastante inocente, pero cuando Fox se enamora de Eugen, uno de los personajes clave del ambiente gay de clase alta, Fassbinder lleva el melodrama al siguiente nivel emocional, destruyendo todo lo que Fox siempre había querido y finalmente había conseguido, dejándolo sin dinero, sin amor y sin esperanza, tal y como lo conocimos al principio.
El polémico director no endulza su mensaje en esta oportunidad: esta debe ser una de las películas más deprimentes y desesperanzadoras que se han hecho en la historia del cine.
El tono de la pelicula es caustico y claustrofóbico, y el director y su director de fotografía de nombre Michael Ballhaus, utilizaron una composición fragmentada y ajustada para separar constantemente a los personajes.
Del mismo modo se aborda mucho simbolismo con los espejos, con el que el filme aborda la noción de la reflexión personal y la idea de ver más allá de la fachada. Es decir, ya sea la fachada que uno se coloca para ocultar sus verdaderos sentimientos hacia los demás, o la fachada que los demás te presentan y toda una serie de variantes al respecto.
El uso del color y el diseño general de la producción también parecen más monótonos y poco atractivos, lo que se suma al ambiente general de opresión y desesperación creciente tan central en el guión.
Con esta pelicula Fassbinder parece tener un mensaje importante que transmitir sobre el sistema de clases y cómo la clase trabajadora siempre será vista como inferior a los que nacen en cuna de oro, incluso si finalmente alcanzan el mismo nivel social y económico que estos últimos. Por un lado, es un drama de relaciones, pero es un drama de ese tipo por completo ligado a la idea de la explotación de clases.
No me gusta hacer aclaraciones pero en este caso la considero necesaria: no hay que dejar que el tema de la homosexualidad disuada a alguna persona de ver o no la pelicula, ya que en realidad es secundario respecto a las ideas mencionadas con anterioridad (y sí, la cinta incluye algunas escenas de amor ligeras y desnudos frontales masculinos). El director se preocupa mucho más por la idea del abuso frente al amor.
Para cerrar, queda por decir que la actuación de Fassbinder en este filme es una verdadera revelación, ya que logra que el personaje parezca autentica y simpático, nunca la figura trágica o patética en la que podría haberse convertido en manos de otros cineastas.
Y es que el personaje comienza la historia seguro de si mismo, arrogante y en cierta medida feliz con la vida que ha llevado, pero termina como un cascaron roto, sin dinero, sin amigos y sin esperanza.
No voy a entrar en demasiados detalles sobre el final, aunque sobra decirlo, es como la ultima patada en el estomago que recibes cuando ya estas tumbado en el piso. La pelicula lleva su melodrama más allá del nivel necesario de pesimismo y lo convierte en algo mucho más desgarrador.
Obviamente no será del agrado de todos, ya que la idea de una espiral de desesperación, depresión y pesimismo seguramente desanimará a mucha gente, pero no por ello es menos impactante, una de las muchas obras destacadas que Fassbinder dirigió antes de su prematura muerte en el año en que yo nací.
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