Dirección: Akira Kurosawa
Duración: 141 minutos
País: Unión Soviética / Japón
Elenco: Maksim Munsuk, Yuriy Solomin, Mikhail Bychkov, Vladimir Khrulyov, V. Lastochkin, Stanislav Marin, Igor Sykhra, Vladimir Sergiyakov, Yanis Yakobsons, Vladimir Khlestov, G. Polunin, V. Koldin, M. Tetov, S. Sinyavskiy, Vladimir Sverba, V. Ignatov, Vladimir Kremena, Aleksandr Pyatkov, entre otros.
En 1902 un grupo de soldados rusos, liderados por el capitán Vladimir Arseniev, reciben la misión de explorar la inhóspita región de Ussuri, en Siberia Oriental. Durante su viaje conocen a Dersu Uzala, un nómada goldi que vive solo en el mundo desde que la viruela se llevó la vida de su esposa e hijos, y que se dedica exclusivamente a la caza, tanto para alimentarse como para vender lo que captura. Por su conocimiento de la tierra por la que deben viajar, Arseniev contrata a Dersu como guía. Aunque las costumbres de Dersu parecen simples para muchos de los soldados, el hombre itinerante y Arseniev establecen un vinculo emocional, debido a la amabilidad de Dersu no solo hacia él y los demás, sino también a su profunda espiritualidad y sabiduría sobre la vida que lleva. Se cuenta la historia de su amistad, una amistad que no puede completarse debido a los dos mundos tan diferentes en los que habitan.
Estamos una cinta dirigida por el legendario Akira Kurosawa, que es una conmovedora e impresionante (en términos visuales) exploración de la amistad, la naturaleza y el choque entre las formas de vida tradicionales y la civilización moderna. La pelicula, basada en los auténticos diarios del explorador del ejercito ruso Vladimir Arseniev, cuenta la historia de la profunda y duradera amistad del propio Arseniev con Dersu Uzala, un rudo y sabio cazador asiático.
Dersu Uzala es ante todo, una pelicula fundamental para Akira Kurosawa ya que es probable que le haya salvado la vida. Y es que este renombrado cineasta se encontraba en aquel momento deprimido por el fracaso comercial y de crítica de su historia sobre los barrios marginales de Tokio que lleva por nombre Dodes'ka-den.
Aunque la reputación de aquel filme mejoró de forma gradual con el paso de los años, el rechazo que sufrió luego de su lanzamiento y las pérdidas económicas que dejaron a Kurosawa profundamente endeudado lo llevaron a intentar suicidarse en 1971.
Afortunadamente, poco después el gobierno ruso se puso en contacto con Kurosawa para proponerle una cinta basada en la historial real acerca de una insólita amistad entre un oficial del ejercito ruso y explorador el capitán Vladimir Arseniev, y Dersu Uzala el denominado hombre del bosque con quien Arseniev y sus hombres entablaron una amistad a principios del siglo XX, cuando se adentraron en las tierras salvajes del este de Siberia.
La historia comienza por el final: en aquella escena inicial Arseniev busca la tumba de su amigo Dersu aproximadamente en 1910, pero descubre que la zona, en gran parte salvaje donde yace su amigo ha sido despejada de puntos de referencia, ya que se está construyendo un nuevo pueblo. El resto de la historia se cuenta en gran parte a través de flashbacks, volviendo a 1902 cuando el capitán ruso y sus hombres están realizando un estudio topográfico no muy lejos de la frontera con Mongolia.
Una noche de otoño se encuentran con el cazador Dersu, que emerge del bosque donde vive solo y en condiciones complicadas, cazando para sobrevivir. Dersu, entonces les explica que pertenece al pueblo goldi, un pueblo asiático de la región de Tunguska en Siberia.
Como el peculiar hombre vive en esta zona y conoce bien el terreno, el capitán lo contrata como guía. Al principio el propio Arseniev y en especial sus hombres consideran que el diminuto cazador es más bien cómico, con su cuerpo bajo y robusto y su andar desgarbado. Pero pronto desarrollan un profundo respeto por él.
El singular cazador resulta ser un excelente tirador y se horroriza ante lo que considera un desperdicio de lo que para el es munición preciosa, cuando los soldados deciden divertirse disparando a una botella colgada de una cuerda. Por supuesto, Dersu es capaz de acertar de forma sencilla porque depende de su puntería para sobrevivir.
