La muerte para nosotros 'los vivos' sigue representando un fenómeno morboso, retorcido, torvo y hasta perverso. Tu muerte no ha dejado de ser sorpresiva para mi, y no sólo por el simple y más que obvio hecho de que te has ido, sino porque ver a mi padre casi quebrarse ante mi al enterarse de tu partida, fue un impacto enorme. Te hablo así, derecho, sin nada que me detenga, directo a ti porque sé que me estás escuchando y yo me siento bien hablándote.
No voy a hablar maravillas de ti, porque esa no mi tarea, no me compete y además no es algo que yo suela hacer cuando una persona fallece.
Sólo deseo expresarte que jamás olvidaré los 28 de diciembre que compartimos, ese día era tu cumpleaños y como suele acostumbrarse en esa clase de festejos, te gustaba estar junto a la gente que amabas. Los años pasaron, yo nunca volví a celebrar tu día. A pesar de eso, yo tengo en mi memoria, como una marca indeleble esas celebraciones tan familiares, tan cercanas. Nunca pudo faltar el mole o el futbol con los primos. Realmente fueron épocas hermosas.
Hace mucho que no te veía y es complicado decirte que no te voy a extrañar, porque no lo siento. No me gusta mentir. Como sea, yo estoy seguro que muchas otras personas si lo harán, entre ellas mi padre que debe estar destrozado.
Yo siempre te recordaré como una persona tierna, amable, y sobre todo no me olvidaré de tus mejillas que generalmente estaban llenas de una crema que apestaba a petróleo. Esos son mis recuerdos de ti.
Hasta siempre tía.
No voy a hablar maravillas de ti, porque esa no mi tarea, no me compete y además no es algo que yo suela hacer cuando una persona fallece.
Sólo deseo expresarte que jamás olvidaré los 28 de diciembre que compartimos, ese día era tu cumpleaños y como suele acostumbrarse en esa clase de festejos, te gustaba estar junto a la gente que amabas. Los años pasaron, yo nunca volví a celebrar tu día. A pesar de eso, yo tengo en mi memoria, como una marca indeleble esas celebraciones tan familiares, tan cercanas. Nunca pudo faltar el mole o el futbol con los primos. Realmente fueron épocas hermosas.
Hace mucho que no te veía y es complicado decirte que no te voy a extrañar, porque no lo siento. No me gusta mentir. Como sea, yo estoy seguro que muchas otras personas si lo harán, entre ellas mi padre que debe estar destrozado.
Yo siempre te recordaré como una persona tierna, amable, y sobre todo no me olvidaré de tus mejillas que generalmente estaban llenas de una crema que apestaba a petróleo. Esos son mis recuerdos de ti.
Hasta siempre tía.
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