También impresiona al capitán soviético y a sus hombres con su extraordinaria habilidad para rastrear y su deseo casi instintivo de dejar las cosas mejor de lo que las encuentra, como una cabaña destartalada donde los hombres pasan la noche. Dersu insiste en dejar utensilios que resulten beneficiosos, como sal y cerillos en el lugar para el próximo visitante que pueda refugiarse allí. Del mismo modo se toma el tiempo de hacer algunas pequeñas reparaciones en la estructura, solo para dejarla en buen estado.
El clímax de la primera mitad de la pelicula es una escena larga y angustiosa en la que ambos camaradas se encuentran solos en un río congelado en pleno invierno, mientras que el corto día se desvanece de forma veloz y se percatan de que no tienen refugio.
Gracias a la astucia de Dersu, este le enseña al capitán como construir un lugar improvisado donde resguardarse utilizando únicamente plantas locales que cortan de modo apresurado y apilan formando una especie de colchón gigante de plumas hecho de maleza.
En esta bella secuencia la cámara de Kurosawa captura el frío intenso a través de planos largos y medios, de modo que el espectador percibe rápidamente la fragilidad de los dos hombres en este paisaje implacable.
La primera mitad de la cinta termina cuando Arseniev y sus hombres se despiden de Dersu en un día nevado de invierno, esta vez bajo un sol radiante, mientras esperan junto a la bifurcación del ferrocarril transiberiano. Lo curioso de todo esto es que algunos críticos han argumentado que la historia habría sido perfecta si hubiera terminado en este punto, con una duración de solo una hora y diez minutos.
Sin embargo para esos críticos, nada podría ser peor que pasar la otra mitad de la pelicula con estos personajes, ya que de hecho en lugar de terminar da un salto de cinco años hasta 1907, cuando Arseniev y sus hombres se reencuentran por casualidad con Dersu, esta vez en pleno verano, con el sonido de los insectos llenando los silencios.
En esta ocasión, se produce otro desastre cuando Dersu vuelve a salvar al capitán al quedarse atrapados en una balsa que navega por un rio cada vez mas peligroso, que ha crecido debido a las lluvias estivales; Dersu empuja al capitán a un lugar seguro, y a continuación el soviético y sus hombres le devuelven el favor rescatándolo del rio con gran esfuerzo.
A partir de aquí, la pelicula avanza de manera lenta hacia su clímax, a medida que Dersu se preocupa cada vez más por el deterioro de sus capacidades físicas que ponen en peligro su capacidad para seguir viviendo de la tierra. Es una parte conmovedora de la narrativa, en la que el capitán hace todo lo posible por apoyar a su amigo. Pero al igual que el bosquimano de Los dioses deben estar locos, Dersu debe elegir entre vivir en la naturaleza o morir.
El filme es único en la filmografía de Kurosawa. No solo es su única pelicula que no está hablada en japonés (toda la pelicula, al ser una coproducción rusa, está hablada en ruso) sino que también es su única obra filmada en 70 milímetros. Aunque Kurosawa no aprovecha los paisajes en apariencia infinitos en la misma medida que por ejemplo David Lean en Lawrence de Arabia, hay varias tomas que muestran la naturaleza salvaje de ese lugar inhóspito, abriendo el paisaje más que en cualquier otra creación del célebre director japonés (en especial las que son en color).
Como lo mencioné al inicio de esta breve reseña, Dersu Uzala es más que una historia de amistad, es una reflexión sobre el inevitable avance en todas las áreas de lo que suele llamarse civilización y en contrapartida la sabiduría, a menudo pasada por alto de las culturas indígenas.
Es una historia profundamente humana que resuena en múltiples niveles, destacando la belleza del mundo natural y la tragedia de su pérdida. La pelicula de Kurosawa es un testimonio del poder perdurable de la compasión y la comprensión entre diferentes culturas y formas de vida.
En conclusión, se trata de una película elaborada de forma majestuosa que combina imágenes impresionantes con una narrativa sincera. La sensible dirección de Kurosawa y las extraordinarias interpretaciones de Munzuk y Solomin crean una experiencia cinematográfica inolvidable que perdura mucho después de que aparecen los créditos. Es un conmovedor recordatorio del delicado equilibrio entre el hombre y la naturaleza, y del profundo impacto de la amistad genuina.
No, en general no es tan popular ni tan aclamada como si lo son películas como Ikiru, Los siete samuráis, Rashomon o Kagemusha. Y creo que es una verdadera lástima.
No podría estar más contento con la experiencia tan amena que fue su visionado, y no puedo recomendarla lo suficiente. En mi opinión, se trata de otro clásico imprescindible en una carrera emblemática y vale la pena buscarla sin importar lo que pueda costar.
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